Dinorah mira las facturas médicas de su madre, a su alrededor, su hermana adolescente Dalila, parlotea haciendo peticiones totalmente ridículas en vista de la precaria economía; no sólo es la convalecencia de su progenitora, si no que tampoco tiene empleo y los ahorros familiares ya están en cero.
Su belleza serena, su porte elegante y la necesidad impresa en sus gestos apenas perceptibles por un experto jugador de poker, hacen que Renzo llegue con una propuesta, que significa soluciones a corto plazo, ¿se cuestiona?, sí, pero la necesidad vence sus barreras morales, sin saber que es sólo el inicio de una red de mentiras, dónde si él corazón no se involucra tal vez podría salir ilesa.
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Capítulo 21
En el salón de la mansión Costa, Dinorah y Elena mantienen una conversación amena, la mujer no ha querido poner en evidencia a la chica, sabe que quien está aprovechando de la situación es su hijo menor; sin embargo, lo nota pensativo.
Una semana ha transcurrido de aquel encuentro en el club, la imagen de Valeria, absorta en su libro, sigue rondando la mente del joven, para él es inusual y casi molesto, no poder catalogar a esa mujer en ninguna de sus "categorías", y eso, extrañamente, le causa más curiosidad que cualquier otra cosa, no es posible que esa chica se resistiera a su encanto, por eso, la ha investigado discretamente, y descubierto que ella, además de arquitecta, es una apasionada del arte contemporáneo, especialmente las instalaciones urbanas y casualmente hoy habrá una exposición inaugural importante en una galería de diseño en el centro.
Mientras Renzo está perdido en sus pensamientos, la voz de Elena llama su atención.
—Hijo, nos estamos tardando con la fiesta de compromiso— le dice.
—Hablaremos después de eso, ¿verdad Laura?— responde desviando su vista a Dinorah, quien baja la mirada.
—Ningún después, necesito que invites a su familia a cenar en cuanto tu hermano llegue de Brasil— agrega enérgica y los ve tensarse —debemos estar reunidas las dos familias para celebrar...
Dinorah se sienta frente a su laptop en la sala de su pequeño apartamento, los bocetos de alta costura de su madre, Dana, están apilados cuidadosamente a un lado de la mesa. La culpa por la farsa de "Laura Villamizar" la sigue apretando, pero hoy ha decidido dejar de quejarse por las consecuencias de sus actos y enfrentarlas buscando una solución; además , cada vez la presión por formalizar el compromiso es mayor, sabe que no le queda mucho tiempo antes de que la descubran, así que con determinación se dedica a buscar una vía de escape honesta, y ya ha madurado un plan que comienza a tomar forma.
Sus dedos se deslizan ágilmente sobre el teclado, inicia su primera búsqueda para crear la página web de su tienda online de alta costura, la cantidad de resultados la abruman, sabe que es un desafío grande, pero dará un paso a la vez, lo primero que hace es registrar un sitio en la red y después de largas horas de ensayo y error, usando fotografías profesionales del portafolio de su madre, logra diseñar, más o menos lo que quiere en su página, aunque sabe que deberá contratar los servicios de un especialista...
Después de dejar a Dinorah Renzo conduce hasta la galería donde es la inauguración de la exposición de arte contemporáneo, él no es de este tipo de eventos, pero con suerte, encontrará a la morena que muy educadamente lo mandó a volar.
Para su sorpresa el lugar esta lleno de gente, pero con un recorrido rápido de sus ojos logra ver a Valeria de pie frente a una instalación de metal reciclado, la cabeza ligeramente ladeada, analizando la obra con una intensidad que a Renzo le parece fascinante.
Se acerca recorriéndola con la vista, admirando como su figura esbelta resalta en ese vestido de lino. No intenta una entrada grandilocuente, simplemente se detiene a su lado, observando la misma pieza.
—Interesante cómo el artista juega con la fragilidad del material para crear algo tan imponente, ¿no crees?— dice, usando un tono más reflexivo de lo habitual.
Valeria voltea, y una chispa de sorpresa aparece en sus ojos al verlo.
—¡Oh! Hola— saluda finalmente con una sonrisa —sí, hay una contradicción hermosa en ello, es como si la vulnerabilidad fuera la verdadera fuerza— agrega.
Renzo asiente para no parecer imbécil, aunque por dentro admite que nunca había pensado en el arte de esa manera.
—Nunca lo había visto así— confiesa sorprendiéndose de su propia honestidad —normalmente, mis intereses son más— hace una pausa —más tangibles.
Ella levanta una ceja —lo imagino— habla con una pequeña sonrisa.
