El Barón Y La Plabeya

Sandra se sienta en la sala del empacho, la situación es más grave, incluso el Emperador está nervioso por la situación.

-Mato a sus hermanos?

-Si, pero para los nobles el culpable fue el segundo príncipe, no hay pruebas sólidas de que el tercer hermano fuera el culpable, todos los nobles de Terán están de su lado, él es el nuevo Rey.

-Si él sabe del niño lo matará, que debo hacer.

-Debemos ocultarlo, tal vez para siempre.

-Pero él es...

-Sandra, sin apoyo, sin nadie que le sea legal, él no es nada, no solo somos soberanos por herencia, es por él pueblo, si el pueblo no nos apoya, no somos nada, para su reino él está muerto.

-Entonces...

-Los papeles indican que es tu hijo, él es Philip Collins de la Vera, hijo del almirante Collins, enviaremos a más espías si el rey es una amenaza en un futuro él puede recuperar su vida, pero será muy difícil.

Quien más sabe de él?

-Nosotros y el doctor que certificó el nacimiento -Decía la marquesa-

-Bien, que entre, solo nosotros sabremos quién es, marquesa, Hera confío en ustedes, Hera quedarás a cargo del pequeño.

El doctor entraba y es la primera vez que veo directamente al emperador, al ser plebeyo se arrodilla ante él, Dunkan le dice que se ponga de pie.

-Majestad es un honor estar aquí, solo Daniel Melez doctor de bajo rango al servicio de la flota de Thaslis.

-Doctor, así que firmaste el certificado alterando la fecha, ¿por qué?

-Cómo?

-Porque lo hiciste?

-Majestad, esa noche, el capitán fue en busca de Hera, se había tardado tanto que entró en desesperación y fue tras ella, pero fue herido y apenas pude regresarlo al barco, cuando ella llegó traía al pequeño, Collins era como mi hermano, me pidió el favor y al saber quién era el pequeño lo hice, sin esperar nada Majestad, sé perfectamente quien es el niño y la importancia de su seguridad.

-Bien, me vas a jurar por tu honor que jamás dirás quien es el niño, para todo es el hijo del almirante, hijo de Sandra de la Vera, podrás regresar al servicio...

-No, he decidido quedarme junto a mi señora y el niño, soy doctor, pero tengo entrenamiento de caballero, majestad déjeme seguir al lado del pequeño.

-Está bien -Dunkan saca su espada y el doctor se arrodilla, pone la espada en su hombro para que haga su juramento -

-Yo Daniel de Melez, juro por mi honor y mi vida, que jamás diré la verdadera identidad de Philip Collins de la Vera, él es hijo del almirante, hijo de Sandra de la vera, juro ser leal a mi señor.

-Bien, ahora sal espera a tu señora afuera.

-Gracias majestad.

Daniel sale y Sandra solo lo ve, ella tiene en sus brazos al niño.

-Sandra regresarás al puerto?

-No, quiero ir con mi padre, al Ducado Cárter, el administrador ahí, entre más lejos del puerto mejor.

-Está bien, te asignaré un presupuesto para que no les falte nada.

-No es necesario.

-Si lo es, Sandra él es un príncipe, recibirá la educación de un noble, así debe ser él sabrá algún día quien es, si Terán da problemas, le regresaré su corona.

-Como ordene majestad.

Sandra se retira y la marquesa se queda con los Emperadores, la situación es tensa, pero confía en que todo estará bien, por los pasillos ve a un niño de cabello blanco, es Luciel príncipe heredero, le dice adiós con la mano pues la conocen por ser la institutriz de Lisa, ahora ella tiene otra misión, ser madre.

Al día siguiente ella está en la sala común del palacio de invitados, la emperatriz le dió unos juguetes para Philip, ya camina, pero todavía no muy bien, así como una niñera con talentos únicos, si bien Sandra es excelente, el niño necesita a alguien a su lado.

-Dios, Pero que hermoso es!

-Padre!!

-Mi hermosa niña, que gusto verte, dime estás bien?

-Si

-Puedo -se refería a cargar al niño-

-Adelante, claro.

-Siento lo que pasó.

-Padre el es...

-Es tu hijo, eres viuda no es así.

Sandra sabe que su padre entendió todo, no es necesario dar explicaciones, su padre lo carga y el pequeño lo abraza.

Se nota que era amado por sus padres, Sandra siente pesar por saber que él no recordara nada, y ni siquiera tiene un retrato de sus padres, Sandra se asusta cuando escucha la voz de un hombre.

-Buen día, señora Collins, Señor de la Vera, como ha estado.

Ambos voltean para saludar, era Noah quien entraba.

-Señora podemos hablar por favor?

El padre de Sandra le da al niño y el se ora frente a Noah.

-En otra ocasión, ahora acabo de llegar y estoy con mi hija y mi nieto, si nos disculpa.

-No será mucho tiempo...

-Baron no es educado de su parte insistir.

Noah está molesto, no se imaginaba ver ahí al padre de Sandra, ell estaba por intervenir cuando una mujer lo llama.

-Noah que pasa?

Sandra se tensa al ver a la madre de Noah, los recuerdos que tiene de ella no son agradables.

-No puede ser, De la Vera, cuántos tiempo ha pasado, que gusto verte.

El padre de Sandra saluda formalmente a la madre de Noah, si. Que los dos reaccionen a tiempo esos dos ya van platicando hacia el jardín, ambos nada más se ven y comienzan a reír.

-Jajaja, como es que mi madre conoce a tu padre.

-No lo se -le decía Sandra que cargaba al niño-

Noah estaba al lado de Sandra y el pequeño empezó a jalar su capa por los adornos que cargaba.

-Disculpa.

-No te preocupes, ven haber -Noah lo carga sin preguntar, no dice nada por qué Philip ya estaba jalando su capa- Entonces te llama Philip, eres bonito, te pareces a tu mamá, espero que asi sea tu padre era feo.

-Oye!! Perdón, barón no le diga eso al niño, dámelo -Sandra se lo quita y se lo da a la niñera, ella lo lleva para que coma y a que duerma.

-Jaja perdón.

-Philip era un hombre muy atractivo.

-Más que yo?

-Que? Cómo puede preguntarme eso.

-Mejor tomemos té, debo hablar contigo.

-No quiero.

-Vamos, solo un momento

Noah pide té y la comida, viene llegando y tiene hambre, ambos pasan a la terraza para comer, Sandra voltea y no ve a su padre.

-Nos dejaron, mi madre le urgía verme y mira ve a un hombre guapo y se va.

-Barón, que necesita.

-Sandra, por favor solo ahorita no me digas barón, comamos muero de hambre.

-Bien, pero solo por el momento.

Ambos comen, Sandra esperaba a su padre para comer pero se fue con la madre de Noah, ella no hizo ningún comentario, y no sabía que se conocían, hasta que se da cuenta que ella lleva algunos años en el norte y su padre viaja también para allá.