COMO OBTENER EL DIVORCIO! (Omegaverse)

Aquel golpe no derrumbó al alfa, solo provocó un ligero movimiento ocasionado por el golpe que hizo que su cabeza fuera un poco hacia atrás.

'¿Está hecho de hierro o qué?', pensó Fabián, quien había utilizado todas sus fuerzas.

Antes de que el alfa pudiera reaccionar, Fabián se puso delante de él y lo apuntó con el arma.

La asistente Ivy iba a interceptar al omega, más fue detenida por Vadim con un movimiento de su mano.

"Suban al auto", se dirigió Fabián a la asustada familia que estaba atrás.

"Usted, libere sus manos y deles la llave del auto", ordenó el joven a la asistente.

Al no recibir órdenes de su jefe, la asistente Ivy no se movió.

"Hazlo", habló finalmente Vadim, el alfa irguió su cabeza y una ligera marca del golpe se podía ver en su nariz.

Siguiendo sus órdenes, la asistente Ivy liberó a las personas y le entregó la llave al padre de la familia.

Estos entraron al auto rápidamente y aseguraron las puertas.

Desde la ventanilla del asiento del conductor, el hombre no se olvidó de darle las gracias a Fabián.

"Váyanse ahora mismo", luego de que Fabián dijo esto, el auto arrancó de prisa desapareciendo a lo lejos.

Esta situación era divertida para Vadim, quien al ver a su osado esposo apuntándolo con un arma, no pudo evitar sonreír.

"Podría atraparlos fácilmente con una simple orden"

"Lo sé", habló Fabián sin dejar de apuntar, "Señorita asistente, suba al auto y váyase"

Si Vadim no tenía a su asistente a su lado, entonces no podría dar la orden para atrapar a esa familia, siempre y cuando el alfa no pudiera comunicarse con ella hasta que esa familia estuviera a salvo.

"Señor"

"Vete", ordenó Vadim.

"Sí, Señor", subiendo al auto sin hesitar, la asistente condujo lejos del lugar.

Quedando solos Vadim y Fabián, el joven omega buscó en los bolsillos de su esposo para tomar su teléfono celular.

"¿Ahora qué?, ¿planeas terminar conmigo en este inhóspito lugar?", cuestionó Vadim con una sonrisa.

Fabián planeaba esperar por lo menos una hora hasta que esa familia se pusiera a salvo, en el transcurso de esa hora, no dejaría de apuntar hacia Vadim, lo que sucediera después con él era incierto.

En toda su vida, Fabián nunca había apuntado con un arma contra una persona, solo jugaba los juegos de feria en los que tenía que ganar premios disparando a objetos inanimados.

Toda esta situación era desesperante.

"Fabián...", avanzó Vadim unos pasos hacia el joven.

"Quieto", apuntó Fabián más cerca al alfa.

Sin embargo, Vadim no se detuvo a pesar de la advertencia, tomando con su mano la parte delantera de la escopeta, Vadim la llevó hacia su cabeza.

"No tendrás otra oportunidad como esta, querido esposo"

Las manos de Fabián no dejaban de temblar por todo esto, este hombre estaba loco.

"Un solo disparo será suficiente", habló Vadim llevando su mano hacia el gatillo sobre la mano de Fabián, "¿no vas a aprovechar esta oportunidad?, ¿o vas a dejarme libre para que vaya detrás de esa familia?"

Con sus característicos ojos dorados sobre él, llenos de expectativa y un extraño rastro de excitación, Fabián hizo lo único que se le pudo ocurrir, pico con sus dedos los ojos de su esposo.

El ataque sí funcionó esta vez, ya que Vadim se cubrió los ojos con su mano y se inclinó tratando de apaciguar la incomodidad en sus ojos.

Fabián aprovechó esta oportunidad para guardar todas las armas en el bolso sin antes olvidarse de descargarlas y corrió lo más rápido que pudo.

Este sitio estaba muy lejos de la ciudad, ni Vadim podría llegar tan lejos sin un auto ni con su celular en mano.

Ya más lejos del lugar de los hechos, Fabián fue jalado de repente hacia atrás por una gran fuerza provocando que cayera de espaldas sobre el piso.

La bolsa con los armamentos terminó por caer más lejos.

Cuando Fabián se recuperó de la repentina caída, vio a Vadim, el alfa estaba sobre él sujetándolo de los brazos.

Fabián levantó su pierna para patear al alfa y así poder librarse, más fue bloqueado por este con facilidad.

Era como estar presionado por una gran montaña o un bloque de hierro.

Con una de sus manos, Vadim sostuvo el rostro del joven para que lo mirase.

"Tengo que hacer algo con esta agitación, después de todo, liberaste a mis presas, así que hazte responsable"

"... ¿Ah?", el confundido Fabián observó al alfa tratando de comprender que era lo que quería decir.

"... ¿Eres un masoquista o qué?", se retorció Fabián para liberarse, "¿no tienes varios acompañantes para deshacerte de tus agitaciones?"

"¿Es eso importante?, ¿o vas a darme mi celular para llamar a un acompañante hasta aquí?"

"... Es una trampa para que te dé tu celular ¿verdad?", entrecerró Fabián los ojos con sospecha.

"¿Quieres comprobarlo?", Vadim pasó su mano por debajo de las ropas de Fabián hasta llegar al abdomen del joven.

Diferente, era muy diferente al cuerpo de un omega que Vadim conocía, el abdomen de Fabián era más firme y estaba marcado, subiendo más su mano, el pecho del omega era firme de igual manera.

Vadim recorría con curiosidad el cuerpo de Fabián hasta que...

"Pffff, ja ja ja ja ja"

Fabián no paraba de reír por las cosquillas que le provocaba ser tocado por Vadim.

"Ya, ja ja ja ja, ya basta"

"Eso no es para nada atractivo", aun después de decir esto, Vadim continuó tocando el cuerpo de Fabián provocando que este riera con más fuerza.

La risa de Fabián era lo único que se oía en medio del bosque.

"Ja ja ja ja, ya basta", sin poder soportar las cosquillas, Fabián colocó su mano sobre la mano de Vadim para apartarlo, "¡dije que ya basta!", terminó por gritar.

"Ja ja ja, una persona no debería reír tanto porque terminará por llorar después"

"¿Y cuál sería la razón por la que terminarías llorando?", preguntó Vadim agarrando con sus dedos uno de los pezones de Fabián para luego apretarlo.

Por el repentino toque brusco, Fabián levantó su rodilla con fuerza como reflejo y esta terminó por aterrizar en medio de las piernas del alfa.

Todo quedó en silencio.

Ese era un lugar sensible incluso para un alfa como Vadim, Fabián se deslizó de debajo del cuerpo del alfa al quedarse este quieto, y quedó libre al fin.

"Umm, te ayudaré a caminar", ofreció Fabián muy amablemente.