Aprendiendo A Amar

Narra Dominic

− No me diste ni siquiera la oportunidad de demostrarte que soy la mujer indicada para ti, por favor Dominic, déjame demostrarte lo mucho que te amo, yo nunca me he entregado a un hombre, porque siempre te estuve esperando a ti – menciona mientras comienza a bajar los tirantes de su vestido para dejar al descubierto sus pechos, cosa que logra encenderme, ella se acerca sigilosa y rosa sus erectos pez0nes contra mi ropa limpia, intenta besarme, pero no me dejo, toma una de mis manos y me hace tocar su cálido pecho, lleva mi mano de un lado al otro de su desnudez, pero no quiero perjudicarla, así que me aparto

− Estas equivocada conmigo Vera, no soy el tipo de hombre que se aprovecha de una mujer vulnerable como tu – la rechazo y voy a mi habitación

Me doy un baño y luego me acuesto totalmente desnudo como siempre, le envió un mensaje a Tessa

− En una semana es tu turno de cenar con mi divertida familia – envió el texto

− ¿Qué? – es su respuesta con un emoji de sorpresa

− así es princesita, es tu turno, tenemos un trato y en 40 días seremos una feliz pareja casada – escribo mientras en mi boca se forma una sonrisa al imaginarle los gestos de desagrado que debe estar haciendo

− Está bien, pero te pido no me beses, al menos no sin mi consentimiento – escribe y veo que sale de línea

Veo que le gusto el beso, o al menos la inquieto, recuesto mi cabeza a la almohada y rápidamente el descanso llega a mí, gracias a las dichosas píldoras.

Una semana ha pasado y hoy es el gran día de la presentación de mi nueva novia, solo es medio día y desde ya estoy ansioso por la cara de Joel y su padre cuando vean a Tessa.

Las horas pasan volando y ya estoy de camino a casa, despido a Baker por el fin de semana, el cual disfrutare mucho.

Subo rápido a mi habitación he ignoro las palabras del abuelo quien se está encargando de que todo salga bien, agradezco a cualquier ente divino porque mi fatídico padre no nos honrara con su presencia.

Me doy una ducha y me cambio de ropa para bajar rápidamente, pero al llegar a la cocina Vera me detiene

− Dominic, yo lamento mucho lo de la otra noche, no soy esa clase de mujer – se disculpa

− Ok – respondo y la dejo para ir a la puerta y recibir a Tessa

− Te estaba esperando princesita – le saludo con un beso en su mejilla

− Me siento sumamente incomoda – habla en un tono poco audible para los demás

− Tu solo finge como lo hemos hecho hasta ahora – le propongo y ella asiente

− Pero no te pases – sentencia con su dedo mientras yo solo alzo mi ceja en disgusto, no sé si lo dice por Joel o por alguna otra razón, la tomo del brazo y entrelazo sus dedos con los míos y la llevo al comedor

− Familia ella es mi novia – me mofo con orgullo ante la mirada incrédula de todos

− ¿Tessa…? ¿Qué juego ridículo es este? – indaga Joel con furia

− Bruno no puedes permitir este insulto – vocifera Arlo furioso

− ¿puedes explicarnos esta situación Dominic? – me pregunta el abuelo

− Claro que sí, Tess y yo estamos saliendo – respondo con una sonrisa de satisfacción

− Pero si eres la novia de Joel – habla Vera

− Corrección, era su novia – le respondo molesto

− No conocía esa faceta tuya de reciclar las mujeres de tu primo – es la voz de la Lucia mi querida prima

− Te aclaro que yo no soy propiedad de nadie, y si, para gusto o disgusto de todos estoy saliendo con Dom – responde Tess en tono desafiante

− ¡Tessa, debemos hablar! – vocifera Joel

− Tu no me ordenas nada, esta noche vine a cenar con la familia de mi novio, si lo quieres aceptar me parece bien y si no puedes dejarnos – espeta Tess, cosa que me enorgullece

− No quiero comer – dice Joel parándose de su mesa junto con su padre Arlo que lanza la servilleta a la mesa con furia, como si eso me importara

− No soy quién para juzgar, pero espero que ustedes dos estén muy conscientes de lo que hacen – habla mi abuelo

− así es señor, lamento todo lo sucedido, usted debe de pensar mal de mí, pero créame que las cosas entre Dom y yo se han dado de la forma más natural posible – explica Tess y las mujeres la observan con odio.

pasamos la incómoda velada en total silencio, es algo tan denso que podemos palpar la mala energía, los sonidos de las cubierto sobre los platos o sobre las mesas son estruendosos.

Terminamos la insufrible cena y acompaño a Tess a la salida, le pido a Duck que se retire a descansar que seré yo quien la lleve a casa, subimos a mi auto y conduzco en el silencio total, ella no dice nada, pero puedo ver tristeza en sus ojos

− ¿es por Joel que estas así? – indago molesto

− No, solo que todo eso fue muy incómodo, no me imagino como será conviviendo todos – expresa su preocupación

− No tendrá que ser así, tengo una mansión en la parte norte de la propiedad – le explico

− No sabía que había dos mansiones – indaga

− La verdad no es un lugar que me guste mucho, allí pase parte de mi infancia y no tengo muy buenos recuerdos de esa mansión, pero no quiero que te sientas mal por estar cerca de mi familia, sufriente conque yo me los aguante, o bien podemor vivir en el penthouse del centro – le explico

− Está bien – responde desinteresada

− Espero estes preparada para nuestra boda, mañana mismo contratare a alguien que nos ayude – menciono mi cometido

− Sobre eso…, quiero pedirte algo – habla con nerviosismo

− ¿Dime? – pregunto

− Una de mis peticiones es que quiero algo íntimo, no quiero nada exagerado o extravagante – me suplica

− Te dije que solo me casare una vez en la vida y que lo hare por lo alto – menciono molesto

− No piensas que es más verídico si lo hacemos íntimo, como si de verdad temeríamos a tu familia nos separe, mientras que, si hacemos algo grande, mis padres y tu familia pueden sospechar, además tú me dijiste que tengo tres condiciones y una de ellas es esa – habla Tess mientras yo solo me molesto, sé que todo esto es por Joel

− Está bien, pero solo te queda una condición – le explico

− ¿una? – pregunta ella – no recuerdo la primera

− Dijiste que nada de sexo, no me interesa cambiar esa condición – explico

− Está bien, tienes razón – menciona ella.

− ¿Cómo lo prefieres entonces? – pregunto

− Pues podemos casarnos sin que nadie lo sepa y luego lo hacemos público a nuestras familias – explica ella

Asiento y sigo conduciendo por algunos minutos para llegar a su casa, la veo bajar y me invita a pasar, pero la verdad hoy no estoy para seguir fingiendo.