¿Disfrutarias de ser mirada por un extraño? ¿y si, solo fuera producto de tu imaginación? ¿Te provocaría morbo o miedo?.
Está es la historia de Madisson, luego de salir de una relación donde quedó rota emocionalmente. ¿Será su imaginación haciéndole una muy mala jugada?
Novela +21 (Erótica)
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Cap 7. Deseada
¡Mi zapato! ¡Mi zapato! Se tambaleaba Maddi de un solo pies dando pequeño brinco apresurada para colocarse su zapatillas.
Se miró al espejo con su camisa blanca ajustada, su pequeña falda como de oficinista en color negro y su cabello corto por sus hombros, siempre suelto.
Resopló sintiéndose aburrida, parecía realmente una oficinista ya se le hacía tarde. Empezar su semana llegando tarde.
¡Oh! Gran inició de semana, puso sus ojos en blanco.
-¡A la mierda! grito quitándose la zapatilla y lanzandola...
Se dio la vuelta y comenzó a desabotonar su camisa se quitó la ropa a prisa y busco con premura en su armario.
Se colocó un mono negro una camisa ajustada y un gorro, morado tejido, a juego con su camisa, se calzó unos zapatos deportivos. Así se sentía cómoda, así era ella, sin esa formalidad que solía tener solo por darle gusto... No quiso ni pensar en su nombre.
Pidió un Ridery. Le gustaban las motos la hacían sentir libre...
Llegó al periódico corriendo a mucha prisa con sus papeles a la mano y su laptop, se paró en la recepción y miro a Héctor, le regaló una sonrisa y salió de campo visual. Corrió a prisa antes de que el ascensor se cerraba
-¡Para, un momento por favor!! Grito, pero el ascensor se cerró
-¡Demonios!, volvió a gritar.
-¡Literal, hoy no es mi día!
Decidió ir por las escaleras, pero en tercer piso desistió de su idea, su pequeña oficina quedaba en el piso séptimo.
Él sostuvo el ascensor al verla, ella se acercó como sin ánimo de entrar al ascensor.
¿Qué mierda hacía él hay?
Pensó, frunció su ceño y entro al ascensor, lo ignoro por completo solo mirando los piso que avanzaba en la pantalla.
-¿Por qué no has respondido mis llamadas? ¿Dónde te estás quedando? ¿Y que demonio estás vistiendo?
Anthony, lanzó todas sus preguntas sin ningún preámbulo.
Ella dió un gran suspiro y respondió:
-Primero ya no tengo nada de que hablar contigo, segundo no es tú problema y por último visto ropa cómoda.
Él la tomo del brazo y la pego a la pared, la acorraló chocando su respiración de lo cerca, la miro desde su altura con una expresión intrigada.
-Eres mi jodida esposa y no es nada profesional que andas vestida así en tu trabajo.
Ella colocó sus ojos en blancos con mucho fastidio.
-Estoy esperando los papeles del divorcio y los firmare para no seguir dañando tu reputación. Ahora suéltame. Se lliberómolesta de su agarré. Salió del ascensor sin mirar atrás...
Llegó con total decisión a la pequeña oficina que compartía con Lisset, su amiga la única que había conservado a través de los años.
Instaló su computador y entro a la pág web. Tenía muchos comentarios que debía responder de su columna, pregunta, consejos.
Jugo con su lápiz entre sus dedos. ¡Que irónico!, le pedían consejos cuando ni ella ponía sus consejos en práctica.
Paso la tarde respondiendo los que llamaban su atención.
¡Hasta que llegó al que nunca podía faltar!
Tu eterno enamorado:
Eres la realidad que se ha convertido en mis sueños más puro para mí. Eres ese tesoro que guardo con tanto recelo de ser robado. Eres mi mejor sueño que quisiera hacer realidad. Eres esos hermosos ojos café que solo deseo vean a través de mi. Eres ese tatú que se grabó en mi ser, sin ser. Eres mi inicio sin haber iniciado. Eres todo sin ser nada. ¡Eres! ¡Y yo soy tu eterno enamorado!
Maddi, suspiró. Nunca hacía falta su eterno enamorado, ese que siempre escribía, no para pedir consejos, ni nuevos relatos de amor, sino para confesarse como su eterno enamorado.
Giro en su silla y se sintió feliz, sonrió.
En el periódico siempre pasaban sus poemas al principio era molesto porque Anthony, lo odiaba, pero le tocó aprender a lidear con eso.
Nunca le importo en preguntarse de quién se trataba. Exigió en el periódico que no se atrevieran a indagar sobre él, por el bien de su relación.
Los directivos aceptaron,, pero con la única condición de dejarlo seguir escribiendo.
A sus fanes les encantaba esa idea de un enamorado secreto de su escritora.
Su gran éxito, ese que le abrió la puerta de diferentes editoreles y en el periódico fue su libro Mi Eterno enamorado. Esa novela que relataba la historia de una escritora que a través de sus letras cautivó a Denny, un ceo bastante imponente con un pasado bastante turbio y tristeza.
Su hija Sarah, de 13 años amaba los escritos de esta escritora y leía todo de ella. Hasta que su padre se adentró a buscar que era lo que tanto su hija le gustaba de sus letras y sin darse de cuenta se enamoró de ella, de esa manera tan apasionada de escribir, de esa manera de desarmar su alma en sus obras sin miedo a ser vulnerable. El comenzó a enviarle escrito, poemas a conquistarla...
Ese admirador fue su inspiración para dar luz a ese gran éxito que la dio a conocer como escritora...
Quedó en las nubes sintiéndose deseada, relamió sus labios
¿Quién era el?
Salió de su letardo con la llegada de Lisset, elevó una perfecta ceja de una manera pícara
-¿Relaciones públicas?
Lisset, le sonrió cómplice al entender su ironía.
-¡Todo es por el bien de nuestro trabajo!
¿Y qué te tiene tan atontada?
-Yo también tengo mis secretos señorita "relaciones públicas"
Maddi, recogió sus cosas ya su Ridery, estaba cerca. Le dio un beso a Lisset en su cachete y paso de ella dejándola intrigada...
Miro la imponente casa con sus luces encendida y sintió cierto escalofrío que no lograba descifrar si era por miedo o por simple morbo de sentirse deseada por quien sabe quién.
Entro a prisa a su casa, prendió sus luces, ya estaba anocheciendo. Fue directo a bañarse, bailo mientras se enjabonaba, se sintió poderosa, sensual, ¿sería ella el producto de los deseos de alguien?
Salió de su baño con su diminuto paño. Se sentó frente al gran ventanal a echarse crema por todo su cuerpo como si deseada ser vista.
Busco la ropa más pequeña que consiguió en su armario para dormir.
Fue a la azotea prendió las luces y se quedó mirando al cielo y hay estaba nuevamente esa sensación de ser observada que le daba algo de miedo y también algo de morbo, sintió como sus pechos se tensaban. Sintió algo de miedo de aquella grandes ventana de vidrio que quedaba de frente a su casa. Imaginaba que si alguien estuviera hay podría mirarla, pero la idea de estar siendo observada a través de su ventana la hacía sentirse sexy, deseada.
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