Una noche entre los brazos de Nicolás Thompson, cambiará por completo la vida de Anna Brown.
NovelToon tiene autorización de Eliana Mendez para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
El destino.
Deja caer los cubiertos y su mirada penetrante se cierne sobre mi rostro.
— ¿Estás segura de lo que dices?
— Lo estoy, no quiero vivir en un matrimonio sin amor.
Sabes, de niña veía la relación entre mi padre y madre, no sabía el porqué se veían tan lejanos, digo, no era como la relación entre los padres de mis compañeros, no había caricias o miradas cómplices entre ellos, además de ese amor que aquellos profesaban a sus hijos, y te confesaré que sentía envidia, mucha y no era de la buena. — Una sonrisa amarga se cruza por mi rostro. — A medida que fui creciendo ya no se molestaban en evitar que yo escuchase sus discusiones, las cuales cada vez subían más de tono y se hacían más frecuentes... Una madrugada en que mi padre llegó tomado, recuerdo que en medio de los gritos de mi madre, mientras le reclamaba por sus constantes infidelidades, él le dijo que su vida la habíamos arruinado nosotras dos, que ella solo se había embarazado para atraparlo y que si él vivía en un infierno lo justo era que nosotras también. ¿Sabes qué respondió mi madre? — Nicolás, niega. — Que se arrepentía una y mil veces de no haberme abortado. — Aun cuando trato de no espabilar para contener mis lágrimas, un par de estas se escapan, las seco y levanto la mirada para tratar de contenerlas, decido no hablar más, ya que mi voz cada vez suena más como un sollozo.
— Eso no pasaría entre nosotros, jamás te trataría de ese modo y mucho menos a mi hijo.
— ¿Me mirarás con amor? ¿Habrá miradas cómplices entre nosotros? ¿Vas a suspirar y una sonrisa se dibujará en tu rostro al pensar en mí? ¿Darás gracias al cielo por qué seré la madre de tu hijo? — Nicolás, baja la cabeza.
— ¿Lo ves? No hay un buen futuro para nuestro hijo si entre nosotros no hay amor y aun sabiéndolo decidimos estar juntos. — Nicolás, sostiene el puente de su nariz entre los dedos índice y pulgar.
— No creo en el amor, al menos no en esas cursilerías, pero sí en el compromiso, y si bien no puedo decir que serás la mujer más feliz a mi lado, yo haré todo lo posible...
— No me interesa una relación a medias, yo tampoco te amo. — Con estas palabras doy por concluida nuestra conversación. Me levanto de la mesa y voy al baño, me miró en el espejo y llevo ambas manos a mi vientre.
— Vamos a estar bien, es una promesa.
Luego de darme un baño, vuelvo a la habitación, me encuentro con que Nicolás, ha vuelto a salir. Suspiro, busco una pijama seco bien mi cabello y me dispongo a dormir, lo cual no me cuesta mucho, este fue un día agotador y lleno de fuertes emociones para mí.
...***...
Pov Nicolas.
Me encuentro en el bar del hotel, no sé cuantas copas he bebido, lo único que tengo claro es que me frustra no sentir que tengo el control. Es una tonta que aún no sabe como funciona la vida, pero tampoco la pienso retener, ya sólita vendrá arrastrándose a mis pies.
— ¿Qué hace? — Pregunta Dante, quien siempre me acompaña, es la única persona a la que le confío mi seguridad.
— ¿Qué no es obvio?
— ¿Necesita hablar? — Pregunta manteniendo siempre su pose erguida.
Tomo otra copa y la bebo en un solo trago.
— Voy a ser papá. — Él asiente.
— Al verlo beber así ¿debo deducir que no lo desea?
— Es mi hijo, aunque no estaba en mis planes, jamás lo rechazaría.
— ¿Entonces?
— Siéntate, no te voy a despedir si lo haces. — Digo al tiempo que señalo una silla, él se sienta — Es esa estúpida mujer, quiere el divorcio.
— ¿Y usted? ¿Qué piensa?
— No se lo voy a dar.
— ¿Se enamoró?
— No, simplemente no quiero.
— Eso es muy arrogante, incluso para usted.
¿Qué piensa hacer, retenerla? ¿Obligarla a estar con usted?
— Me conoces y sabes que no soy así.
— Creo que se contradice.
— Jajajajaja soy un jodido bipolar. No quiero que mi hijo crezca lejos de mí. — Se hace un nudo en mi garganta. — Pero ella se niega a vivir en un matrimonio "sin amor" — Ruedo los ojos mientras dibujo las comillas con mis dedos y vuelvo a reír.
— ¿Y usted?
— ¿Yo Qué? — Lo miro extraño.
— ¿Quiere atar su vida a alguien que no lo hace feliz?
— Da igual, algún día iba a pasar, con ella o con cualquier otra. — Vuelvo a beber.
— Le daré mi opinión. — Levanto una ceja y lo miro expectante. — Dense la oportunidad de conocerse, tal vez el destino ha jugado a su favor y encuentren que pueden llegar a sentir algo mutuamente.
— El destino, por favor. — Lanzo un bufido y vuelvo a la copa.
— Nada pierde con intentar.
— Ella jamás va a pedir que nos conozcamos. — Siento su mirada penetrante. — Espera, ¿pretendes que yo, Nicolás Thompson, suplique a esa mocosa insolente que salgamos? JAJAJAJAJAJA
Luego de un largo rato, Dante vuelve a hablar.
— ¿Ya terminó de reír o necesita más tiempo?
— Ya, ya, no volverá a pasar, sabio maestro. — Digo tratando de controlarme para no volver a reír.
— Creo que mejor lo llevo a su habitación, ha bebido suficiente por hoy. — Dice tomando mi brazo y pasándolo sobre sus hombros para ayudarme a levantar.
— Carguen todo a su cuenta. — Se dirige al barman y este asiente.
— Creo que debería despedirte, a veces te extralimitas en tus funciones, eres mi jefe de seguridad, no mi jodida esposa. Jajajajajajaja que curioso ella no quiere y tú sí... Jajajajajaja deberían cambiar de papeles, tiene un puto carácter que espanta a cualquier matón a sueldo, y tú puedes quedarte en casa a cuidarme jajajajajaja
¿Qué dices?, la paga será igual de buena.
— No haga que me arrepienta de ayudarlo.
— Entonces me callo shhhh jajajajaja
Nota Autora:
¡Hola!
Quiero agradecer el respaldo de aquellas personas, que me han estado apoyando, los quiero un montón 💕 No olviden dejar sus comentarios y por fa' dedito arriba 👍🏻Haré todo lo posible por subir otro capitulo el día de hoy. 😘
(abría, del verbo abrir)
(sierra: cadena montañosa)
(maldades de las homófonas)