Inesperado Destino

Frente a la casa de mi padre, hay una mansión muy hermosa, de grandes jardines, siempre tuve la curiosidad de saber quién vivía ahí, pero mi padre, las veces que le pregunté me decía lo mismo que era una dama, pariente de unos queridos amigos, nunca me dijo que era mi angelito, una vez la Vi salir de esa casa en carros blindados, mi padre solo me comentó que era la familia que había venido a dar vuelta a la bella dama, llegué a creer que mi padre le gustaba esa mujer, pero no le ponía atención, ya que nunca se veía nada raro en esa casa.

Ahora me entero de que ella siempre se quedó viviendo aquí, en esa bella casa con su Nana y sus padres ella siempre fue mujer de gustos sencillos a pesar de su dinero nunca fue extravagante como muchas locas que en su momento pasaron por mi vida, que si no era un brillante que le tumbaron la mano, no les gustaba nada, recuerdo el día que le regale un aderezo de esmeraldas, lo recibió lo vio, pero no dijo nada, no le gusto y creo nunca lo uso, en cambio, esa cadena que lleva puesta, con una lágrima de brillante nunca se la ha quitado, esa se la obsequie un día que la acompañe a comprar unas cosas, me pareció simple, pero a ella le pareció hermosa, en cambio, su delirio son los dulces, los chocolates rellenos de licor son sus favoritos, los turrones de almendras y avellanas ni se diga. Ella es lo que mi padre siempre dice una mujer con clase y categoría, ahora entiendo los chocolates que papá siempre mandaba a buscar por cajas, eran para ella, por eso él nunca preguntaba por ella, siempre la veía, por eso me decía lo hermosa que estaba y yo pensando tantas estupideces, los regalos llegaban a la puerta de la casa y nadie los veía, era ella, que ciego he estado durante estos años, no puse atención a las señales eso quiere decir que la vez que me hirieron que estuve con las fiebres

fue ella quien me cuido no fueron sueños era mi ángel, ella era la que dormía a mi lado y me daba calor con su cuerpo y me dio varias veces comida en ese momento que pensé era mi final, ella y su presencia me daban la fuerza que yo necesitaba en ese momento, recuerdo cuando desperté

en toda la habitación estaba su olor y yo pensaba que era por los sueños con ella y era mi niña que estuvo conmigo. Cuando más la necesite ella estuvo ahí y no me desamparo.

Julián siempre me ha dicho que ella es una mujer de oro, yo no lo entendía ahora sí lo sé ella ha demostrado su verdadero amor por mí. Cómo deseo que esté embarazada y me dé mís hijos, eso sería la felicidad total en mi vida.

Todo mi amor es solo para ella, esos tres meses que ella dedicó a mi enfermedad, se los devolveré con amor ternura y ahora menos que menos la dejo irse de mi lado.