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La Mujer Que Fue Perfecta

La Mujer Que Fue Perfecta

Status: Terminada
Genre:Esclava / Sirvienta / Diferencia de edad / Atracción entre enemigos / Casada con el millonario / Completas
Popularitas:205.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Gloria Escober

Fui la mujer perfecta
En la oscuridad descubrí el placer, descubrí que mis piernas no eran para cerrar, que mi lengua podía acariciar y herir con el mismo arte.
Aprendí a gemir con rabia y a dominar con las caderas.
Ahora regreso. Con vestidos de seda y piel perfumada, con un cuerpo que aprendí a usar como un arma.
Él cree que vuelvo para cumplir aquella promesa. Cree que aún soy suya.
La mujer perfecta ha muerto. Lo que queda… es una diosa del placer y la venganza.
No viene a buscar amor. Viene a cobrar.

NovelToon tiene autorización de Gloria Escober para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

El principio del fin

Débora se levantó del sofá mientras el chico dormía en él. Tomó su ropa interior, se puso la bata y salió de la habitación. Al cruzar el pasillo, se encontró con la madam.

—Y, ¿qué tal, señora? —preguntó la madam.

—Muy bien, tiene mucho talento, pero aun así le falta energía. Está dormido ahora. Eso es peligroso, tiene que permanecer despierto. Necesita trabajar en eso —respondió Débora.

—No se preocupe, resolveremos eso —dijo la madam.

—Muy bien. Ya sabes, tienen que ser más que amantes, necesitan sacar información y traérmela.

—Así será, señora.

…………………………………………………………………………………

Débora se fue a la habitación donde tomó un baño. Después se vistió y salió de la mansión hasta llegar a su casa. Fue a su habitación y se recostó en la cama. Su cuerpo estaba más calmado y, en ese momento, un recuerdo vino a su mente. Un recuerdo del momento en que su vida comenzó a volverse un infierno.

Flashback

Todo estaba listo. Angeline se miró en el espejo vestida de blanco; realmente se veía hermosa. Faltaba una semana para su boda con Víctor. Estaba muy feliz. En ese momento su celular sonó: era Víctor, quien la invitaba a bailar a una discoteca.

—¿Una discoteca? —preguntó Angeline.

—Claro, preciosa, una discoteca.

—No sé, Víctor. Nunca he estado en un lugar así. Mi madre dice que no es digno de una dama.

—Pues, para una mujer que va sola no es un lugar apropiado, pero vas conmigo. Vamos, linda, quiero bailar contigo.

—No lo sé...

—Oye, eres mi prometida, mi futura esposa. Vamos, yo te cuidaré.

—Está bien, pero tú llama a mi padre y a mi mamá y diles, porque si no, no van a creerme.

—De hecho, estoy llegando a tu casa. Ponte algo bonito —dijo, y cortó la llamada.

Angeline corrió emocionada, se maquilló de forma natural y se vistió. No tenía ropa para ir a esos lugares. Quizás su hermana podría prestarle, pero sabía que no lo haría. Entonces buscó en su clóset y encontró un vestido rojo hasta la rodilla, de tirantes, escote en forma de corazón, pegado en la cintura y suelto en las caderas, un pequeño bolso negro y unas zapatillas.

Cuando estuvo lista, vio el carro de Víctor estacionarse. Esperó unos minutos hasta que su madre la mandó a llamar. Bajó a pie por la escalera. Estaban Víctor y sus padres.

—Te ves hermosa, Angeline —dijo Víctor.

—Gracias, Víctor.

—Hija, Víctor quiere llevarte a bailar un poco y le hemos dado permiso. Pórtate bien.

—Gracias, mamá.

Angeline tomó la mano de Víctor y ambos se fueron. Mientras iban en el carro, Angeline preguntó:

—¿A dónde iremos?

—A un club nuevo, abrió hace poco. Quiero llevarte porque, aunque estemos casados, creo que debemos salir aunque sea una vez al mes para no caer en la monotonía. ¿Sabes bailar?

—Sí sé bailar, o eso creo. Cuando hago pijamadas con Manu, a veces ponemos música en la habitación. Ella me ha enseñado unos cuantos pasos, sobre todo tango.

Víctor frunció el ceño.

—No me gusta la compañía de Manu. No creo que sea una buena influencia para ti. No quiero que la veas más.

—Manu es mi mejor amiga, y si fuera una mala influencia, me llevaría a las discotecas donde ella va, pero nunca lo ha hecho. Lo que dicen de ella son rumores. Nunca han sacado alguna prueba. Hablan de ella por envidia. Manu es hermosa, la más hermosa de todas las chicas. O dime tú: ¿la has visto haciendo algo? Porque si es así, la dejaré.

Víctor apretó el volante.

—No, nunca la he visto, pero, Angeline, no quiero que hablen mal de ti por ella.

—Víctor, llevo años siendo su amiga y nunca nadie ha hablado mal de mí —dijo acercándose a él y dándole un beso en la mejilla.

