Tu indiferencia me hizo fuerte. Siempre te dije la verdad y no me creíste. Ahora que lo sabes es tarde, no vengas a pedir una oportunidad porque no la habrá. Los papeles se han invertido, ahora yo soy la indiferente, la poderosa. Ya no soy más LA HIJA DEL JARDINERO
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CAPÍTULO DÉCIMO OCTAVO
En esta sala de juntas médicas está reunido todo el personal de la clínica. David tomó la palabra y agradeció la puntualidad, luego dijo que el motivo de la reunión era hablar acerca de la reforma urgente que se debía hacer para mejorar el buen funcionamiento de la clínica.
A continuación me presentó como su esposa y explicó que ahora yo pasaba a ser socia mayoritaria. Habló de mi preparación profesional y de la buena voluntad que tenía de colaborar en las mejoras de la clínica.
Se comenzaron a escuchar las voces de los prepotentes y arrogantes médicos que llevaban tiempo de trabajar en la clínica. Así como los comentarios irónicos de los demás empleados.
Al inicio David intentó callarlos, pero como no lo logró hizo lo mismo que en el pasado, pronto empezó a callar. Hubiera sido Kevin, los calla de un grito e impone respeto para mi.
Le pregunté a David si podía conseguirme un micrófono. Él se levantó y me trajo uno. Le pedí que le pusiera el volumen más alto que pudiera. Entonces me levanté y tomé la palabra.
—Señores, como ya lo dijo mi esposo, es evidente el deterioro de esta institución. Eso lo he podido apreciar personalmente en el recorrido que he hecho estos días por las diversas instalaciones. Por eso les quiero hablar de la importancia de la calidad en los servicios de esta clínica.
La calidad es esencial para garantizar que los pacientes reciban el tratamiento adecuado, que se eviten errores médicos y que se promueva un ambiente seguro y de confianza. De todos es sabido, que la calidad en esta institución no existe, eso es evidente por la cantidad de demandas que tiene la clínica por mala praxis. Demandas que de alguna manera se han logrado ocultar.
Les voy a escribir en esta pizarra algo que el personal médico de esta clínica parece haber olvidado,. Son 4 claves para mejorar la atención en esta clínica y así atraer a más personas:
Consolidar la relación médico paciente..
Ofrecer una experiencia agradable en estas instalaciones..
Brindar una atención personalizada..
Permanecer atento a las necesidades de los pacientes..
Esto parece elemental señores, pero si esto falla, falla todo lo demás. Un médico no debe fumar dentro de esta clínica. Las enfermeras y demás personal deben evitar el cuchicheo por los pasillos. Tanto los pacientes como sus familiares deben ser gratamente atendidos.
A partir de ahora, habrá jefes de secciones. Él o ella responderán por lo que se les encomienda. Estos jefes de secciones también responderán, entre otras cosas, por la pérdida de instrumentos médicos o de otra clase que pertenezcan a la clínica. Aquí no hay generales, ni soldados. Todos somos un equipo y como tal nos trataremos.
Mejoraremos los sueldos, habrá bonos por el buen desempeño. En los próximos días se ampliarán las instalaciones. Se construirá un jardín de infancia para las madres o padres que no tengan donde dejar sus hijos cuando vengan a trabajar.
Construiremos mejores habitaciones para los residentes o personal que justifique su estancia temporal en la clínica. Estas y todas las demás reformas y mejoramientos que acabo de exponer, las encontrarán detalladas en la cartelera virtual, o en la sala principal de la clínica. Allí, el que quiera puede leerlas.
Por hoy es todo. Mañana a esta misma hora, por favor, quiero en esta misma sala solo al personal médico. El día siguiente me reuniré solo con las enfermeras. Luego con las secretarias y por último, con el personal de mantenimiento, los chóferes de ambulancias, los empleados de la cafetería y los vigilantes.
Gracias por su atención. El que tenga preguntas respecto a los nuevos salarios y bonos se las puede hacer al licenciado Lukas, acá presente. Él con gusto intentará responder brevemente a todos sus interrogantes. Es mi asesor administrativo.
Dra Sabrina, disculpe, ¿de dónde va a salir el dinero con el que supuestamente ud puede lograr sacar adelante esta clínica?
—¿Curioso doctor Smith?
—Curioso no, incrédulo.
—Hombre de poca fe doctor. Usted ponga lo mejor de sí mismo en su trabajo, que cuando la clínica vuelva a ser la más prestigiosa de Londres, yo le diré de dónde saqué el dinero.
