La historia de Alexandra Maxwell, es un testimonio de valentía, resiliencia y solidaridad. Cuando fue víctima de violencia de género, se sintió tan pérdida que se aisló emocionalmente, y gracias a un ángel terrenal que luego se ascendió al cielo, encontró refugio en una fundación que le abrió las puertas permitiéndole tener la oportunidad de enfrentar sus demonios y comenzar a reconstruir su vida.
En la fundación Esperanza, que fue su salvavidas, ella encontró su propósito, y decidió dedicar parte de su tiempo y energía a ayudar a otras mujeres que están pasando por situaciones similares, brindándoles apoyo emocional y legal, asesoramiento y orientación, haciéndolas visibles contando sus historias y mostrándole que es posible salir adelante y construir una vida libre de violencia.
LOS/ AS INVITO A LEER ESTA HISTORIA QUE CUANTA LA REALIDAD DE MUCHAS MUJERES QUE SON VÍCTIMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO. ESPERO LA DISFRUTEN. GRENM@
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CAPÍTULO XVI NUEVOS CASOS…
Es fundamental implementar políticas y protocolos claros para abordar la violencia de género de manera efectiva, así como la capacitación de profesionales y funcionarios públicos en la identificación y atención de estas situaciones.
ALEXA
Después de unos días intensos de trabajo, de continuar con nuestra causa diaria, de revisar nuevos proyectos y estudiar procesos legales con Ethan y su equipo, hoy nos estamos adentrando en un nuevo caso de violencia que nos asoma Madeleine, la esposa de mi socio y buen amigo Ryan Blake…
. – ¡Hola mi querida socia! – El saludo de Ryan me toma totalmente desprevenida, pues no esperaba verlo…
. – ¡Hola! Pero que grata sorpresa, hasta que te tomas un tiempo de venir a saludarme ¡Ingrato! – Lo abrazo, me encanta cada vez que lo veo, él sigue siendo muy especial para mí, al igual que su hermosa familia… - ¿Cómo estás guapo?
. – La que no visita es otra, además tengo llamándote toda la mañana y no me respondes…
. - ¿En serio? ¡Ah!… bueno discúlpame, pero creo que mi celular quedó en la oficina… Y eso, ¿A qué debemos tu presencia por aquí?
. – Vine a traer a Madeleine, su auto se averió…
. – Ya decía yo que no era por mí… - Le hice un puchero…
. – Jajaja tonta, sé que estas muy ocupada con todo y sobretodo los ensayos… – Seguí su mirada cuando volteó a mirar por donde la dejó - Ella necesita hablar contigo, pero nada más entrar la coach la secuestró…
. – Jajaja, me imagino… – Emma se ha tomado su papel muy en serio y me gusta porque eso la mantiene enfocada - ¿Ocurre algo?
. – Si, pero ya ella te contará, yo debo irme porque ya sabes que hoy presentamos el nuevo proyecto…
. – Sí – Le sonrío – Toda la suerte del mundo, sé que me dijiste que todo está listo, pero si me necesitas – Tomo sus manos para hacerlo entender que estoy disponible, ya que él piensa lo contrario – Por favor Ryan, no dudes en llamarme, en serio, siempre tengo tiempo para ti…
. – Lo sé querida, es que pensé que con lo de la gala debías estar súper abollada… ¡si mi esposa lo está, imagina tú!
. – No, ya ves que tenemos especialistas encargados en eso… – Nuevamente miramos hacía donde está su esposa, Emma y algunas otras chicas… Aunque Laura nos envió uno de sus productores de moda, este quedó encantado con el desempeño de Emma y la nombró nada más y nada menos, que Fashion Show Coach, ósea, ella se está encargando de coordinar y preparar todo lo que tiene que ver con el desfile – Así que no pienses que no tengo tiempo…
. – Okey, bueno mujer, te dejo – Nos volvimos a abrazar - Hablamos en la tarde cuando venga por mi esposa…
. – Okey, nuevamente muchos éxitos… me envías un mensaje – Su cara de sarcasmo me recordó que me estuvo llamando… - Si, Ya; pero entonces anota el número de aquí – Lo obligo a hacerlo – Si no me encuentras por un medio, lo haces por el otro...
. – Esta bien, chao Alex… - Me lanza un beso que yo tomo en el aire y llevo a mi pecho.
. - ¡Chao!
Lo veo ir hasta su esposa y despedirse, luego ella viene hasta mí…
. – Hola cariño… - Nos abrazamos, a ella al igual que el resto de su familia también los quiero mucho, especialmente a su papá Nick - ¿Lista para una nueva jornada?
Ambas hicimos un gesto de terror y reímos, es que no tenemos tregua con esta coach…
. – Pero antes me gustaría comentarte algo…¿Puedo?