Víctor le sonrió.

—Tienes razón. Discúlpame, bonita.

—No estoy enojada.

Y en el fondo no podía estarlo, pues sabía muy bien la vida de Manu. Sabía sobre sus viajes y todos los hombres con los que salía. Pero Manu siempre había sido inteligente, se cuidaba muy bien, por lo que nadie tenía pruebas sobre ella. Además, Manu era su única amiga y siempre había respetado su forma de pensar. Y aunque sonara feo, Manu era la única persona con la que se sentía totalmente libre.

Después de media hora, habían llegado a un enorme club. Víctor bajó junto al auto y después le abrió la puerta a Angeline. Ambos bajaron. El valet tomó las llaves del coche y se fue. Víctor presentó una tarjeta y lo dejaron pasar.

El lugar no era como Angeline se lo había imaginado. Era muy espacioso, había una pista donde sonaba música y gente bailando. Pero arriba había unas mesas. Era como estar en un teatro: podían ver desde pequeños balcones el escenario, que en este caso era una pista de baile.

—No pensé que esto fuera así —dijo Angeline.

—¿Pensaste que te llevaría a un lugar con gente bebiendo y música alta, donde no puedes escuchar tus pensamientos?

—Algo así...

—Claro que no, esos lugares no son para ti. Quiero que bailemos, pero también que cenemos. Este lugar es muy exclusivo, Angeline. Solo la élite viene aquí. Dentro de un rato habrá música electrónica y podremos pasar a la pista a bailar.

Ambos tomaron un pequeño elevador y subieron a la parte alta. Tomaron una mesa y comenzaron a cenar. De pronto se puso oscuro, las luces de diferentes colores aparecieron y la música electrónica comenzó a sonar. Muchas personas se fueron a la pista a bailar. Angeline solo observaba mientras los demás disfrutaban. En ese momento, Víctor le tomó la mano y se fueron a la pista. Ella fue un poco torpe al principio, pero recordó las clases con Manu y comenzó a mover sus caderas. Víctor la trajo hacia él, y ella puso sus manos alrededor del cuello de Víctor.

Después de un rato, subieron a una de las mesas.

—Bailas muy bien, Angeline.

—¿Tú crees? —dijo con una sonrisa.

En ese momento, el celular de Víctor comenzó a sonar. Él se levantó para contestar, mientras Angeline se quedaba en la mesa mirando la pista. De pronto llegó el mesero con una bebida y la colocó en la mesa de Angeline.

—Que la disfrute, señorita.

—Muchas gracias —dijo tomando la bebida.

Al ingerirla, sintió que tenía más alcohol, pero también un sabor a frutas. Después de bailar, se sentía cansada, y la bebida estaba fría, por lo que la consumió sin pensarlo mucho.

Después de unos minutos, Víctor regresó.

—Era del trabajo, guapa.

—Entiendo, Víctor.

Después de unos minutos, Angeline comenzó a sentirse un poco mal.

—¿Estás bien, bonita?

—Sí, solo necesito ir al baño.

Angeline se levantó y fue al baño. Se lavó la cara, pero comenzó a sentirse mareada y algo agitada. Su cuerpo empezó a calentarse, sentía mucho calor. Salió del baño, pero pronto comenzó a tambalearse. Estaba a punto de caer cuando alguien la tomó de la cintura.

—Tranquila, guapa. Ven conmigo.

—¿Quién eres? —dijo muy mareada.

—Ven, preciosa —dijo el hombre.

Angeline quiso impedirlo, pero se sentía demasiado mareada.

…………………………………………………………………………………

Por otro lado, Víctor estaba en la mesa esperando. Ya había pasado mucho tiempo y Angeline no regresaba del baño. Decidió levantarse a buscarla. Cuando se acercó, vio el bolso de Angeline tirado en el pasillo. Sabía que era de ella porque él mismo se lo había regalado, lo mandó a hacer para ella. Preocupado, se fue al baño y entró sin importarle la cara de las demás mujeres, pero no la encontró. Comenzó a buscarla por todo el lugar.

No estaba en ningún lado. En ese momento, corrió hasta donde estaba el cuarto de seguridad, pero no lo dejaron entrar. Llamó a su amigo, primo de uno de los dueños. Después de una hora, dejaron entrar a Víctor, quien se vio en las cámaras del pasillo. Observó cómo Angeline salió mareada del baño y cómo un hombre se la llevó. El rostro de Víctor se puso pálido al ver esto. Inmediatamente llamó a la policía y a todos sus contactos para buscar a Angeline.

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Por otro lado, Angeline estaba en un coche. Todo a su alrededor daba vueltas. El coche se detuvo. Angeline fue sacada del auto y colocada en otro: una camioneta negra. La pusieron en el asiento trasero. Allí había un hombre joven, de unos 30 años, atractivo. Al mirarla, sonrió. Pasó su mano por el rostro de Angeline.

