Rhett trabajó mucho para convertirse en un cazador de criaturas de la noche, hasta que un día se entera que su compañero más leal es uno de ellos.
¿Qué hará ahora que tiene un vampiro a lado? Y aún peor, ¿por qué se ha enamorado de él?
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Castigo por un crimen
"¿Irás a decirle a alguien que tu compañero de dupla era en realidad un vampiro y ha atacado la aldea?", se burló Daemon, "Suena ridículo, nadie creería cosas tan disparatadas".
Rhett estaba a punto de hacer sus pies correr a toda velocidad lejos de la presencia de Daemon, cuando el vampiro se levantó por su cuenta y sujeto su brazo con fuerza. "No puedes irte así nada más", dijo.
La respiración de Rhett se aceleró, sabía que estaba entrando en pánico y eso era una mala señal. Una que le indicaba perder el control de sí mismo.
"¿Qué quieres que haga, Daemon? Le has mentido a todo el mundo" afirmó con fuerza. Le dolía el brazo por intentar soltarse, sus capacidades no se comparaban ni un poco a las de una criatura de primera categoría.
Daemon se quedó callado un rato, soltó un suspiro y aclaró, "Es verdad, pero no puedo dejarte ir".
Rhett no encontró razones para seguir a su lado, ambos eran como el gato y el ratón en medio de un juego de supervivencia. Recordó aquel día que le preguntó a Daemon por qué insistía tanto en seguir junto a él y la respuesta que recibió fue que era un secreto. Tal vez había llegado el momento de revelarlo.
"¿Por qué? Ya has saciado tu deseo de sangre, no soy ni un poco útil para ti. Apenas puedo blandir mi propia arma", quería irse, irse y pedir ayuda, mantenerse lejos de este vampiro que siempre estuvo infiltrado, inventando que sentía algo por él para tener una historia con la cual pasar el rato.
"Hay algo en ti que me llama, pronuncia mi nombre sin descanso" Daemon pasó una de sus frías manos sobre el cuello de Rhett de arriba hacia abajo, con suavidad y admiración, su mayor deseo era probar un poco de su sabor.
"Estás loco" acusó Rhett.
"Probablemente tengas razón en eso", el vampiro trataba de idear una forma de permanecer con Rhett y tener la oportunidad de descubrir qué era aquello que le afectaba los sentidos.
"Iré contigo con una condición", ofreció Rhett con la intención de poner un freno a las acciones de su excompañero. Encontró irónico que una criatura de la noche trabajó como cazador y solo duró una noche antes de perder el control.
"Cualquier cosa" respondió Daemon sin pensarlo dos veces, valía más la presencia de Rhett que cualquier cosa que tuvo antes.
Rhett tardó unos segundos en responder, sus dedos temblaban e intentó ocultar su miedo escondiendo sus manos tras la espalda, "Entonces, no puedes irte lejos de mi vista. Donde tú vayas, debes llevarme contigo", si de verdad Rhett era tan importante para Daemon, evitaría que atacara a más personas.
Existía la posibilidad de encontrar cazadores pronto, con suerte les explicaría la situación y Daemon sería expulsado de tierras humanas para ser exiliado. No quería que muriera, se lo merecía, pero Rhett lo impediría mientras pudiera.
"Eso es fácil" dijo Daemon con una pequeña sonrisa. Las personas, la sangre, el dolor pasó a segundo plano cuando lo miró, su sonrisa seguía siendo tan sorprendente como la primera vez que la vio.
Alto, Rhett, no olvides que es una criatura peligrosa.
Ambos partieron sin rumbo concreto, buscando un lugar para pasar la noche después de una extraña primera jornada.
Rhett se imaginó el desastre que sería el cuerpo de cazadores mañana, encontrando que no entregaron su reporte de trabajo e incluso huyeron dejando una aldea en total destrucción y personas heridas en todas las casas. Los rastros eran claros, un vampiro atacó, ¿culparán a una criatura de la noche y luego qué? Se darán cuenta de que sus cuerpos no están entre las víctimas.
Un golpe en su frente lo sacó de sus pensamientos, Daemon le había dado un golpecito con un dedo. "Deja de pensar en los cazadores y enfócate en mi" pidió.
Él asintió, todavía tenía miedo de Daemon y de lo que era capaz con tal de conseguir lo que quería. Rhett aprovechó el tiempo de caminata para despedirse de su sueño, nunca podría ser un cazador y enorgullecer a su madre.
Llegando a un pequeña posada con aspectos viejo y demacrado, ambos entraron sin mucho cuidado. La ventaja de tener un vampiro a su lado es que no tenía miedo de que les pasara algo, como un robo.
"Una habitación para dos" pidió Daemon en la recepción, que en realidad era un pequeño bar con bebidas por doquier estorbando y expulsando un olor a alcohol.
El encargado le pidió una tarifa muy elevada a Daemon cuando notó el uniforme de cazador que lucía, a diferencia de Rhett, el vampiro estaba casi intacto de cualquier mancha que pudiera quitarle presentación. No fue problema para Daemon pagar esa desorbitada suma de dinero, no parpadeó siquiera mientras entregaba el pago.
"¿Por qué no pediste dos habitaciones diferentes? Tendremos que compartir cama" soltó Rhett cuando subieron a las habitaciones en el segundo piso.
"A donde yo voy, tu vas también" Daemon citó las palabras de Rhett, lo que lo hizo avergonzarse. Abrió la puerta con fuerza y un chirrido salió de la madera como un recibimiento al lugar.
Rhett miró la dura cama de la recámara para evitar poner su atención en Daemon, que fue directo por agua para lavarse el cabello. Con mucho esfuerzo reprimió las ganas de decirle que era absurdo lavar sus hebras rojas cuando la sangre era del mismo color y no se notaba ni un poco el rastro.
Presionó la cama con una mano para ver la resistencia de ella, y lo comprobó, sí estaba tan dura como aparentaba. Dejó ambas lanzas declinadas en una pared descuidadamente, se recostó y miró hacia el techo. Tenía muchos orificios, casi podía ver las ratas caminando arriba de él, burlándose.
Después sintió un peso a su lado, supo que era Daemon de inmediato, olía a jabón por lavarse. No podía dormir por culpa suya, su deber era permanecer despierto, su cuerpo está a alerta por el temor de que Daemon intenté hacerle algo a su persona.
Sin previo aviso, el vampiro se recostó sobre el hombro de Rhett. "¿Puedo?", preguntó Daemon, Rhett pensó que se refería a recostarse sobre él para usarlo como almohada y respondió con un leve asentimiento.
Pero lo que Daemon hizo fue acercar su nariz al cuello de Rhett y aspirar lo mejor que pudo su esencia, sacándole un temblor. Daemon, con un movimiento rápido se apartó, como si hubiera encontrado algo mortal en el cuerpo de Rhett.
"¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así?", quiso saber Rhett, tal vez estaba a punto de ser una víctima de un vampiro. Succionando le quitaría la vida en un dos por tres.
Trató de convencerse de que Daemon, al igual que él, decía la verdad al hablar del aprecio que sentía por él.
"Me sorprendes, Rhett. Ahora no hay duda alguna, tú perteneces a mi lado".
(a que tienen malos sentimientos hacia él o hablan a espaldas de él)