La novela trata sobre una joven llamada Jazz que, después de un accidente de tránsito, se reencarna en el mundo de su novela favorita, "Príncipe de la Oscuridad". Ahora es la reina Anastasia, casada con el rey Richard y es madre del pequeño Ethan de cinco años. A medida que explora este nuevo mundo, Jazz debe navegar por la política y la magia, mientras descubre su papel en la historia y su conexión hacia ese mundo.
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Capítulo 16 : Eres un Adonis.
Lemel se sintió confundido y desconcertado después de mirar el aura de Anastasia. Su mente era un torbellino de preguntas y dudas. ¿Pensó que su Essentia no estaba funcionando correctamente? ¿Por qué el joven amo no tenía su aura roja de poder?
-"¿Qué sucede conmigo?"-, se preguntó Lemel, sintiendo una sensación de inquietud en su interior. –"Mi Essentia siempre me ha guiado con precisión, pero ahora parece que está fallando. ¿Por qué miró el dos auras en Anastasia así no debería ser?"-
Desde el otro lado de la mesa, Lemel seguía mirando fijamente a Anastasia, su mirada era intensa y profunda, como si estuviera tratando de descifrar un misterio que solo ella conocía.
Sus ojos, fríos y frívolos, parecían traspasar el alma de la joven, como si estuvieran buscando algo más allá de su apariencia física.
Lemel, aún con la mirada fija en Anastasia, escuchó la voz del rey Richard a su lado.
-"Oye Lemel"- dijo irritado
-"¿Por qué miras tanto a mi esposa así?"-, le preguntó el rey, su voz tenía un tono posesivo y celoso.
Lemel se volvió hacia Richard, su mirada seguía siendo intensa, pero ahora tenía un toque de desafío. -"No estoy mirando a tu esposa, la estoy analizando"-, respondió Lemel, su voz era calmada.
Richard se sorprendió por la respuesta de Lemel. -"Mi esposa no es un objeto de análisis"- ,le dijo, su voz se elevó un poco, -"y te agradecería que no la miraras de esa manera"-.
Lemel sonrió ligeramente, su mirada seguía siendo intensa. -"No te preocupes, Richard no tengo intención de hacerle daño a tu esposa. Solo estoy tratando de entender algo, es muy... interesante"-.
Anastasia sintió un escalofrío de incomodidad mientras Lemel la miraba con una intensidad que la hizo sentir incómoda. Su mirada era como un escrutinio que la hacía sentir como si estuviera siendo estudiada, analizada. Era una mirada que parecía decir: -"Hay algo en ti que no entiendo algo que me hace dudar"-. Y en ese momento, Anastasia se sintió incómoda, como si estuviera siendo desentrañada por la mirada penetrante de Lemel.
A pesar de la incomodidad que le había causado la mirada de Lemel, Anastasia siguió comiendo con tranquilidad, riendo y charlando con los demás caballeros que se sentaban a la mesa. Su risa sonora y su conversación animada parecían no tener fin.
Junto a su hijo Ethan y su esposo Richard, Anastasia compartió risas y momentos de alegría. Richard, aunque era un hombre reservado y poco demostrativo, intentó abrirse un poco y mostrar una sonrisa, lo que hizo que Anastasia se sintiera aún más a gusto en su compañía. La noche avanzaba, y la atmósfera se volvía cada vez más festiva y relajada.
La cena se volvió cada vez más relajada y desenfrenada. Los caballeros, incluyendo al rey, comenzaron a tomar un poco de vino, y Anastasia no se quedó atrás. Se rió y bebió junto con ellos, hasta que su risa se volvió un poco más estridente y su paso, un poco más inestable.
El rey, que había estado compartiendo la velada con ella, se levantó para ordenar que todos se retiraran a descansar. -"Mañana hay mucho que hacer"-, dijo con una sonrisa. -"Lemel ayuda a los caballeros ebrios a levantarse de sus asientos, Lemel asintió y ayudó a los demás.
Richard, que había estado bebiendo con moderación, mientras que Anastasia se quedó sentada, tomando pequeños sorbos de su copa de vino. La mesa, que había estado llena de risas y conversaciones, se quedó en silencio, con solo Anastasia y Richard como únicos ocupantes.
La noche se había vuelto más tranquila, pero Anastasia seguía sintiendo el efecto del vino, y su mirada se volvió un poco más borrosa. Richard la miró con preocupación.
Richard se acercó a Anastasia, que seguía sentada en la mesa, con una mirada de preocupación en su rostro. -"Es hora de irnos, Anastasia"-, le dijo suavemente, intentando ayudarla a levantarse.
Pero Anastasia se negó a moverse, sacudiendo la cabeza con un gesto de borrachera. -"No, no, no..."-, balbuceó, con un hipo que la hizo reír. -"¿Dónde está Ethan?"-.
Richard sonrió pacientemente. -"La sirvienta lo llevó a descansar hace unas horas, Anastasia. Está bien"-. Pero Anastasia no parecía escuchar, y en su lugar, comenzó a mirar a Richard con ojos brillantes y borrosos.
-"Eres un verdadero Adonis, Richard"-, dijo Anastasia, con una voz que se volvió cada vez más suave y seductora. -"Tu rostro es tan hermoso como el sol que brilla en el cielo. Tus ojos son como dos estrellas que brillan en la noche. Eres un verdadero rey, Richard, un rey de la belleza y la elegancia"-. Richard se quedó mirándola, sorprendido por las palabras de Anastasia. -"Anastasia esta mareada vamos te llevaré a tus aposentos"- dijo tocándole el rostro y el cabello.
Pero Anastasia negó y en su lugar, se acercó lentamente a Richard, mirándolo a los ojos con una intensidad que lo hizo sentir nervioso... -"Tu....."-