Manuela necesitaba un padre para Luis.Solo por un día, nada que no pueda solucionar. Recordó al mendigo al que le pago la cena y fue a buscarlo.Le dió plata para hotel, baño y ropa. Solo tenía que presentarse al colegio para que el niño esté feliz. Todo sería sencillo pensó. Pero estaba muy equivocada.
NovelToon tiene autorización de Elsa Elena Isasa para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 17 . La cena y la oferta de alquiler.
Terminada la cena para felicidad de las empleadas la señora Manuela ayudaba a Limpiar los platos, el señor Clark hacia el trabajo de ciencias con Luis y la señora Flor conversaba con Manuela cerca de la gran isla de la fabulosa cocina.
_ Cómo te ha ido querida hoy con la capacitación? -
_ Excelente señora Flor. Hoy hemos abordado el tema de la proactividad y de las condiciones del líder. Mañana empezaremos con los tipos de equipos de trabajo. Y usted como ha pasado? -
_ Más o menos hasta que llegó tu papá y Luisito. Me encuentro sola en esta inmensa casa. -
_ Tiene suerte Señora Flor. Su casa es muy grande y cómoda. Yo he visto hoy en internet un nuevo departamento que tenga tres dormitorios. Así puedo Vivir con mi papá que ya está viejito. Creo que con lo que gane en las capacitaciones podré alquilar otro lugar. -
- Ya veo. Tu departamento es pequeño entonces ? Cuántas dependencias tiene ? -
- Solo dos dormitorios. El señor Gotti es muy amable, me ofreció uno más amplio para alquilar me. -
_ Yo no quiero ir a la casa de ese señor! Dijo Luis levantando su cabeza de la carpeta que con ayuda de Clark , dibujaba los tipos de célula.
Una idea brillante se le ocurrió a Doña Flor.
_ Que pena que Clark ocupe una habitación del ala oeste. Ese sector tiene más de tres alcobas y tres baños, una biblioteca , una sala grande , su propia cocina, en fin , siempre quise alquilar para ayudar a la economía familiar. -
Clark que escuchaba atentamente la charla se asombró con las mentiras de su madre: Doña Flor ayudando a la economía? No creía que su madre supiera que significaba economía, pero sin dudas la idea era brillante.
_ Puedo cambiar mis cosas a una alcoba de esta ala - dijo - Siempre que a Luis y Manuela le guste esas dependencias.-
_ Oh Dios! Eso sería Genial! Pero no quisiera Tocar tu intimidad Clark - dijo .
_ Me encantaría ! _ dijo Clark imaginando la mano de Manuela en sus partes privadas. Luego se dió cuenta que no era esa intimidad a la que ella se refería y completo: - me gustaría estar más cerca de mí madre. Ella suele tener bajones de presión y yo necesito ayudarla - dijo. -
- Porque no llevas a Manuela a mirar las dependencias. ¿Quizás les gusten? Yo ayudo a Luisito - dijo su madre.
Clark y Manuela fueron a mirar el ala oeste. Nuestro biólogo se tropezaba cada tanto porque en vez de mirar el camino sus ojos estaban prendidos en las nalgas de Manu. La capacitadora que gozaba de una gran facilidad de palabras estaba bastante torpe para hablar con ese magnífico hombre a su lado.
Entraban y salían de cada habitación, se tocaban para encender las luces juntos, Se atropellaban cada tanto y la electricidad fluía entre los dos.
_ No puedo! - dijo Manu - No podré pagar esto Clark. Es demasiado hermoso. ¡Ya pagó mil dólares por mi pequeño departamento y esto es tres veces más grande!
_ Pensábamos cobrar solo quinientos dólares. Es una casa adosada. Si no te molestaremos , creo que te conviene - dijo Clark.-
_ Quinientos? ¡Oh Clark - dijo Manu - poniendo su mano en el pecho del biólogo - Eres una muy buena persona! Acepto! _ dijo y lo beso en la mejilla.
Clark aprovecho para abrazarla porque era torpe pero no estúpido.
_ Me alegro tanto, Manu - dijo temblando. Él también la beso, solo que su boca en vez de ir a la mejilla de Manuela fue a su cuello.
Las piernas de Manu perdieron toda la fuerza. Sentir la boca y la respiración de Clark en su cuello fue demasiado. Esa pobre mujer hacía siglos que no sabía lo que era el contacto masculino. Temblaba como una hoja azotada por un vendaval.
_ Está fresco aquí - dijo Manuela aún abrazada , así que Clark , con dolor en el alma y en su entrepierna tuvo que acompañarla al ala este. A fin de que ella no se equivoque de camino le tomó la mano.
Sus manos entrelazadas eran cálidas, fuertes y perfectas juntas. La mano posesiva de Clark cogiendo la suya era sin dudas una maravilla. Si esa mano estuviera en sus pechos seguro la mataría - pensó Manuela y sus botones se irguieron duros y expectantes en su blusita.
Cuando llegaron a la cocina con las manos juntas la señora Flor respiró tranquila. Su hijo parecía haber superado la etapa de la idiotez. Miró brevemente el pantalón de Clark y observo un bulto enorme.
_ Te ha gustado hija mía - dijo Doña Flor.
_ Me encantó señora - dijo Manuela - Luisito, creo que podremos cambiarnos al ala oeste de esta casa! A mamá le vino bien el precio y podremos tener al abuelo con nosotros! -
Luisito abandonó la descripción de los tipos de células y beso a su abuela de mentiras y a su padre falso. Quizás algún día sean de verdad su familia - pensó Luis ilusionado.
La señora Flor fue a leer el cuento de Tom a su nieto antes de dormir. Manuela a cambiarse las bragas que tenía empapadas y Clark derechito al baño de su ala del edificio ya sabemos a qué hacer.
Manuela estaba feliz. Por fin podría vivir con su papá. Lo raro es que tendida en la cama no sonaba con don Marcos. Su cuerpo convulsionaba de deseos por el ex mendigo.
Manuela: No recuerdas más lo que te prometiste a los veintiún años? Jamás volver a enamorarte?
Pero hacía tanto tiempo! Y el tiempo suele matar neuronas de un plumazo. Esa noche revolcándose en la cama apenas podía recordar como se llamaba.
Clark, por su parte, estaba pasando muy bien en su baño mientras gemía el nombre de Manuela.
Tenía en su mente cada parte de la recorrida a su ala privada del chalet. El beso en el cuello, el calor de la mano de Manuela, su caminar por los corredores con ese maravilloso pantaloncito y las puntas de sus pechos levantados como espadas.
Clark no recordaba tampoco su odio al matrimonio. Estaba a un tris de perder su amada soltería. Y nadie podía alertarlo del peligro porque había cerrado su baño con llave. Pobre Clark. Gemía y gritaba dentro de ese baño, que seguro sufría un montón.
_ Que haré ahora ? Pensaba el pobre narrador de esta historia. - cuando estos dos se encuentren un gran cartel de Censura ,con letras rojas , apagará mí destino de escritor ? -
FELICITACIONES ‼️‼️‼️