Alejandra ha sufrido mucho y el dolor más grande es haber perdido a su único hijo y con el la posibilidad de volver a quedar embarazada tras tener una vida desafortunada al lado de su esposo Antuan, ¿La vida se encargará de poner todo en su lugar?.... eso lo veremos, acompáñame a ver cómo se desarrolla la historia.
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CAPITULO NUEVE
Agradecí el comentario de Juan mientras tomaba mi copa de vino.
Hablamos un rato más de temas en común y uno que otro sobre los niños, cuando Mariana nos llamó a la mesa, los niños ya habían organizado los platos y los cubiertos.
- por favor sientate aquí a mi lado- dijo Dominic entusiasmado.
Acepté gustosamente y comenzamos a cenar.
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Agradecí por la invitación y decidí marcharme a casa, ya estaba comenzando a oscurecer.
- gracias por aceptar nuestra invitación- dijo Mariana.
- gracias por invitarme, estuvo delicioso, ya entiendo por qué es famosa tu torta de carne-
- jajaja, gracias, ¿entonces mañana paso a dejarte a los niños?-
- claro que sí, y cuando gustes también puedo cuidarlos acá en tu casa, en la cabaña de mi tía no tengo nada para entretenerlos y no quiero aburrirlos-
- oh me parece genial, si no te incomodamos sería mejor acá, los niños aman jugar con sus cosas-
- claro que sí, entonces yo vendré temprano -dije
Nos despedimos y salí casi corriendo ya que el frío del atardecer comenzó a calar en mis huesos.
Ya había tomado la carretera de regreso y comencé a trotar, era muy poca la iluminación que lograba mostrarme el camino, solo senti el sonido de alguien más corriendo hacia mi dirección, mi corazón se aceleró y me detuve abruptamente.
Lo que sentí después fué como algo duro chocó conmigo y posteriormente caímos al suelo.
- ¡¡AHH!!- grite de dolor, el peso de la otra persona hizo que el golpe se sintiera más fuerte.
- Lo siento, no te vi- lo dijo mientras con su linterna alumbraba mi rostro.
- y tú me vas a dejar ciega si no quitas esa luz de mi cara- dije enfadada.
- perdón- apuntó hacia un lado-- mucho gusto, soy Fernando, vivo cerca de acá con mi madre, y estaba trotando -
- mucho gusto, soy Alejandra y me estoy quedando en la cabaña de mi tía Edna -
- oh la señora Edna, la recuerdo mucho, ella es muy buena amiga de mi mamá...... Discúlpame por lo de hace un momento -
- no te preocupes, favorablemente no perdí mi columna puedo moverme perfectamente-
- si, soy un poco pesado - dijo avergonzado.
- ¿Un poco? Jajaja eres gigante obvio no pesas poco, Pero no importa, ya pasó -
- jajaja bueno estos 1'95 cm se tienen que sentir - dijo
- ya lo creo -me rei- bueno me voy ya esta muy oscuro y no logro ver bien el camino, fue en placer conocerte- lo dije mientras pasaba por su lado para continuar mi camino.
- espera..... Si me permites te puedo acompañar, yo tengo una linterna, puedo guiarte por el camino-
- ¿de verdad? No quiero incomodarte- respondí.
- claro que no, es lo mínimo que puedo hacer por ti, quiero reivindicarme por lo de hace un momento - dijo.
- oh, está bien eres muy amable, muchas gracias-
Caminamos en total silencio, y diez minutos después ya estábamos en el frente de la cabaña, allí tenía las luces del porche encendidas y por fin pude ver su rostro, se veía unos años menor que yo, evidentemente muy apuesto, además que estaba sin camiseta y su torso estaba lavado en sudor, podía ver cada uno de sus músculos contraídos.
- ¿necesitas observar por más tiempo o ya me puedo ir?- dijo en un tono burlón.
- si crees que me puedes intimidar, pues no lo vas a lograr, quizás con la antigua Alejandra si, Pero ahora no-
- jajajaja está bien, me agradas- sonrió -bueno fue un gusto acompañarte y conocerte -
- igualmente, que tengas un buen regreso- le dije y me di media vuelta para ingresar a la cabaña.
El se fue y yo me metí a bañar y luego a dormir, aunque casi no logro conciliar el sueño, pensar en Fernando y en mi extraña reacción me hizo dar varias vueltas en la cama hasta que por fin me quedé dormida.
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A la mañana siguiente me levanté muy temprano, desayune algo rápido y salí hacia la casa de Mariana y Juan a cuidar a sus hijos.
Llegué un poco más temprano de lo acordado, pero para mí suerte ya se encontraban listos, ellos se fueron a trabajar y yo llevé a los niños al colegio, estudian de 7 am a 1 de la tarde, entonces aproveché la mañana para adelantar el trabajo del centro comercial.
Cuando fui a recogerlos pude notar lo entusiasmados que estaban, Dominic me contó que una de las niñas del colegio había enviado con el una carta de amor para su hermano David pero que su hermano se puso tan nervioso que la rompió sin leerla, entre risas me contaron cada detalle mientras David permanencia en silencio con su rostro rojo de la irá.
- ¡¡Ustedes no tienen derecho a andar hablando de mis cosas!!- dijo muy enojado.
- hermanito lo siento, pero es que es muy gracioso, además de que después de que la rompiste intentaste recogerla y volverla a armar..... nosotros sabemos que ella te gusta, Pero te pusiste nervioso - hablo Duvan.
- así es, lastimosamente no pudiste hacer nada por la carta- dijo Dominic
- ¿ Por qué no pudo hacer nada?- pregunté.
- por qué sin querer cayó en un charco de lodo, y la carta se arruinó - cabizbajo respondió David.
- y si te gusta la niña, porque no hablas con ella, es mejor charlar personalmente, ¿No crees?- dije.
- si, lo sé, solo ..... Solo que me dan muchos nervios, suelo ser muy seguro, Pero ella me intimida-
- es que es la niña más popular del colegio - agrego Duvan mientras Dominic asentía.
- oh ya entiendo, pero si no lo intentas nunca sabrás que decía esa carta, quizás tú también le gustes a ella- ví como sus ojos se iluminaron.
Después de esa breve charla los chicos hicieron carreras hasta la casa, el premio al primer lugar sería un delicioso helado de chocolate, mientras que el perdedor tendría que hacer las tareas de los demás.
Mientras ellos corrieron emocionados yo iba a mi pasó, tranquilo y pausado cuando alguien puso su mano en mi hombro.
Me gire rápidamente.
- hola, no quise asustarte, pero me pareció curioso verte por estos lados - dijo Fernando.
- tranquilo, creo que me acostumbrare a tus apariciones repentinas.... estaba recogiendo a los hijos de la familia Montes, voy a ser su niñera -
- maravilloso, me alegro por ellos, estarán en buenas manos -
- gracias por el cumplido -
- bueno, disculpa que te saludé y me vaya rápido, es que estoy terminando algo y te vi y no quise perder la oportunidad de saludarte, me gustó verte, adiós - yo me despedí y rápidamente se perdió de mi vista en cuestión de segundos.