. – Claro que sí, dime… - La animo sentándonos en las bancas…
. – Verás Alexa, tengo una colega que ya literalmente no reconozco de tanto maquillaje que se aplica para cubrir los golpes que recibe casi que a diario…
Madeleine continua dirigiendo en el jardín de infancia de Maxwell&Blake Desing, la empresa de su esposo y mía. Continúo atenta a su relato, y me da tanta frustración cada vez que escucho situaciones como esta…
. – ¿Y ella está dispuesta a poner fin a esa situación? Porque ya sabemos que si no es así, nada podemos hacer nosotros…
Ya bastantes problemas hemos tenido con querer cambiar situaciones de algunas que se dan el lujo de rechazar cualquier intento de ayudarlas. Luego, irónicamente somos acusados de entrometernos…
. – Hablé con ella y está dispuesta a denunciarlo, pero teme que no actúen y él la lastime peor…
. – Seguro que sí, entonces ya mismo hablaré con Ethan para que le asigne a alguien que la oriente en los pasos a seguir… ¿Esta bien? – Ella asiente, entonces me levanto y dirijo a mi oficina…
Como dice mi esposo, “Saliendo el payaso y soltando la risa” estas cosas no pueden esperar, no sea que cuando podamos actuar a su favor sea ya muy tarde, por eso no hay tiempo que perder…
Tomo mi bolso y busco mi celular, normalmente lo olvido aquí, pero no me preocupo porque cuando salgo de mi casa ya me he comunicado con mi familia, mis hijos estudian en el colegio que funciona aquí, y mi esposo pues sabe dónde encontrarme si no respondo, todos realmente lo saben… ¡Menos por supuesto, el espalomado de Ryan, Jajaja!
Busco el contacto de mi compadre, cuñado, padrino, socio Jajaja, ya ni sé cómo llamarlo…
. – Ethan hola… – Sonrío porque al final, tanto pensar y lo llamé por su nombre…
. – Comadreeee hola… - Su receptividad siempre tan efusiva, ¡Me encanta! – Cuéntame, para que soy bueno cuñada… -
Que les digo, así es él… ¡Jajaja!
. – Pues, tengo una inquietud con un nuevo caso – Le cuento lo que me hizo saber Madeleine
. - ¿Está dispuesta entonces a efectuar la denuncia?
. – Si, pero tiene miedo de que pase lo mismo que pasa casi siempre con todas…
Que no es más que todo quede en una orden de alejamiento y supuesta protección que terminan es en una inminente tragedia, porque lamentablemente, hasta la impresión del papel llega la labor del estado…
. – Dale mi número para que me llame Alexa, necesitaré hablar personalmente con ella, porque si no tiene pruebas contundentes o testigos que corroboren su declaración, seguramente en eso precisamente terminará su denuncia…
. - Si, archivada como muchas… - Por eso es que la mayoría de las mujeres prefieren continuar bajo ese yugo, porque generalmente es una pérdida de tiempo, al contrario de recibir la ayuda que buscan, se exponen más a su agresor cuando la justicia les falla, y por supuesto temen a la reacción que el hecho de exponerlos implica...
. – En efecto comadre mía, irónicamente las trabas institucionales y las propias deficiencias del sistema son factores que lo dificultan todo…
¿Cómo no estar de acuerdo? la necesidad de poder realizar una denuncia de forma segura se está haciendo imposible cada día más…
. - Dios mío, si las cifras cada día aumentan es evidente que el sistema está fallando, ¿Cuándo lo van a aceptar y tomar cartas en el asunto con respecto a esto?
. – Tranquila princesa, sé que es imposible que te sientas impotente, pero seguiremos trabajando e insistiendo en ello hasta lograr mecanismos de intervención eficaces Alex, así que nada guerrera, ¡Sigamos firmes!
. – Gracias, sabes que te quiero… - Él es uno de mis apoyos incondicionales.
. – ¡Yo también preciosa, estaré pendiente de la llamada, cuídate!
Es realmente una lucha más que ardua, lograr que el sistema mejore y las mujeres se sientan seguras y acompañadas en el proceso. Porque hay tantos vicios, ineficiencias y señalamientos… Por todo esto, vemos tantos retiros de denuncias, denuncias no formalizadas, procesos que finalizan en absoluciones, órdenes de protección inexistentes e ineficaces…
Además que a las mujeres se les sigue cuestionando sus declaraciones, según ellos por no ser relatos profundos y claros, incluso su propia actitud se cuestiona, y hasta son descaradamente culpabilizadas, siendo de este modo también agredidas psicológicamente por “Profesionales” que se suponen deberían garantizar apoyo y seguridad, pero no son más que otros machistas empedernidos…
Sin embrago, Ethan tiene razón, debemos seguir luchando por ese cambio institucional que necesitamos para lograr que cada vez sean más mujeres que den el paso hacia la denuncia, una denuncia segura y eficaz que le permita garantizar sus derechos…