No Soy La Villana

AILA

Pasó una semana desde que Einar trajo la propuesta que nos salvó de ser devorados por los Socios y los Inversionistas. Lo cual ayudó mucho a que la prensa nos dejara en paz. Al final hubo un rayo de esperanza que nos salvó y ese rayo se llamaba Einar.

Estaba en mi oficina revisando los últimos detalles del diseño del proyecto que el Duque de Hess nos había confiado. Entonces paré al oír una voz conocida discutiendo con mi secretaria Hilda, la única mujer que me ha soportado desde el primer día en que comencé a trabajar en la empresa.

La puerta de mi oficina fue abierta con brusquedad, entró Alicia Vanselow, con el maquillaje corrido por el llanto, enojada, triste, furiosa y muy, muy alterada. Su vestido blanco tenía manchas de pinturas en el borde la falda y en el lazo de este, su cabello estaba sujeto en una coleta desordenada y mal ejecutada, Alicia era una artista, pero una muy desastrosa con su imagen, en ese momento. Su cabello estaba sujeto en una coleta desordenada.

Llegó caminando enojada hasta mi escritorio y lo golpeó con la palma de su mano abierta, lo que me hizo sobresaltar de mi silla.

—¡¿Cómo te atreviste a demandar a mi Padre?! ¡¡Es INOCENTE!!—Gritó furiosa.

Entonces dejé mi bolígrafo sobre mi escritorio y dije:

—Alicia, tu padre robó dinero y hay testigos, y hay pruebas en sus cuentas bancarias, y...

Me interrumpió golpeando el escritorio, otra vez.

—¡¡CÁLLATE, CÁLLATE!!—Me gritó, aún más furiosa—. Sé que mi Padre es inocente y lo voy a demostrar, no te creas impune porque Einar se casará contigo, porque no es así.

Solté un suspiro.

—Haz lo que quieras... no me importa. Siendo honesta, me sorprende que defiendas tanto al hombre que siempre te ha tratado como una decepción—. Había sacado mi lado oscuro y cruel. Realmente odiaba esa parte de mí, pero no iba a permitir que esa mujer viniera a gritarme por un error que no era mi culpa, sino de su Padre—. Sinceramente, no me importa que me odies o me aborrezcas, porque mi conciencia está tranquila y, por lo tanto..., aquí el único culpable de todo lo que está pasando es por culpa de tu Padre...

Así que te voy a pedir de manera educada que te retires—. Ella me miró con un odio que nunca antes había visto en Alicia, quien siempre había sido educada, cortés y amable. Pero al ver esta versión de ella... me hizo darme cuenta de que muchas veces cuando conoces a alguien que se muestra siempre amable, tierna, indefensa, amable y comprensiva..., en realidad resulta ser peor que un demonio.

En ese momento Alicia levantó la mano para golpearme, cerré los ojos esperando el golpe y no lo sentí, abrí los ojos y vi a Einar detrás de Alicia luciendo un traje negro y su máscara plateada, mirando a Alicia con decepción y desprecio.

Alicia miró sobre su hombro y su rostro palideció al ver a Einar.

La soltó y bajó la mano. Bajó la cabeza avergonzada y a la vez impotente y llena de rabia.

—¿Quién te crees que eres para golpear a Aila?—

No se atrevió a mirarlo.

—¡Responde!—Gritó molesto. Alicia tembló de miedo.

—Ella..., ella... ¡¡Es la responsable de que mi Padre esté en la cárcel!! ¡Einar!—Lo sujetó de los brazos suplicando—. Tienes que ayudarme a demostrar que mi Padre es inocente, él nunca robó nada.

Einar la alejó de él y la miró directamente a los ojos.

—Alicia, ayer fue el juicio de tu Padre y por desgracia lo encontraron culpable y le dieron veinte años de cárcel. Lo siento mucho, pero no hay nada que hacer—. Alicia se cayó al suelo de rodillas, lloró y lloró hasta el punto en que comenzó a gritar. Estuvo así un rato y sinceramente no me alegraba su situación, sin embargo, la gente que comete errores debe de pagarlos. Y en mi vida pasada yo pagué mis errores muy caros, y pude renacer para enmendarlos.

Solo esperaba que el Padre de Aila estuviese bien y que sus errores fueran perdonados.

Me quedé de brazos mirando a Alicia llorar, entonces se levantó del suelo y se limpió las lágrimas antes de irse dijo:

—Por lo visto, el ser la prometida de la 'Bestia de Hess' te ha dado privilegios, pero... ¿Ya te mostró lo que hay debajo de esa máscara que usa?

—¿Qué estás tramando Alicia?—Le preguntó Einar en un intento de detenerla, pero ella siguió.

—¿No lo sabes? ¡Ja, ja, ja!—Se rio burlándose de Einar. Esa mujer era patética.—Entonces te las describiré yo misma... ¡Son tan aterradoras, feas y asquerosas que de tan solo verlas saldrás corriendo! ¡Es el hombre más feo y asqueroso que he visto en mi vida!

—¿Acaso piensas que las cicatrices de alguien son motivo de burla?—Le pregunté esperando a que me respondiera, pero ni siquiera me miró—.

Sí Einar no me las ha mostrado es porque no ha encontrado el momento y el lugar para hacerlo, y sé que ahora no se siente cómodo y seguro de hacerlo en este momento, y no lo voy a obligar. Y mucho menos me burlaré de él.

Merece respeto y tú... que dices ser su amiga... ni siquiera eres capaz de dárselo, qué vergüenza me das Alicia Vanselow—. La miré de cerca, posando mi mirada en sus ojos verdes—. Alicia... aquí la única fea y asquerosa persona, eres tú. Tu corazón es negro así como también tu alma.

Alicia miró hacia la puerta y vio que muchos de los empleados la estaban viendo con horror y desprecio. Alicia tomó su bolso y se fue sin decir una palabra más.

Cruzó el marco de la puerta avergonzada y humillada por ella misma. Entonces me acerqué a la puerta y dije:

—Por favor, váyanse a trabajar que hay mucho qué hacer—. Hilda con sus ojos grises y afilados miró a los empleados y estos se fueron apenados, ella cerró la puerta y se lo agradecí.

Fui hacia Einar quien estaba en un estado shock por las crueles palabras de Alicia. Tomé su mano y él no se atrevió a mirarme, pero sujetó mi mano con fuerza.

—No le hagas caso, dudo mucho que ella vea lo que yo veo en ti. Además las cicatrices no definen a una persona, sino lo que hay dentro de su corazón—. Quise volver a mi escritorio, pero el me atrajo hacia él y me abrazó. Le correspondí el abrazo y nos quedamos un rato así, no había prisa, no lo dejaría convertirse en un villano por culpa de una mujer que solo sabía escupir veneno.