Amelia tiene 17 años, es huérfana y una esclava, sabe de alguna manera que fue amada mientras estuvo en el vientre de su madre, pero una mestiza es despreciada por todos: humanos y en especial por los elfos. En su cumpleaños 17 intentan tomar su pureza y ella escapa al bosque donde encuentra una cría de dragón y lo cría en secreto hasta poder escapar pero cae en manos de los elfos quienes matan a los mestizos sin hacer preguntas, ¿qué pasará con Amelia, logrará escapar nuevamente? ¿Huirá de su destino? cuando un guerrero elfo que la desea y odia al mismo tiempo, tenga su destino en sus manos deberá decidir qué es más fuerte si los prejuicios o el amor.
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Cap 11. Odio desmedido
Amelia despertó confundida con las palabras de Lía en su cabeza - despierta Amelia, despierta, despierta por favor necesito que busques tu collar y te lo pongas es la única manera de evitar que te encuentren, vamos arriba sé que estás herida pero también estoy lastimada y no voy a poder protegerte.
-Lía, Lía... ¿Qué sucedió? me duele todo el cuerpo siento como... como una nube en mis sentidos, en mi mente... Me siento extraña...
-Es el veneno, también estaban en las flechas...Toma un poco más de mi energía, levántate, saca el collar de la bolsa que amarraste a mi pata y póntelo, los necromantes están cerca y... tengo miedo Amelia, no puedo protegerte... Estoy débil.
Amelia se levantó tambaleante y se acercó a su dragona que estaba acostada a su lado, con dificultad desató el morral y se puso su colgante. Y se derrumbó inconsciente. Lía abrió su ala y la protegió de la fría noche.
Lía estaba agotada, herida y encima ese maldito veneno no dejaba que se cure rápido. Sentía la energía de Amelia muy débil, su amiga yacía inconsciente y ni siquiera la había podido marcar como suya, no podía curarla, apenas había sido capaz de darle algo de energía. Pero era una dragona joven, también necesitaba entrenamiento y no sabía cómo marcar a su jinete.
La dragona aunque era casi del tamaño de un caballo, era aún muy joven a pesar que los dragones maduran bastante pronto. Si lo comparamos en edad humana, Lía tenía aproximadamente la misma edad que Amelia e iría creciendo mentalmente al ritmo de su jinete, una vez marcado. Así siempre la pareja de dragón y jinete serían compañeros.
Lía esperaba recuperar fuerzas y llevar a Amelia algún lugar donde la puedan ayudar, había logrado volar, aunque aún con torpeza, y el peso de Amelia era aún demasiado para Lía.
El lugar más cercano eran una de las ciudades Élficas, quienes tenian gran respeto hacia los dragones, esperaba que ese respeto se extendiera a su compañera, a pesar de ser mestiza.
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El amanecer llegó y con este un grupo de elfos exploradores que sintieron magia en el bosque sagrado y la presencia de un dragón. La última vez que habían sentido la presencia de dragones, se apresuraron en ir, pero llegaron tarde y solo encontraron el lugar destrozado y una tumba con crías de dragón. Sus corazones quedaron desolados ante semejante pérdida. Es por ello, que está vez tenían un equipo listo para partir de inmediato, apenas sintieran algo de magia dragonil.
Al grupo de seis elfos lo encabezaba el príncipe Orión Thalion, un magnífico guerrero experto en el uso de arco y espada. Además él posee habilidades mágicas como la capacidad de comunicarse con los animales, leer y controlar la mente y cierta capacidad de sanación.
Orión y sus guerreros llegaron al claro dónde descansaba Lía cubriendo con el ala a Amelia.
-Venerada dragona, permite que te ayudemos, a ti y a tu compañera, estás gravemente herida y el olor al veneno negro es demasiado fuerte. Tus habilidades curativas naturales no reaccionan por el veneno e impedirán recuperarte pronto incluso podrían llevarte a la muerte, ya que eres muy joven todavía. También permite que mi sanador atienda a tu jinete- Orión terminó su discurso con una inclinación, aunque lo que realmente deseaba era correr hacia la dragona y empezar a curarla, él estaba desesperado por acercarse y sanar las heridas de aquella magnífica criatura. Le dolía el corazón verla herida. Además, sabía que su jinete estaba en peligro, ya que una mujer yacía inmóvil bajo su ala.
Una vez que Lía escuchó las palabras de Orión retiró su ala y dejó al descubierto el cuerpo de Amelia. En ese instante varias cosas pasaron a la vez: Los seis elfos hicieron cara de disgusto y enfado, algunos de ellos escupieron al suelo y exclamaron: mestiza.
-Príncipe, deja que acabe con la vida de aquella alimaña, no manche su espada con la sangre putrefacta de una mestiza- dio un paso al frente su segundo al mando Celethor Starforged, un guerrero élfico veterano apegado a las tradiciones, e hincó una rodilla en el suelo.
Lía al ver sus reacciones y escuchar sus palabras se levantó en pose ofensiva hacia los elfos y en actitud protectora sobre el cuerpo de Amelia. Rugió y grandes cantidades de humo salieron por sus orificios nasales.
Todos los elfos retrocedieron a excepción de Orión y de Celethor.
