El Retrovisor De Mi Vida

Nos encontrábamos ya en la oficina después de dejar a shercan donde lo cuidan y a Francisco en el jardín. Me encontraba absorta en la revisión de un contrato prematrimonial complejo, cuándo su teléfono comenzó a vibrar sobre el escritorio. Con un suspiro, aparto los documentos y tomo el teléfono. Miro la pantalla y vio que era una llamada de la guardería de Francisco. El corazón de Beige empezó a latir mil por hora, contestó.

Hola

Hola, llamamos del jardín "colores del alma", lamentamos molestarla en el trabajo, pero Francisco no se está sintiendo bien. Tiene fiebre y parece congestionado. Lo llevamos a la enfermería, pero lo aconsejable es llevarlo a un centro médico.¿podría venir a recogerlo?.

Si claro, estaré allí en breve.

Sale corriendo y le comenta a Marco lo ocurrido, solicitan el permiso al jefe de la oficina, el cual les da la libertad de salir a resolver sus problemas familiares y juntos van a buscar al pequeño.

Tan pronto llegan por él lo ven un poco pálido con su nariz enrojecida por la fiebre, me acercó y le doy un abrazo y lo cargo. Siento mi corazón apretado ya se que es la preocupación maternal, de ver a mi pequeño así. Francisco se acurrucó en el hombro de su madre y se quedó dormido.

Lo llevan donde su pediatra y les indica que es una virosis que está en el ambiente, que no es el primer caso y que le van a realizar una serie de exámenes para descartar otras probabilidades, pero que su recuperación va hacer en casa con unos medicamentos para el dolor y la fiebre.

Esperando que le realizarán unas pruebas al pequeño, para que le den de alta. El teléfono de Marco timbra y contesta sin fijarse.

Aló

Señor Marco, lo llamamos de "Perritos felices" lo llamamos porque ha ocurrido algo terrible el pequeño shercan ha caído en un hueco en el jardín y parece estar herido, puede venir por el.

Oh no, ya voy para allá .

élortando la llamada, Marco voltea a mirarme y me comenta lo ocurrido. Hay preocupación y angustia. Tenían que enfrentar esta situación juntos, buscaban una salida a la crisis.

Preguntó ¿ qué haremos?, con todo el peso del nerviosismo en mis hombros.

Marco, me indica que yo me quedé esperando que le den de alta al pequeño, que el va por shercan lo lleva a la veterinaria y se ven en casa, se dan un abrazo y beso de despedida y sale.

Cuando Marco llega, encuentra a su pequeña mascota tendida en el piso, con una pata herida y un aspecto de dolor a su vista. Se acerca y le dice -lo siento mucho pequeño, vamos a curarte-.

Lo llevo a un centro veterinario, le recetaron unos medicamentos para el dolor,le indicaron que por ser todavía un cachorro se sanaría pronto.

Ya en casa se encargaron del bienestar de sus dos enfermizos, se apoyaron mutuamente mientras se recuperaban.

Al final, Francisco se recuperó por completo, y shercan también estaba bien de sus heridas. Nosotros ya volvimos a nuestra rutina con un aliento renovado lleno de gratitud y alegría por nuestra familia. No sé dejaron derrotar.

Aunque enfrentaron desafíos difíciles, descubrieron aún más que con apoyo mutuo que, con amor se puede superar cualquier adversidad en la vida.