Leya es obligada por su madrastra a casarse con el hijo de los Foster, Edgar.
El joven de 33 años se esconde del mundo después del engaño de su futura esposa.
Sin embargo Leya descubre la verdadera identidad de Edgar...
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2: Los Foster
— ¿Debe de parecerte un poco extraño, verdad?
Dijo el señor. Leya miró hacia delante.
La señora miró hacia atrás y sonrió.
—Sé qué debes pensar que somos unos malos padres. ¿Cómo podríamos hacer algo así? Pero todo tiene una explicación.
—¿Y cuál es?—Dijo Leya mirándola —.
—Nuestro hijo está enfermo.
—Julia ! no le digas así, la vas a asustar! — dijo el hombre —.
—El se va a morir?- dijo Leya-.
"Genial tengo que cuidar a un hombre incrustado en la cama ”.
—Espero qué sí, algún día — Dijo el hombre —.
—¡Morgan! — Golpeó su brazo—.
Leya torció su boca.
— Verás cariño, deseamos con desespero que salga de su casa. Está todo el día encerrado y ha llegado al punto de autolesionarse. Está así desde que Miranda lo engañó y lo dejó. Estaban comprometidos.
—¿Y cuál es mi función en eso?Yo no soy psicóloga.
—Hemos contratado a varios psicólogos durante esos seis meses.
—Y ninguno pudo hacerle cambiar.— dijo el hombre — buenos para nada.
Leya pensó que parecían ser buenas personas, pero sin embargo aún no entendía bien porque ella.
— Hemos pensado que sí el amor lo dejó así... tal vez el amor lo vuelva a sacar...
—Vaya cuento de hadas — suspiró Leya — El ni me conoce, yo tampoco a él, ¿y hablan de amor? ¿con un matrimonio arreglado?
—Fue nuestra última opción. El no conoce a nadie. desde qué se rostro ya no es el mismo...
—¿ Que le pasa a su rostro?
— Tiene una gran cicatriz debido a una pelea.
Leya pensó en un hombre deforme, con barba y panzón.
Se le salió la poca esperanza que le quedaba.
— Esperamos que al tener una mujer, salga de vuelta. Te pagaremos.
—¿Qué?
—Te daremos dinero cada mes, será cómo un trabajo. Solo debes firmar esto. — La mujer le entregó un papel — es el contrato del matrimonio. Sólo serán seis meses. Después pueden divorciarse.
Leya observó la firma que ya estaba.
—¿Cómo hicieron que el firmara?
— El ya sabe de lo que se trata.
—¿Y está de acuerdo?— Leya puso cara de sorpresa —.
— En si ... no. —dijo el hombre — pero si madre le rogó tanto que no tuvo más que aceptar.
— Tengo el don de persuadir — Guiñó el ojo—.
Leya sonrió y miró de nuevo el papel.
La mujer le entregó un bolígrafo. Está se tomó un tiempo pensando en si era buena idea. Ahora ya no tenía un lugar a dónde ir. Firmó al fin y le dió el papel a la mujer.
—Que bien Morgan, ya tenemos Nuera. —sonrió— me hubiera gustado que hubiera sido de otra forma, ojalá tu madre me perdone.
—Espera un momento, ¿Mi m-adre?
— Conocí a tu madre . A tu padre también. Éramos amigas y trabajamos juntas en una cafetería. Ella ya estaba embarazada de ti y eran muy felices. Cuando ella murió siempre estuve dispuesta a ayudar a tu padre a cuidarte pero el se negaba. Dejó de hablarme y me enteré que se había casado con otra mujer con dos niñas. Me enteré de cosas bizarras de ellas y me molesté qué tu padre te había abandonado. Quise sacarte de allí pero no encontraba a tu padre por ningún lado. Luego, pasó esto, y fuiste mi primera opción.
Leya se sorprendió. El auto empezó a disminuir la velocidad y entraron a una mansión hermosa.
—¡Ya estamos en casa Leya Foster! —dijo aparcando —.
—¿Preparada para conocer a tu esposo?—sonrió—.