La Reencarnación De La Emperatriz Sanguinaria.

Moira entro a la habitación de Victoria para entregarle el desayuno, notando que ella aún dormía y la ventana estaba abierta, así que se acerca para cerrar la ventana, aunque nota la pijama de la chica tirada en el piso. Moira deja salir un suspiro, haciéndose una idea de lo que paso y al parecer el misterioso amante se fue al amanecer.

— alteza, le he traído el desayuno y en la tarde vendrá la modista, traerá algunos modelos de vestidos, para la fiesta de compromiso.— le informa Moira.

— esta bien, bajare en un momento, primero me daré un baño.— se levanta envuelta en la sábanas y se mete al baño.

Moira se retira, cerrando la habitación y pidiendo a los demás sirvientes no molestar a la princesa.

Por otro lado, Lethia estaba feliz, pronto será nombrada heredera al trono y se casará con Axel, esta vez le ha ganado a Victoria, pues ella se esta quedando con lo más importante, el trono.

— tan pronto sea coronada, esa perra será enviada a la horca.— habla para si misma.

Sin duda se encargará de eliminar a Victoria, después de todo, nunca la ha visto como hermana y solo fue una huérfana recogida por sus padres. Una doncella toca la puerta y le informa que la modista ha llegado para tomar las medidas para su vestido de compromiso, así que Lethia baja feliz, llegando al salón donde ya la esperaban, pero, Victoria ya ha llegado, viendo los modelos que la modista había llevado para ella.

Lethia entra con la mirada en alto y una sonrisa altanera, llamando a la modista para que le tome sus medidas mientras Victoria escoge.

— es una pena que no seas quien este disfrutando de este maravilloso momento.— se burla.

— en realidad lo hago, solo una desesperada estaría feliz de casarse con un fracasado.— responde sonriendo con burla.

— hablas por pura envidia.— responde molesta.— porque soy quien tendrá el trono.

Una risa resuena en la habitación, siendo la de Victoria, la modista y sus asistentes se miran entre si preocupadas. Mientras que Victoria al detener su risa mira fijamente a Lethia.

— serás la heredera, pero nada garantiza que el trono sea tuyo...los imprevistos pasan, además los lycan avanzan, el trono podría no durarte mucho.—

Lethia estaba apretando los puños, le enfurecia el hecho de ver que Victoria esta calmada y además, se burla de ella.

— eso no pasará, las tropas del joven duque los detendrán.— asegura.

— la guerra no se gana porque tengas más soldados, se gana, si sabes como mover tus piezas. Ya lo entenderás.—

Dicho esto, Victoria señala el vestido que quiere y después se retira del lugar, dejando a Lethia molesta, porque no pudo humillarla.

.

.

.

Victoria por su parte, disfruta de una caminata por el palacio, viendo lo ajetreado que esta debido a la preparación de la fiesta, quien diría que hace poco, lloraban la muerte del duque Dagger y ahora preparan una fiesta. Un grupo de mujeres nobles caminan en dirección a Victoria, era la duquesa Dagger, quien sonríe felizmente y presume con las otras damas sobre el compromiso de su hijo con la princesa Lethia.

El llegar ante Victoria, todas hacen una reverencia para saludarla, aunque la duquesa, solo sonríe ladina, sintiéndose superior, ya que su hijo pronto será emperador.

— veo que la princesa Victoria ha dejado el campo de batalla para presenciar el compromiso de su hermana.— menciona la duquesa.

— no era la idea, pero, me quedaré a ver tan increíble acontecimiento.— responde sarcástica.

— lo es, el mejor de todos, oficialmente, mi hijo también será nombrado heredero al trono junto a la princesa Lethia.— presume.

Las otras mujeres se sorprenden y la felicitan por tan importante acontecimiento.

— es lamentable que usted no pueda ser la heredera.— se burla la duquesa.

— no me preocupa, en especial cuando la guerra es incierta y su hijo irá al campo de batalla, así que, no disfrute demasiado, podría ser un mal presagio.— la sonrisa de Victoria era maliciosa.

La duquesa se sobresalta con las palabras de la chica, mientras que las otras mujeres murmuran entre si debido a lo que ha dicho. Victoria solo hace una reverencia y sigue su camino.

.

.

.

En el campamento, Vicenzo estaba buscando a Wolfram, pero al parecer no estaba cerca, pregunta a los demás lycan, pero estos no saben, así que termina acercándose a Sira, porque le han dicho que ella es su general de confianza.

