Al haber sufrido violencia durante toda su vida, Lola decidió terminar con su agresor, después de perder al bebé que venía en camino, gracias a una golpiza puesta por su esposo. Al intentar huir de la familia de su fallecido esposo, se encontró con una mujer extraña y le habló sobre un mundo diferente, donde ella podría vivir feliz y en paz. Lola decidió ir a ese mundo creyendo en la palabra de la extraña, sin embargo no debes creer todo lo que te dicen, nunca debemos confiar en simples extraños.
Un nuevo mundo, ¿Una nueva vida?
Quizás la persona que una vez existió en el mundo moderno, también dejó de existir en el mundo al que llegó. Lola ya no es la misma, ahora su personalidad dominante ha despertado.
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Momentos 3
—Señorita pase por aquí, le mostraré los modelos que tenemos para usted— quería evitar que ese par de personas continuaran con el intento de confrontación.
Así Sophia pudo elegir varios atuendos sencillos, las telas no eran muy abundantes y se sentía muy cómoda al tenerlos puestos, lamentablemente para ella, no había pantalones para mujer y eso la decepcionó un poco, aún así, aquello fue motivo para que quisiera implementar una idea que tenía desde hacia tiempo.
—Muchas gracias señor— reverenciaba al sastre Oliver.
—Siempre es un placer atender a clientes como ustedes señorita— amable sonrió, y le regresó el gesto de la reverencia.
Así después de un largo día recorriendo el pueblo, Noil decidió que era momento de regresar a la mansión, Sophia estuvo de acuerdo, pues al estar caminando con zapatos de tacón, aunque eran bajos, hicieron que sus pies le dolieran lo suficiente, para decir “hasta aquí, no puedo más”. Su cansancio era notorio y de esto se dio cuenta el rubio que caminaba a su lado, por lo que de manera sorpresiva la cargó en sus brazos al estilo princesa. Aquella acción hizo que Sophia casi gritara, jamás en su vida nadie la había cargado y mucho menos se esperaba que alguien lo hiciera en público. Claro que la gente solo pudo observar la escena romántica frente a sus ojos y a Sophia no le quedó más opción que abrazarse del cuello de Noil, recostó su cabeza sobre el pecho del hombre y así se quedó hasta que llegaron al carruaje, pues no quería que la gente la viera como iba, el color de su piel hacía evidente el enrojecimiento de ésta.
—No importa si me odia, pero no podía permitir que siguiera caminando así, sus pies incluso ya se ven rojos— aclaraba su punto antes de ser disparado por un sinfín de palabras, aunque lo que le dijo Sophia lo dejo boquiabierto.
—Gracias, me encantó lo que hizo, de hecho no me importó lo nerviosa que me puse, usted hizo latir mi corazón como nunca nadie lo había hecho. Gracias por eso— aún algo avergonzada, agradeció cubriéndose el rostro.
Noil lo único que pudo hacer en ese momento fue abrazarla, estaba feliz por las palabras de Sophia, que aunque no era una aceptación definitiva, estaba en buen camino para conseguir su objetivo.
—Siempre haré lo posible por cuidar de ti, te doy mi palabra que no permitiré que nadie te haga sufrir de ninguna manera— las palabras de Noil eran precisas y demostraban sinceridad.
—Mi confianza la tienes, ese voto solo tú serás capaz de romperlo o mantenerlo para siempre— sonrió, tomando su mano.
Uno sentado a lado del otro, mientras Sophia recostaba su cabeza sobre el hombro de Noil, realmente parecían enamorados, pero apenas comenzaban a conocerse, eso llevaría algo de tiempo.
Al llegar a la mansión del marquesado, Noil ayudó a Sophia para que pudiera bajar, aunque está vez no la dejó entrar a la mansión.
Uno de los subordinados de Noil le hizo una seña con las manos y éste llevó a Sophia a dónde se encontró alguna vez la cabaña incendiada, pero justo antes de llegar, el marqués le tapó los ojos a Sophia con sus manos.
—¿De qué se trata esto marqués?, todos nos están viendo— se quejaba nerviosa
—Es una sorpresa, no te enojes— le susurraba al oído, mientras caminaba muy pegado a ella.
Llegado el momento, el marqués se detuvo y con él también Sophia, quitó sus manos poco a poco y la sorpresa quedó a la vista.
—Bienvenida señorita Brunet, espero que su estadía en el marquesado sea agradable— sonreía al decir aquello.
Sophia solo pudo admirar lo que estaba frente a ella. Un pequeño jardín lleno de flores, entre las que destacaban rosas de varios colores. —¿Cuándo y por qué hicieron esto?— preguntó aún sin poder salir de su asombro.
—Se me vino a la mente una manera para darle la bienvenida, además sentía que no dejaba de culparse por lo que pasó, entonces decidí demostrarle que los cambios son buenos, gracias a lo que sucedió, pudimos crear este maravilloso jardín y espero que le guste, será un lugar para que disfrute usted, este puede ser su lugar seguro— tomó de ambas manos a Sophia y besó el dorso de una de ellas.
Todos y cada uno de los empleados que se encontraban cerca, solo podían admirar el gesto que había tenido Noil con Sophia, pero también agradecían la llegada de aquella mujer a la vida de su señor, pues ya le hacía falta tener a alguien que pudiera amar de verdad.
—¡Qué pena!— olvidándose de todo, Sophia solo pudo esconder su rostro en el pecho muy bien formado de Noil, ya que no quería que la vieran tan roja y nerviosa.
—¿Te gustó la sorpresa?— ahora abrazándola, preguntó
—Es lo más hermoso que alguien a hecho por mí, gracias. Me encantó— al punto de las lágrimas, respondió. Su felicidad era demasiada, pero en realidad no sabía cómo expresarla.
—Entonces ya podemos entrar— se separó de Sophia y la tomó de la mano para llevarla al interior de la mansión.
Por supuesto no había uno que otro empleado que se quedaba mirando a la pareja, eso hacía que Sophia no dejara de sentirse nerviosa.
Cuando entraron, Noil llevó a Sophia al comedor, allí ya los esperaba una cena para los dos.
—Usted sabe que no puedo comer lo que otros preparan— se mostraba preocupada
—Lo sé, también estoy enterado de lo que su majestad hizo de camino aquí. Por favor cene conmigo, yo me encargaré de probar cada plato para que no se sienta insegura— tomándola de la mano, le sonrió al proponerle eso
Sophia, confiaba en Noil y claro que también en su gente, pues se habían portado increíble, pero aún le costaba dejar de hacer lo que había hecho por años, además el emperador lo arruinó en el momento que quiso intentar algo en su contra.
Noil se sentó a lado de Sophia y dio el primer bocado a su comida, al verificar que estaba bien, se lo pasó a Sophia.
Estos pequeños actos, reafirmaban sus sentimientos por el maravilloso hombre que tenía frente a ella.
Ahora se enfrentarán a los soldados para poder ir a su casa, ojalá y lo logren🤔