-Dime dragona, ¿es que acaso esa mestiza ha confundido tus sentidos? Es una burla hacia nuestra raza. Estos híbridos solo han robado magia que le pertenece a los elfos y su linaje puro, no merecen la vida.
Lía gruñó con ferocidad ante tal comentario, y lanzó su cola hacia el príncipe, quien con un ágil salto esquivó el ataque.
-Cuida tus palabras Elfo - habló Lía en la mente de Orión y de los demás elfos- sabes que a pesar de ser joven y estar herida no dudaré en despedazarte si intentas dañar a mi jinete. No necesito tu ayuda si intentas dañarla y créeme si lo haces haré que todos los dragones sepan que tú y tu pueblo han ganado un enemigo entre mi raza.
Todos los elfos palidecieron al escuchar las palabras de la dragona.
-Pero que ocurre aquí- se escucha la voz de una mujer mayor, ella viene cabalgando y se detiene al ver la escena. - Oh por la Luna, ¿pero qué hacen?, ¿Qué esperan que no atienden a la jinete y al dragón?
-Sabia Calanta, es una mestiza, no podemos perdonar su vida y tratamos que la dragona se retire para cumplir con nuestro trabajo, acabar con la existencia de la hibrida- dice un joven elfo, mientras hace un inclinación hacia la bruja sanadora .
Lía ruge ante ese comentario y Calanta replica - Ya veo, ustedes seis quieren "enseñar" a una dragona a respetar las creencias de los elfos irrespetando las creencias de su raza, muy sensato de su parte. Y pretenden que la dragona se retire obedientemente y encima les de las gracias, por la noble acción de matar a su jinete. Ah y me olvidaba, quieren hacer su "noble labor" sin importarles que la dragona este herida y apestando a veneno negro.
El joven elfo se sonroja ante las palabras de su maestra, pero está ante su príncipe también y no puede llevarle la contraria, así que levanta la cabeza y replica - La mestiza no merece vivir.
-Ya veo Fiannor, entonces tú tampoco mereces más recibir mis enseñanzas. ¡Apartensen! Bola de ineptos y desalmados, tomen su ego y vayan a su ciudad con la cabeza en alto y digan a su rey que dejaron morir a una dragona azul por la elección que hizo la criatura. Haré mi campamento aquí. Desde hoy abandono Elvanar- les dice mirándolos desafiante.
Los elfos se quedan estupefactos al oír las palabras de la sanadora. Siempre fue considerada amiga de los elfos y una importante figura dentro de su ciudad. Es una gran sanadora y una de las pocas que mantiene detenida la maldición del rey. El padre de Orión había sido maldecido en la última gran batalla y de no ser por Calanta ya habría fallecido. Lo último que deseaban era que la mujer se marchara.
-Fiannor cómo última orden como tú maestra, trae todas mis pertenencias aquí- le da la espalda y se acerca a la Dragona y hace una profunda reverencia.
-Querida dragona, a pesar que estás herida tu raza es más fuerte, está muchacha necesita atención prioritaria, permíteme que la salve. Te doy acceso a mi mente libremente para que puedas monitorear mis emociones e intenciones.
-Alto Calanta- no curarás a la hibrida en mi presencia, es un insulto, además podría ser una espía de El Escuadrón.
-No me digas Alnitak, ¿tú me vas a detener, o a la dragona?- Orión se crispó al escuchar el nombre de Alnitak y respondió mordazmente.
-Ya no soy esa persona, si la curas serás considerada enemiga de los elfos, no toleraré semejante ofensa.
-Como desee su majestad- dijo en tono irónico Calanta, perdiendo la paciencia, e inmediatamente levantó un escudo que encerró a la dragona y a Amelia, porque en el momento de la discusión Celethor lanzó dagas hacia la muchacha.
Los ojos de Calanta centellaron con furia, levantó sus manos y Celethor fue lanzado hacia atrás. -No me provoques viejo, sabes de lo que soy capaz.
-¡Suficiente!- Orión meditó, no podían dejar morir a la dragona, siempre podían matar a la mestiza después y tal vez guardaba secretos importantes. De seguro era una espía, lo mejor sería llevarla ante su padre el rey e interrogarla. Con ella no tendría contemplaciones, incluso si tenía que torturar y lastimar, era solo una mestiza.
-Calanta tu ganas, lleva a la hibrida a tu morada, tu serás responsable de ella, sánala, ya que una vez que esté consciente será interrogada...
-¿y la dejarás libre, después?- interrumpe Calanta.
-No puedo prometer nada, una vez que entre en Elvanar estará bajo la autoridad del rey Thalion.
Calanta mira a los ojos a la dragona y le dice en su mente-¿Qué te parece dragona?, será muy difícil ayudar aquí a tu jinete, después si las cosas se ponen difíciles te doy mi palabra que las ayudaré a escapar- Lía responde débilmente -Confío en ti sanadora, y créeme que destrozare la ciudad entera si le tocan un cabello.
Muchas gracias por esta exitante novela, Felices fiestas autora, disfruta y goza de la compañía de tu familia y amistades, q tus fans somos pacientes y te deseamos una muy Feliz Navidad 🎄
Liryen tan solo e impotente igual que Amelia, por eso entendían el dolor y pesar del otro. /Frown/