Nuestro Destino

La enfermera salió de la habitación y al llegar a enfermería se encontró con una colega llamada Marta la cual era que le contaba cosas y que también la ayudaba a conquistar a algunos de los pacientes más sofisticados y adinerados que llegaban a aquel hospital.

—Enfermera Marta: ya me dijeron que te toco atender al papacito de la VIP 1 a caso no me ibas a contar. (Dijo mientras le hacía una mirada peculiar)

—¿Enfermera Andrea: si no paro de pensar en él, es el chico más guapo que he podido ver en este hospital, que sabes sobre él? (Dijo tratando de que su colega le ayudara a saber cómo conquistarlo)

—Enfermera Marta: bueno sé que es el hijo de la segunda familia más influyente de la ciudad les llaman los Trejo. (Dijo susurrado para que las demás enfermeras que estaban cerca no escucharan)

—Enfermera Andrea: creo que ahora me gusta mucho más y dime que otra cosa tengo que saber. (Dijo entusiasmada con la esperanza de que quizás tendría algo con Max)

—Enfermera Marta: bueno, lo último que sé dé el que se ha rumorado es que está casado, pero nadie sabe quién es su esposa, ya que él nunca ha salido en público con ella ni en revistas ni eventos. (Dijo con cara extrañada)

—Enfermera Andrea: bueno, eso no importa de cualquier manera, lo conquistaré si él no ha salido en público con su esposa, quizás no la quiere así que mucho menos estaría cuidándolo aquí. (Dijo muy segura de sí misma)

—Enfermera Marta: suerte amiga y espero que me des mi compensación por la información brindada. (Dijo mirándola con una sonrisa)

—¿Enfermera Andre: eso jamás lo olvidaré, pero espera una pregunta más quién es la chica que está con él? ¿Ella no ha salido de hay desde anoche crees que tenga una hermana? (Pregunto tranquila)

—Enfermera Marta: eso realmente no lo sé, ellos son tan bajo perfil que no sé si tiene una hermana y si no lo es, quizás es una chica de confianza que lo cuida. (Dijo sin la más mínima idea de quién es Violeta)

—Enfermera: bueno, pues ya me voy mi futura conquista me está esperando para ser curado. (Dijo sonriendo

mientras sale de la enfermería)

… Por otro lado, después de que la enfermera se fue…

—Violeta: vas a dejar que ella te siga tocando delante de mí como una pervertida. (Dijo celosa con actitud)

—Max: huhuhu bueno, la verdad quisiera que me tocaras tú, pero no me quieres perdonar. (Dijo mirándola pícaramente)

—Violeta: mi perdón no depende de mí, depende de ti, quizás no creo en tus palabras, pero tus acciones son las que te definen. (Dijo muy tranquila)

—Max: dime que quieres que haga para que me perdones, quiero estar contigo y con mis hijos no sabes cuánto los extraño. (Dijo intranquilo y se quejó del dolor por un movimiento brusco)

—¿Violeta: estás bien? (Pregunto preocupada acercándole a él y acomodándolo cuando sé pronto entró la enfermera)

—Enfermera: no lo toques, debes dejarlo tranquilo que crees que pasaría si esa herida se abre a caso no sabes cuidar a una persona. (Dijo enojada arremetiendo contra Violeta)

—Max: qué insolente eres. (Dijo enojado)

—Enfermera: perdón, señor Max, es que cuando no hacen las cosas bien me enojo mucho y no quiero que le pase nada a usted. (Dijo tratando de hacerse la víctima con cara triste)

—Max: nunca te atrevas a dirigirte a mi esposa de esa manera si es que quieres conservar tu vida y tu trabajo, escoria. (Dijo mientras Violeta lo veía enfadado de una manera en la que nunca lo había visto, y nuevamente tu corazón comenzó a latir rápidamente por la manera en la que era defendida por Max de aquella arpía)

—Violeta: tranquilo no vallas hacer desarreglos no quiero que te hagas daño, y por favor ya no le hables así a ella. (Dijo terminando de acomodarlo y la enfermera se sienta en silencio para terminar de limpiarle la herida a Max)

—Violeta: vete por favor. (Dijo cortésmente mientras que ella aún estaba paralizada por el miedo que recorría todo su cuerpo)

—Max: por favor sal de aquí ahora mismo y manda a alguien más hacer tu trabajo a ti, ya no quiero verte más y hazlo rápido antes de que llame a tu supervisor. (Grito molesto)

La enfermera salió sin decir media palabra más, pues, aquella discusión la había dejado atónita, jamás ella había experimentado un miedo tan grande al ver como en los ojos de Max se reflejaba la ira, fue como si ella hubiese visto a un demonio.

—¿Enfermera Marta: entonces como te fue con el chico? (Pregunto entusiasmada, pero no recibió respuesta)

—Enfermera Marta: que te pasa estás como si hubieses visto un fantasma o algo peor. (Dijo mirándola extraño, ya que Andrea estaba fuera de sí)

—Enfermera Andrea: la chica que estaba con él es su esposa y la insulte delante de él, no sabía que era ella y me dijo cosas tan feas. (Dijo mientras unas lágrimas rodaban por sus mejillas)

—Enfermera Marta: que… hay Andre, él quizás haga que te despidan Dios mío, pero como pudiste hacer algo así siempre te he dicho que cuides tus palabras y comportamiento cuando el paciente está con alguien más. (Dijo inquieta y nerviosa por lo que podría pasar con su colega)

—Enfermera Andre: él no me quitará el empleo y creo que después de todo se lo debo a su esposa, no debí haber hecho eso, ella me trató bien a pesar de que le estaba coqueteando a su esposo delante de ella, soy una tonta. (Dijo mientras golpeaba su cabeza con sus manos)

—¿Enfermera Marta: hay bendecido sea Dios y esa chica mejor entonces terminaste de curarlo? (Pregunto ya que su trabajo es supervisar las enfermeras)

—Enfermera Andrea: no pude terminar, el señor me pidió que me fuera y que enviara a alguien más a terminar el trabajo. (Dijo con la cabeza abajo)

—Enfermera Marta: está bien, no te preocupes, mandaremos a alguien más mientras tú no te acerques más a esa habitación y trata de no toparte con su esposa.

—Enfermera Andrea: está bien, necesito tomar un poco de aire. (Dijo mientras se iba a tomar un poco de aire fresco a la azotea)