Él es un CEO renombrado, visto por las mujeres como un canalla, está enfocado y siempre consigue todo lo que quiere. ¿Será verdad? Ella, una joven carismática e impetuosa, muy inteligente y por encima de todo muy orgullosa, ¿cederá ante los caprichos de su nuevo jefe?
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Capítulo 18
Ofrezco mi brazo a Nana y la guío hacia el jardín. Cuando llegamos allí, ella se queda quieta, los dos sin entender nada, y ahora que muero.
- Primero les pido perdón\, segundo disfruten\, los amo mucho a ambos.
Llevo a Nana al otro lado de la mesa, dejándola frente a mi padre. Ellos no apartan la mirada uno del otro. Apago las luces y solo dejo encendidas las velas. Beso la mejilla de Nana y abrazo a mi padre. Los dejo allí y decido ir a un bar al que solía ir.
Bebí algunas dosis de whisky, no estaba en condiciones de conducir a casa. Desde el otro lado del bar, noté a alguien mirándome. Desvío mi atención de la chica y miro en su dirección. Le sonrío de la mejor manera posible y ella entiende el mensaje de inmediato. Se levanta y se acerca hacia mí.
No sé si es por la bebida, pero la mujer es hermosa y qué morena. Es más o menos de mi altura, un cuerpo perfecto, el cabello hasta los hombros y los ojos negros como la noche. La mujer es un espectáculo.
- Hola guapo\, ¿bebiendo solo? ¿Quieres compañía?
- Hola hermosa\, estaba a punto de irme\, pero puedo cambiar de opinión.
Ella me sonríe de manera seductora y se acerca hacia mí. Se sienta a mi lado en mi silla, me mira a los ojos y muerde sus labios. Luego me besa. Sin pensarlo dos veces, acepto el beso. Cuando me doy cuenta, ya es de día. Despierto con la luz fuerte del sol golpeando la casa. Bebí tanto que no recuerdo lo que sucedió. ¿Nos protegimos? ¡Dios mío, dónde está mi ropa!
Me levanto de la cama y me cubro con la sábana. Terminé pisando un condón. Menos mal que no hice ninguna tontería. Desde lejos, escucho un ruido que viene del baño. Alguien está duchándose. Empiezo a buscar mi ropa para largarme antes de que la bella dama salga y quiera cuestionar lo que ocurrió entre nosotros. No quiero esperar a ver qué pasa.
Me visto a toda prisa. De afuera, veo que estamos en un hotel de lujo. Llamo a un taxi y me voy de allí lo más rápido posible. Cuando llego a casa, Nana ya está despierta y me recibe con una hermosa sonrisa en el rostro. Ya sé que ellos tuvieron una noche maravillosa.
- Parece que alguien está huyendo de algo.
- Opa\, buenos días Nana.
- Te conozco muy bien\, ¿dormiste con alguna chica y\, como odias las relaciones\, te fuiste antes de que la chica se diera cuenta de tu presencia?
- Dios\, Nana\, me conoces demasiado.
- Voy a subir a tomar una ducha.
- Hazlo\, hueles demasiado a alcohol\, chico.
- No necesitas decir nada más\, ¿dónde está mi padre? ¿Disfrutaron de la noche?
Me mira con una carita tímida.
- Nana\, tranquila\, ustedes son las personas que más amo en la vida. Después de que mi madre se fue\, eres la persona más cercana que he tenido a una madre\, así que todo está bien.
- Oh\, mi chico\, pensé que te molestaría.
- Para nada\, ni te imaginas cuánto me alegra verlos juntos.
Ella se acerca y me abraza. Ella ni siquiera imagina cuánto la aprecio y tenerla aquí con mi padre me tranquiliza y sé que no está solo.
- Voy a subir y darme una ducha. Mi vuelo sale en una hora.
- ¿Pero ya te vas\, hijo? - Dice mi padre acercándose a la cocina.
- Sí\, papá\, no puedo ausentarme mucho de la empresa\, ya sabes eso.
- Claro\, claro\, sé que eres lo suficientemente terco como para convencerme de que te quedes.
- Así es.
Vuelvo a mi habitación, tomo una ducha, arreglo mi maleta, me despido de Nana y mi padre me lleva al aeropuerto. Nos despedimos y vuelo a casa.