En Esta Segunda Vida Seré Villana

Los nobles, en cuanto tuvieron la oportunidad de reunirse con el emperador, le explicaron la problemática que está viviendo el pueblo.

—Emperador, la masa pobre no está recibiendo los suministros mensuales que está destinado a ellos, el pueblo muere de hambre— dice el ministro de finanzas un hombre honorable y el resto de nobles también lo eran.

El emperador sintió molestias con eso, y preguntó.

—¿Quiero una explicación sobre lo que está pasando?— pregunta él, y el ministro de finanzas pasa y le muestra unos documentos.

—Estos documentos muestran, como más de la mitad de los fondos destinados a los más necesitados no están llegando a su destino, yo como ministro de finanzas, cada mes le doy a la emperatriz el presupuesto para que lo distribuya, pero al parecer, ella no está haciendo bien su trabajo — dice el hombre serio, y el emperador se puso de pies.

—¿Qué insinúa, señor ministro de finanzas? Tenga en cuenta sus palabras, estamos hablando de un asunto serio— expresa el emperador molesto.

—Le seré directo, usted debe de hacer una investigación para dar con la problemática, la emperatriz no está haciendo bien su trabajo, y eso es preocupante, se supone que ella tiene que velar por su pueblo, solicito permiso para hacer una investigación a la emperatriz — dijo aquel hombre y el emperador acepta.

—Actúe en nombre de la ley, tiene el permiso para hacer lo que dice, para evitar confusión, tres testigos y mi hombre de confianza, deben de acompañarlo mientras hace la investigación— ordena el emperador y tres ministros se ponen de acuerdo en estar presente en la investigación.

Luego el emperador llama a dos guardias para mandar a buscar a su hombre de confianza, quien estaría presente también.

Ese mismo día, el ministro de finanzas fue a investigar el asunto, puesto que, el pueblo no puede darse el lujo de resistir por mucho tiempo.

La supuesta emperatriz, estaba ese día de compras con el dinero del pueblo, y se llevó a su hija consigo.

Durante estaba comprando, todo el mundo le miraba mal, y de vez en cuando susurraban palabras desagradables en su contra.

Cuando salió de la tienda, ella se encuentra con la esposa del primer ministro, quien no resistió ver su presencia, y le dice unas cuantas verdades.

—Mientras el pueblo se muere de hambre, la honorable emperatriz se va de compras con su hijita, qué conmovedor— dice la mujer y Marta mira en su dirección.

Ella decide hacerse la desentendida.

— ¿Me hablas a mí?— se señala así misma Marta.

Ante la ignorancia de aquella mujer, la esposa del señor ministro se enojó más.

—Se nota la falta de clase que tienes, una mujer como tú, no tenías que llegar siquiera a ser la amante del emperador, siento pena por él, la emperatriz Dalia era mejor persona que tú— dice aquella mujer y la concubina al escuchar el nombre de Dalia se enojó y fue hasta la esposa del primer ministro y le dio una bofetada muy fuerte.

Todo el que vio esa escena estaba preocupado.

La esposa del primer ministro le devuelve la bofetada a Marta, y por el golpe ella se cayó de espalda.

La gente jadeó por aquello, pues no esperaban que algo así pasara.

Lo que vino después, fue aún más preocupante, pues Marta se levantó del suelo, y tomó a aquella mujer por el cabello, y ambas armaron una pelea fuerte.

Los guardias de cada una, tuvieron que intervenir, ya que la cosa no parecía detenerse. La pequeña víbora solo lloraba por ver cómo su madre estaba peleando con aquella mujer.

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Ya separadas, Marta le ordena a sus guardias darle unos cuantos azotes a esa mujer, pero los guardias de ella trataron de impedir que eso pase.

—No dejaremos que usted le haga daño a nuestra ama, ¿que va a decir el señor primer ministro sobre esta situación?, su actitud deja mucho que desear, espero y se atenga a las consecuencias— dice el líder de los guardias que andan con la esposa de aquel ministro.

Marta se puso pálida por las palabras de ese hombre, puesto que, el primer ministro es quien tiene la mayor influencia en la corte imperial.

Pero ella como emperatriz, no dará su brazo a torcer así de simple, y en esta ocasión va a manipular al emperador, para que elimine a esa familia.

Por tal motivo, sin hacer más escándalo, ella le ordenó a sus hombres que se vayan al palacio , ella iba con unas fachas demasiado feas.

Al llegar al palacio, se va a su habitación y se cambia de ropa, al salir, una doncella llegó con postre y té frío, y se lo ofreció.

Ella sin dudarlo le ordena a esa joven que organice todo en el jardín.

La joven le hace caso, y en poco tiempo, esa mujer y su hija estaban disfrutando de aquel té frío.

Mientras toman el té, ambas hablan de lo que pasó.

Ese té estaba mejor que nunca, ya que aquel té sirviria para apagar la magia de Marta y de esa pequeña bruja, para siempre.

La razón de eso es, que Dayana por boca del maestro se enteró de lo que estaba pasando con su pueblo, y no va a permitir, que los inocentes mueran, mientras ella no hace nada para evitarlo.

Sin sospecharlo esas dos víboras disfrutaron de ese té, y al terminar ambas se fueron a ver al emperador a su oficina, quien trabajaba. Los guardias no le negaron la entrada