Continúan conversando moviéndose de una pieza a otra; en tanto, Renzo se esfuerza por escucharla de verdad, haciendo preguntas sobre su perspectiva, permitiendo que ella guíe la conversación sobre el arte y la arquitectura. Por primera vez desde que recuerda, Renzo Costa habla menos de sí mismo y pregunta más de lo que la mujer que lo acompaña piensa.
En un momento, Valeria se detiene frente a una obra y Renzo, sintiendo una conexión inesperada, comparte una anécdota personal de su infancia sobre un edificio abandonado, donde jugaba junto a su hermano a buscar tesoros.
—Hay un pequeño café aquí cerca que hace un espresso increíble, ¿te parece si continuamos la conversación ahí?— cuestiona, cuando las personas comienzan a marcharse, rogando por una respuesta afirmativa.
—Un buen café suena bien— responde la chica sin desdibujar la sonrisa de su rostro.
El aroma a café recién molido llena el pequeño establecimiento, han pasado casi dos horas y la conversación con Valeria sigue fluyendo con facilidad. Sorprendentemente, Renzo, el maestro de la fachada, se encuentra revelando más de sí mismo de lo que pretendía.
Habla de que cuando era un niño soñaba con ser ingeniero, pero mientras crecía, su abuelo le inculcaba que el futuro estaba en los negocios y menospreciaba sus sueños diciendo que un ingeniero civil no era más que un "albañil con título", así poco a poco se fue apartando de la idea, pero nada más lo llenó.
Valeria lo escucha con esa misma mirada penetrante que había notado desde el primer día, esa que parece ver a través de las capas; no lo interrumpe, no juzga únicamente asiente, mientras su dedo traza círculos en el borde de su taza.
—¿Y qué pasó con tu abuelo?— cuestiona, ya que nota la influencia que tuvo o tiene en él.
—Murió, dejándome gran parte de su fortuna— dice con una sonrisa y ella arruga la frente denotando que no comprende.
—¿Por qué lo dices sonriendo?— inquiere.
—Porque esa fortuna la gasté en un suspiro— responde sorprendiéndose a su mismo de su sinceridad y sacándole a ella una sonora carcajada, que es interrumpida por un timbre de teléfono.
Renzo mira la pantalla y es Victor quien llama.
—Hermano ¿cuándo vienes?, ¿aún no le has sacado la plata a tus viejos?— pregunta en tono tan alto que pese a que el menor de los Costa tiene el móvil pegado a su oreja, Valeria puede escucharlo, además del bullicio que se escucha de fondo.
—No, aún no y ya creo que no voy a insistir en eso— contesta mirando a la chica que tiene la mirada fija en su café.
—Entonces definitivamente tu familia logro controlarte— afirma con burla y Renzo inspira.
—¿Sabes qué?, mañana hablamos en este momento estoy muy ocupado— dice y cuelga antes de que su amigo pueda decir algo más.
—Era un amigo— dice un poco nervioso, tratando de retomar la conversación, Valeria sólo lo mira, pero en esa mirada vio una brecha para sincerarse y contarle cómo ha vivido todos estos años.
—Entiendo la emoción del riesgo en una apuesta, en no saber qué pasará mañana, Renzo; pero, ¿y tu vida?, ¿y la satisfacción de ver algo tangible que creaste con tu propio esfuerzo?, ¿la huella real que dejas?, no me respondas a mí, respóndete tu mismo— él se sorprende de que ella no lo juzgue; sin embargo, le hace preguntas que lo obligan a reflexionar sobre sus propias motivaciones, mientras él expone su vida de una manera que quizás con nadie lo había hecho; por primera vez, ha dejado caer su máscara y no está intentando hacerse el simpático, simplemente esta permitiéndose ser él.
Se Acabó el tormento de la mentira!
Aunq ahora esta ese Tormento llamado Roberto, Instalado en tu cora!!!
Por ahora concéntrate en Ti y en tus proyectos. No dejes q Te Afecte lo q Otros, piensan de Ti...
Por q Si No , Creerán q es Verdad¡!!!
A otra cosa Mariposa,por q te Aseguro q Nuestros Suegritos Chilos, No dejaran de visitarte!!!
Vaya, vayaaaaaa!!!
Renzo menso, por fin empieza a utilizar ese pedazo de Neurona q aun vive dentro de esa cabezota!!!
Val, ay te encargo q le des su bue a dosis de Ubícatex y de Humildad!!
Tu tienes esa encomienda mana, tal vez seas Tú quien le enseñe por fin lo q es Vivir sin Mentiras!!!
Roberto pemdejo, a chillar a la Maternidad cabron!!!
Ahora la Bebes o la Derramas!!!
No puedo con esta angustiacion mana!!!!
Osea q de la mañana y yo pensando como partirle la mema a Beto!!!!
se pasoooo!!!!