—Te tengo, palomita —dijo con una sonrisa.

El auto se detuvo en una mansión. Angeline fue sacada inconsciente del vehículo y llevada adentro.

—Llévenla a mi habitación —dijo el hombre.

…………………………………………………………………………………

La policía llegó al lugar. Los padres de Angeline también estaban allí, desesperados.

—¿Qué le pasó a mi hija? —preguntó el padre.

—Señor, estábamos celebrando. Todo iba bien. De pronto ella quiso ir al baño, pero ya no regresó. En las cámaras de seguridad se ve cómo un hombre se la lleva. Ella iba muy mal —dijo Víctor.

—¿Pero quién era ese hombre?

—Aún no lo sabemos, pero su rostro dentro de poco aparecerá en todo el país. Lo siento tanto... Esto fue mi culpa.

—Hijo, no digas eso. Esto no es tu culpa. La vamos a encontrar, ya lo verás.

…………………………………………………………………………………

Angeline despertó en una cama. La luz del sol se filtraba por las ventanas. Poco a poco fue abriendo los ojos. Su cabeza daba vueltas. Intentó incorporarse, pero un dolor en la parte baja la atravesó. Se dio cuenta de que estaba envuelta en una sábana y desnuda. Su cuerpo estaba lleno de marcas. Al tocarse, notó algo de sangre corriendo entre sus piernas. No sabía qué había pasado, no lo recordaba, pero sabía que había sido algo malo. Inmediatamente se puso a llorar, como una niña asustada.

1
BERNARDINA PASTELIN
malditas ,😡😡😡😡😡 que madre tan horrible. pobre Mónica todo lo que sufrió más que su hermana .
ojalá que enxuentren al hombre mayor ya que ese desgraciado también quería a angela
Cecilia Peña
Gracias autora llore mucho con tu novela es hermosa
Cecilia Peña
Que capitulo tan estremecedor
susej orta
muy impactante la novela,m mantuvo en suspenso no quería dejar d leer,m hizo llorar pero m encantó d principio a fin, felicitaciones
Roxana C Añez
Seré sincera... me gustó mucho la protagonista, porque fue una mujer que persiguió y consiguió cada propósito que tuvo.
Pero tengo observaciones que me quedan pendientes, ojalá no lo tomes a mal:
1. Constantemente le cambiaste los nombres a los personajes secundarios, al principio la familia de la protagonista eran Saenz y luego fueron Smith.
2. Su padre merecía saber que la hija estaba viva, si querían ocultar como sucedieron los hechos, se inventaba una mentira y ya.
3. El asunto de las consuegras lesbianas... no era por el que dirán, era porque deseaban riquezas, poder y una vida de lujos. En el siglo en que estamos no nos asombramos si alguien sale del clóset, así de fácil.
4. El final me supo a poco, no supimos con quién terminó quedando y nada de su relación 💔.

Pero, aún así ME GUSTO! Es la tercera novela que leo de tu autoría, espero leer la siguiente. Gracias por compartir tu hermoso don. Un abrazo grande 🤗
Anonymous
Muchísimas felicidades por esta novela muy buena nada tradicional me gusto mucho
Rebecca H
una novela muy buena.
el drama no es mi favorito.
pero esta novela lo llevo al nivel más alto.
gracias. estoy ansiosa por leer al duque
Rebecca H
pues es simple.
Humberto y Carla como cómplices las secuestraron para evitar que hablarán y juntos viven en un país lejano felices comiendo perdices.
Rebecca H
yo le habría dejado un puñado de gusanos en lugar de una rosa.
pero mejor se los dejo a las vivoras.
ellas si que los merecen
Rebecca H
si con lo que llegó a saber se rompió...
imagina con lo demás.
es para volverse loco
Rebecca H
yo creo. lo hizo por cobardía.
no quiso enfrentar la culpa y el dolor.
de todos modos los remordimientos lo hubieran matado
Roxana C Añez
Ana Jones??? Ella es Sara Sanz!!! Amelia es Jones, la madre de Víctor 🙈
Roxana C Añez
Acaso no se llama Sara su madre??? Por favor, ya no cambies los nombres... es fácil perderse 💔💔
Rebecca H
oooh no
mato a su madre.
pobre Mónica. fue una víctima de esas víboras y ahora será una reclusa.
no es justo
Roxana C Añez
Él se llama Victor Jones... por favor, ya no cambies tanto los nombres 💔
Roxana C Añez
Uyyyy todo un papacito 🤤🤤
Roxana C Añez
Entro caminando despacio y habla que está en silla de ruedas!!! Uyyyy no, ya estamos mal 🙈
Zaidymar 🌠
Excelente novela. por favor no recuerdo muy bien quién era Maikol?🤔 entre tantos amantes no me acuerdo de el
Zaidymar 🌠
pobre devora termino como la una
Zaidymar 🌠
Menos mal que lo perdono naguara, osea te perdono porque te suicidastes nada más por eso
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