Un Final Feliz Para La Extra.

–Fue un placer haber trabajado con usted señorita Dupeyrón.

–Fue un placer para mi majestad.

Hago una profunda reverencia hacia el emperador de Rosel.

–Le tengo un obsequio por el gran trabajo que ha hecho.

–No es necesario, su majestad ya nos ha dado un buen pago.

–Será necesario para usted en el futuro y también me he puesto en contacto con el gobernador de Iris y ha hablado maravillas de usted, en cómo ha mejorado el pueblo desde que llegó.

–Para mi es un placer ayudar a esas personas, todos han sido muy amables.

El emperador hace una seña a uno de los empleados, el cual se acerca con un pergamino en la mano.

–Por la presente el emperador de Soler, Aaron Thirwall concede a la señorita Dilara Dupeyrón el título de Condesa Dupeyrón, le serán entregadas las tierras del condado de Iris para estar bajo su cuidado y protección –se acerca a mi para entregar el pergamino, yo aun es estado de shock levantó la mano, tomó el rollo y lo colocó cerca de mí pecho –También se le hace entrega de un mapa en donde se muestra la totalidad de las tierras de las que es dueña.

El hombre extiende un mapa en el que se muestra el pueblo de Iris incluyendo mis terrenos, supongo que este está actualizado gracias al gobernador, hay un círculo que rodea muchas tierras y el pueblo dentro de el es muy pequeño.

–Esto es mucho su majestad, no creo merecer tanto.

–Por supuesto que lo mereces y estoy esperando para ver como haces crecer tu territorio.

–Muchas gracias su majestad.

Hago de nuevo una profunda reverencia para agradecer.

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–¿Ya nos vamos mami?

–Sí cariño, volvemos a casa.

Drystan feliz me abraza por la cintura y corre a contarle a su hermano que nos vamos. Me emociona cada vez que lo veo ser feliz, antes era un niño tan callado.

–Te extrañaré mucho Dilara.

–Puede ir a visitarme cuando usted guste princesa.

–Te tomaré la palabra y quizás pronto me tengas por allá.

La princesa me abraza con fuerza antes de soltarse y salir de la habitación.

Estoy ayudando a terminar las maletas, tuve que crear maletas más grandes, ya que compramos muchas cosas en nuestra estadía en la capital.

Al terminar me dirijo al jardín para dar una última vuelta.

–¿Emocionada?

Al darme la vuelta estaba el Archiduque mirándome con los brazos en las espaldas.

–¿Cómo?

–¿Si está emocionada por volver a su hogar?

–Sí, sobre todo Drystan que ya extraña su habitación y juguetes.

Suelto una pequeña risa recordando los pucheros de mi hijo al decirme que extrañaba sus juguetes.

–Tiene una risa muy linda.

Levantó la cabeza para mirarlo sorprendida, siento mis mejillas calentarse.

–Gracias.

–Demos un paseo.

Me ofrece su brazo para que caminemos por el jardín, un poco indecisa miro su brazo pero al final igual lo tomó.

–Mañana estaré partiendo para visitar sus tierras.

–¿Aceptara mi invitación?

–Por supuesto, no me lo perdería por nada.

Pasamos cerca de un rosa donde el Archiduque se detiene unos segundos para arrancar una y luego entregármela.

–Gracias.

El resto del paseo lo hacemos en silencio hasta que llega el momento de partir.

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Tres días en el insoportable camino de tierra, tendría que haber hablado con el emperador sobre eso para ver si se podían hacer calles de cemento y adoquines.

Yo tengo los materiales y él a las personas.

El cambio de camino se hace notar de inmediato, me relajo al instante.

Pasamos por el pueblo sin detenernos, tengo que tener todo listo para la llegada del Archiduque a la mansión el día de mañana.

No entiendo muy bien el porqué pero estoy muy nerviosa.

–Al llegar tienes que acomodar una habitación de invitados en el mismo piso de nuestras habitaciones, la otra ala está muy separada y es el primer invitado que tendremos.

Por fin diviso el que es nuestro hogar, bajo la mirada hacia Drystan que está durmiendo con su cabeza en mi regazo.

–Despierta cariño, ya llegamos.

De a poco comienza a abrir los ojos, suelta un bostezo rascando su ojo derecho.

–¿Llegamos mami?

–Sí cariño.

Con una gran sonrisa mira por la ventana antes de mover a Lorcan con el brazo.

–Este será su nuevo hogar –habla mientras Lorcan se sube al asiento y mira por la ventana junto con él.

Llegando frente a la puerta de la casa Dante nos ayuda a bajar del carruaje, los cachorros de lobo bajan tímidamente del carruaje observando todo a su alrededor.

–Bienvenida señora.

En la entrada está el mayordomo y las pocas empleadas que tiene la mansión, al ser nosotros tres solos no vi la necesidad de contratar muchas personas para trabajar aquí, mis hijos tienen una niñera cada uno pero el mayor tiempo lo pasan conmigo.

–¿Mami puedo dar una vuelta con Lorcan?

–Claro cariño, Greta te acompañará y llevas a ambos lobos a conocer todo.

–Gracias mami.

Greta sigue unos pasos por detrás de mi hijo mientras habla mostrándole todo a sus nuevos amigos.

–Mañana tendremos visitas así que necesito que acomoden una habitación en nuestra área y también que alguien vaya al pueblo y lleve una invitación para el gobernador.

–Enseguida señora ¿Puedo saber quien es la visita para arreglar adecuadamente la habitación?

–Él Archiduque Raymond Theran.

Queda sorprendido por un segundo antes de hacer una reverencia.

–Entiendo, iré a hacer lo que me ha pedido.

Se da un vuelta para ir a hablar con los sirviente para comenzar con sus tareas.

Yo voy al estudio a escribir la carta para el gobernador y solicitar su presencia aquí, necesito saber que necesitan en el pueblo para poder a comenzar a ejercer con mi deber de Condesa y darle una nueva vida a todos los habitantes, quiero ayudarlos tanto como ellos me han ayudado.

Hace un tiempo tenía planeado hacer una plaza de juegos para niños y un pequeño parque para pícnic, ahora con todo el terreno que me ha dado su majestad podré hacerlo.