-¡Sabrina!
-Dime David.
—Puedes acompañarme a mi consultorio un momento.
—Está bien, solo sé breve David, estoy cansada y me quiero ir.
— Pasa. Te gusta humillarme, ¿verdad?
—¿En qué momento te humillé David? Disculpa, no entiendo
—Una vez que tomaste la palabra, se te olvidó que yo estaba a tu lado, que pude haber dado mi opinión. Te mostraste como la poderosa salvadora. Yo estuve allí todo el tiempo como si estuviera pintado en la pared. ¿Para qué solicitaste mi presencia si la única que iba a hablar eras tú?
—Lo siento David, yo no te puse un tapón en la boca. Si hubieras querido hablar, te habríamos escuchado con gusto. Simplemente no hablaste porque hallaste lógica en lo que dije, ¿verdad? Ahora no me vengas a culpar.
—Aunque ahora que lo recuerdo David, eso es lo que tú sueles hacer. Ante una situación no muy clara, tú sueles callar y pensar lo que te es más cómodo, o callar y odiar porque eliges creer lo que otros te hacen creer. No tomas la iniciativa en asegurarte del por qué de las cosas, sino que te dejas envolver por lo que tu deficiente mentalidad te hace creer.
—Cree lo que quieras David, si te sentiste humillado, me alegro. Aprende a tener ética profesional, aprende a dar la cara ante los problemas, no te quedes callado maquinando odios. Aprende de tu padre y de tu hermano que salieron adelante en la vida por sus propios esfuerzos. Sin hacer daño a nadie, sin odiar a nadie. Hablando y arreglando las cosas cuando era necesario hacerlo.
—Aprende a ser HOMBRE, no una rata de alcantarilla David.
—Eso es lo que quieres Sabrina, que te demuestre que soy un hombre?
—Suéltame David. No te atrevas a ponerme un dedo encima.
Toc toc toc Sabrina ¿estás aqui?
—Sí, Lukas, enseguida salgo.
—Plaff! Toma, esta bofetada es para que aprendas a respetarme David. No te equivoques!
...****************...
Al salir de la clínica con Lukas, él me dijo que había escuchado la conversación que tuve con David en su consultorio, pero que no quiso intervenir hasta que lo vio necesario. Se quedó allí simulando mandar un mensaje, para evitar que otros se acercaran a escuchar la discusión.
Le pedí ir a algún sitio donde pudiéramos beber y bailar para desestresarme. Luego de un par de horas Lukas y yo ya bastante entonados comenzamos a bailar y a reír como locos. A pesar de las adversidades, éramos felices, habíamos aprendido a disfrutar de un buen rato de esparcimiento.
En algún momento, estando bailando en la pista, Lukas me dice: —adivina quién acaba de entrar a esta Disco. —Noooo, ¿David? —Sí y no viene solo. Viene con un amigo que no conozco y dos bellas y sexys rubias. ¿Qué quieres hacer?
—Nos vamos a divertir. ¡Lo vamos a hacer rabiar hasta que explote! Jajajajaja. Lukas, con el brazo que me tienes agarrada la espalda, intenta subirme un poco el vestido, no sientas pena. Luego hazme hacer giros que yo haré mi parte con el vestido.
—Jajajajajajaja eres perversa Sabrina. Ok vamos, ¡agárrate!
—Jajajajaja nos quedó muy bien. ¿Nos está mirando?
—No te quita la vista.
—Soportarás que te abrace por el cuello y unamos mejillas?
—Dale, hazlo sin vergüenza jajajajajJ
—Sabrina, David viene hacia acá, disimula....
—¡Hola Lukas! me permites un baile con mi esposa?
—Sí, ¡como no David!
—OH David, ¿tú por acá?
—¡Qué bello espectáculo está dando doctora?
—¡Y lo que me estoy divirtiendo Dr Taylor!
—¿No sientes vergüenza Sabrina? ¡Aunque tus nalgas sean hermosas no creo que debas enseñárselas a todo el mundo! Por lo menos mientras estás casada deberías respetar. No hacer este show barato.
—Ok, tomaré en cuenta tu consejo. Y tú querido David, ¿qué haces por acá? Vienes a un retiro espiritual?
—No, vine a divertirme con una mujer, ya que mi esposa no me permite hacerlo con ella. Ahora, si quieres, podemos salir de acá juntos y te demuestro la clase de hombre que puedo ser para ti.
—No, gracias David. Yo ya sé la clase de hombre que eres y créeme prefiero irme con Lukas. Buenas noches!