La Gordita Será Mi Reina

"Cada parte de mí ama cada parte de ti". 

Todos voltearon a verla.

Ella sonrió con esa calma que solo los años y la experiencia dan.

Ese idiota jamás tocó a mi nieta. Además mirando a Kira, ya sabemos que esa supuesta boda no fue legal.

¿Cómo lo sabes? fue la pregunta que todos hicieron al mismo tiempo

Ese hombre, Marcus Lemus y la señorita alargando la palabra, Bárbara Montilla … son amantes desde hace muchos años, eso ya lo sabemos. Su plan era simple: destruir la reputación de Isayel, forzar a Adrick a un matrimonio por “honor", y quedarse con el control que eso les daría.

Un murmullo recorrió la sala.

Kira entrecerró los ojos, la mente trabajando con precisión real.

Arthur: Entonces toda la historia… las drogas, la ceremonia falsa… todo fue una mentira.

Isabella: todo menos las drogas y creo que a Adrick le hicieron lo mismo,

 por suerte, mi nieta no fue abusada por ese hombre.

Isayel respiró hondo, las lágrimas contenidas.

* Yo creí que al hacerlo los protegería, a ustedes, que evitaría un escándalo.

Adrick le tomó la mano.

Lo hiciste amor nos protegiste a todos.

Arthur se levantó, caminó unos pasos y luego miró a su hijo.

Tienes un largo camino por delante, hijo. No solo como futuro rey, sino como hombre. Pero… sonrió con orgullo, si tu madre y yo alguna vez dudamos de ti, hoy no lo hacemos. Has elegido con el corazón correcto.

Kira se acercó a Isayel, tocando suavemente su mejilla.

Y tú, mi querida niña, siempre serás bienvenida aquí. No como invitada, sino como parte de esta familia y lo sabes.

Isabella sonrió satisfecha.

Es hora de que alguien le enseñe a esa serpiente disfrazada de dama que las reinas verdaderas no usan coronas… las hacen.

Todos rieron suavemente, y por primera vez en mucho tiempo, el aire en El Refugio se sintió liviano.

Adrick miró a su madre y luego a Isayel.

Entonces… ¿Qué hacemos ahora? madre

Arthur levantó una ceja.

* Pues, hijo… preparamos una boda de verdad. Pero esta vez, sin invitados falsos ni promesas vacías.

Kira añadió con una sonrisa pícara:

y le haremos creer a esa serpiente que se ha salido con la suya, esperaremos a que nazca su hijo y con las pruebas en las manos, la desterramos de nuestras vidas para siempre.

Isabella: por ahora haremos una boda secreta, solo nosotros sabremos y después cuando todo ésto pasé. celebraremos a lo grande.

Las risas llenaron la habitación.

Y entre ellas, el sonido tenue del corazón del bebé que crecía dentro de Isayel, recordándoles que incluso entre los escándalos y las mentiras, la vida siempre encuentra la forma de florecer.

❤💝 Días después

Kira se quitó los guantes blancos con calma.

Nadie lo hubiera notado, pero ese pequeño gesto era su versión de arremangarse para la pelea.

Frente a ella, Isabella servía té con la misma precisión con la que otros afilan espadas.

Mi querida Kira, en nuestros tiempos, pasamos muchas dificultades para estar con nuestros hombres.

 Kira, sonriendo con elegancia, la maleza se corta de raíz mi querida Isa, aunque ya no eran jóvenes, seguían firmes para defender a su familia ante el mundo sin mancharse las manos.

Isa: Solo hay que cocinar la verdad… a fuego alto.

Ambas se miraron con complicidad.

El plan había comenzado.

Esa misma noche, en una de las oficinas más discretas del palacio, un grupo reducido trabajaba bajo las órdenes directas de Kira.

Documentos, registros bancarios, correos cifrados, todo pasaba por sus manos.

Bárbara no actúaba sola, su cómplice estaba preso, entonces ¿Quién más la ayudaba?

Mientras tanto, Isabella buscaba ayuda en sus propios contactos, antiguos socios, periodistas y amigos.

Cada pieza encajando en su sitio.

Marcus y Bárbara habían movido dinero a cuentas extranjeras, habían manipulado contratos y usado el nombre de Adrick para acceder a favores políticos.

Pero lo mejor fue encontrar cartas amorosas… sin remitentes.

Solo iniciales que no decían o insinuaban nada.

Tres días después, en una reunión privada del Consejo Real, Kira entró acompañada de Isabella.

Los ministros, sorprendidos, se levantaron de inmediato.

Kira: Pueden sentarse caballeros. Lo que van a escuchar… necesita silencio.

Con un simple gesto, Isabella entregó una carpeta gruesa, Que contenía todas las pruebas de fraudes, manipulación, chantaje. Todo cometido por Bárbara Montilla y Marcus Lemus.

Los rostros de las personas alrededor de la mesa se llenaron de escándalo.

Uno de los ministros intentó intervenir:

Majestad, si esto se hace público, podría…

* Salvar la reputación de mi hijo. Y restaurar la fe del pueblo en la corona.

Arthur, que había permanecido callado hasta ese momento, se inclinó hacia adelante.

Esto tiene que saberlo el mundo, que sepan quiénes son los verdaderos enemigos. Además tengo una duda mi reina.

Kira: ¿Cuál es mi rey?

Arthur: por mucho que quieran lastimarnos, no tienen tanto poder para hacerlo.

Isa: yo creo que alguien más los esta ayudando, y es algo que tenemos que averiguar.

Esa misma tarde, las noticias estallaron.

* El palacio ha confirmado el embarazo de Bárbara Montilla, por órdenes reales se esperara hasta que la criatura nazca para hacerle una prueba de adn.

ya que se ha confirmado que la señorita Bárbara Montilla sostenía una relación amorosa con el sr. Marcus Lemus

los titulares de las noticias ese mismo dia

* El príncipe Adrick ¿posible víctima de complot en su contra?

El pueblo, que adoraba al joven de mirada soñadora y corazón de Rey, se volcó a su favor.

Bárbara que no era ninguna boba sabía que era momento de irse, ese mismo día desapareció de la vida de Adrick.

Y mientras la tormenta rugía afuera, en el jardín del palacio, Isayel y Adrick caminaban tomados de la mano, sintiendo por fin el alivio de la libertad.

Ella apoyó la cabeza en su hombro.

¿Y ahora qué pasará?

Ahora dejamos que nuestras madres terminen de servir el sancocho. 🤭

Desde la terraza, Kira e Isabella los observaban.

¿Sabes, vieja amiga? dijo Isabella con picardía.

Si nuestras familias se hubieran unido antes, habríamos conquistado medio mundo.

Kira rió.

No lo digas tan alto, qué aún podemos hacerlo.

Las dos alzaron sus copas de vino y brindaron.

Por el amor, por la verdad… y por haber cocinado una sopa real tan sabrosa que ninguno olvidaría su sabor.

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