— su majestad fue a Umbra, fue a ver a la princesa llamada Victoria. Es la hermana que usted busca, ¿verdad?— responde Sira.

— si, estoy seguro que es ella. Siendo sincero, no creí que ella fuera a traicionar al emperador...— deja escapar un pesado suspiro.

— no se porque lo ha hecho, pero debo decir que sus estrategias son buenas, supongo que su majestad regresara pronto, quizás mañana...—

— de acuerdo. ¿Usted sabe como es que mi hermana y el emperador se conocen?— pregunta con curiosidad.

— creo que ella lo busco, esos detalles solo su majestad lo sabe.— Sira desvía la mirada, si el vampiro supiera, seguramente habría una gran pelea entre Wolfram y él.

Justamente como Sira dijo, Wolfram no demoró en llegar, aunque estaba agotado por el viaje, aún así reunión a sus generales, mostrando un pergamino, al abrirlo era un mapa en el cual se señalaba una ruta, una que es a través las minas.

—¿a donde nos llevará esa ruta?— pregunta Sira.

— cerca de la capital, esta vez nuestro objetivo son los refuerzos que el emperador enviará.— Wolfram habla con firmeza.

Los generales se miran entre sí, era una estrategia arriesgada, pero también una que les daría ventaja, porque Umbra se quedaría sin refuerzos, y además estarán muy cerca del palacio, una oportunidad única para acabar con el emperador de una sola vez. Los generales estaban dispuestos a guiar sus tropas ha ese lugar, ya que si eso ayuda a que la guerra acabe pronto, entonces vale la pena arriesgarse. Wolfram ordena preparar todo, saldrán deben de partir al atardecer, para poder llegar a la zona durante la noche, es el mejor momento para infiltrarse por esa ruta sin que sean descubiertos.

Vicenzo habla con Wolfram, pidiendo que le dejen a sus tropas el seguir con los ataques a los campamentos de Umbra, si hacen eso, podrán avanzar más rápido. Wolfram le entrega los planos que Victoria le había dejado.

— si todo sale bien, pronto podrá reunirse con su hermana.— asegura Wolfram.

—¿como esta ella?, ese hombre no la obligó a casarse, ¿verdad?— pregunta con preocupación.

— no lo hizo, ella es más astuta de lo que cree, majestad, usted mismo lo esta comprobando con sus planes.— tras decir esto, le enseña los indicaciones sobre los próximos ataques.

Wolfram le pide ser cuidadoso, además, le informa que en el siguiente ataque se cruzara con Byron Blackwood, el mayor de los príncipes de Umbra, por supuesto, si desea acabar con él, es libre de hacerlo, quizás, Victoria no se enoje por ello.

.

.

.

En el palacio, Lethia estaba atenta a las preparaciones de su fiesta, quería que todo saliera perfecto y que Victoria vea que ella, ha dejado de ser importante en el imperio, que su padre ya no la favorecera más.

Victoria por su parte, solo estaba teniendo días tranquilos en el palacio, tomando una especie de vacaciones, ya que pronto habrán días muy agitados. Axel quien ha permanecido en el palacio, vigila a Victoria cada vez que puede, quiere descubrir si fue ella realmente la que asesino a su padre, pero, solo la ha visto entrenar en el campa de entrenamiento y después de eso pasar el resto de su día en su residencia. Incluso la doncella que envió como espía, le ha dicho que Victoria permanece en su habitación la mayor parte del tiempo y que solo Moira es quien la atiende, porque se dice que Victoria no confía en nadie más. Aunque hay algo que la doncella notó y es que durante la noche, Moira lleva una copa cada noche a la habitación de Victoria, una copa que ella saca de su habitación. Intento descubrir que era, pero, no encontró nada extraño y cuando la vieron en la habitación de Moira las otras doncellas la echaron pues no debe de entrar.

— tal vez es alguna especie de poción, explicaría porque la princesa es fuerte.— menciona la doncella.

— quizás, pero no importa, sigue investigando, si encuentras que se trata de una poción, tráela, quiero saber de que trata.— ordena Axel.

Y es que si se trata de una poción que potencia la fuerza y la afinidad en la magia, le sería conveniente, incluso quizás los magos del ducado puedan ayudar a copiar esa poción.

•••