El Trono Robado

Durante toda la comida Bastian se quedó sentado sin dirigir la palabra nadie.

Todos sus amigos trataron de hablarle y saber qué era lo que le estaba pasando pero nadie pudo descubrirlo, me sentí muy mal por él pero tenía que dejar las cosas en claro.

Luego de eso, Todos nos ayudaron a recoger las cosas de la mesa, a ordenar y a limpiar.

Nos sentamos en la mesa del comedor y seguimos hablando luego de haber comido, luego un rato Ryan le dijo algo a Bastián y al parecer eso le ayudó a subir el ánimo, ya que ahora había empezado a hablar.

— Gaby, si quieres yo te puedo ayudar a usar tu arco ya que se ve de muy buen estado y también me gustaría probarlo. — Volvió a insistir Edmont.

— Bueno — Accedí — Pero no seas muy estricto al enseñarme, perdí la práctica y creo que necesitaré clases más estrictas y duras.

— Ah, lo lamento, en ese caso no te podría ayudar. Eso no quita el hecho de que me prestes el arco ¿Verdad? — Preguntó

— No, tranquilo, claro que lo puedo prestar para que lo veas y pruebes.

— Sabes, eres muy amable. Quizá si lo logramos, podríamos convencer a Bastian que te enseñe. Estoy casi seguro que él ha sido la persona que nos ha enseñado todo a nosotros. Es muy hábil. — Dijo Edmont.

No sabía si eso sería la mejor idea, ya que con Bastian no nos encontrábamos en los mejores términos. Creo.

— Yo no tengo ni un problema. Estoy seguro que Gabriela es una mujer hábil y logrará seguir el ritmo. — Dijo Bastian. — Si quieres podríamos empezar con las clases mañana. Yo creo que mientras más antes mejor.

— Oh, claro. Sería una buena idea — Le dije — Pero igual necesito ayudar a mi amiga con la remodelación de la nueva casa. Eso nos ayudará a ambas.

— Gaby, no te preocupes por mi, ese arco ha estado sin ni un uso desde que nos hemos conocido, aun que eso no fue hace mucho estoy segura que ese arco no se ha usado en décadas. — Dijo mi amiga.

— Mis amigos pueden ayudar con eso, no te preocupes. Nosotros nos centraremos más en las clases. — Nadie puede detener a Bastian, cuando propone algo se cumple.

— Bueno — Accedí ya que sentía una gran presión del resto — Mañana entonces practicaremos ¿Llevo solo el arco? O necesito otras cosas

— Si quieres no es necesario que lleves ese arco, en nuestra casa tenemos bastantes. — Dijo.

— Si, eso es verdad. Si calculamos bien, hay de todo tipo de armas en nuestra casa. El arco no es una esepcion, si lo calculamos bien podríamos decir que hay para una docena de personas. — Dijo Alexander — Eso si ¿Sabes donde vivimos? — Preguntó.

— El otro día me dijieron que viven fuera del pueblo ¿Es cerca de aquí?

— Cerca cerca. No, pero unos veinte minutos caminando serían suficientes para llegar. — Dijo Ryan.

— Mucahs gracias por invitarme a retomar las calses que alguna vez tuve de arco. Prometo no defraudarlos.

— Tanquila, no es malo si no eres la mejor de todos al inicio, es una habilidad que podrás ir perfeccionando. — Me dijo Alexander.

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Seguimos con las conversaciones hasta que cayó el sol.

En ese momento el grupo de hombres se despidió de nosotras.

— Recuerda Gaby, mañana vendremos a buscar a tu amiga para ir a la casa y remodelarla, en ese momento puedes partir a la nuestra para practicar. — Me recordó Edmont.

Todos ellos son personas muy amistosas, luego de esta charla que tuvimos llegué a sentirme muy cómoda con la presencia de todos.

— Gaby, iré acostar a Erik. Cuando él duerma me acostaré yo. Buenas noches.— Se despidió mi amiga.

— Buenas noches Elo — Le dije mientras me acercaba a Erik — Tú duerme rápido para que tu madre pueda descansar bien hoy — Dije a Erik mientras él reía.

Así cada una se dirijo a su cuarto. Al entra al mío lo primero que vi fue al arco, este se encontraba encima de mi cama porque no tuve tiempo de guardarlo luego de mostrárselo a los hombres.

Cuando lo veo lo único que puedo recordar es a mi familia, mi padre y mi madre. A veces siento que ellos siguen vivos y lo que estoy viviendo ahora es solo una ilusión, un sueño. Pero duermo, despierto, pasan días. Y todo sigue igual. No es un sueño, ambos están muertos.

Pero en este momento ya no me siento sola, tengo una amiga que me acompaña, su precencia me hace sentir segura. Y ahora conocimos a un grupo de hombres. Cada vez me siento menos sola, es un alivio, nunca pensé que lograría superar eso.

Dejé de lado el arco para luego acostarme en la cama, ahí acotada lo único que logré pensar fue en Bastian, él Noé s una mala persona, de hecho, estoy segura que él no tiene malas intenciones conmigo.

Sus ojos grises no logran salir de mi mente, la forma en la que me miro, fue una forma tan familiar, puede que el reflejo de mi sueño me haga creer eso. O realmente nos conocimos.

Ahora no puedo asegurar nada. Prefiero no decir pensado en eso, mañana lo voy a volver a ver y no quiero estar más confundida de lo que ya estoy.

Apague la luz de mi mesa de noche y me adentré a un sueño profundo.

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— Ryan, basta de molestar a Bastian, se ve que no está de buen humor ¿Qué carajo fue lo que le dijieste en el camino? — Decía Alexander mientras el grupo de tres, Ryan, Edmont y Alexander miraban por la ventana a Bastian quien se desquitaba con los maniquís.

— Nada, no le dije nada malo — Dijo Ryan, ni uno de Los otros dos hombres se se encontraban sentado junto él le creyeron — Bueno, quizá le dije una broma. No pensé que se lo tomara muy a pecho. Creo que me equivoqué.

— ¿Por qué no eres capaz de cerrar esa maldito boca que tienes? No se como es que Bastian te soporta. — Dijo Edmont.

— Creo que ya no soportó — Dijo Alexander — Solamente tienen que mirarlo. Cualquier persona que lo vea sabrá que no se encuentra bien.

— Ya dejen de moslestar, iré a disculparme. Así que cierren esa boca que tienen ambos — Dijo Ryan y se dirijo fuera donde su amigo.

Los otros dos que se encontraban dentro solo pudieron ver lo que ocurría, tampoco es que ellos hayan tenido la intención de ir y ayudar a Ryan. Según ellos es un problema que él mismo tenía que resolver.

Un golpe se escuchó. Los dos hombres miraron para fuera, no sabían que era lo que ahora habían discutido pero al parecer no había terminado bien.

Bastian se encuentra arriba de Ryan, golpeándole. Alex y Ed tuvieron que salir para detener lo que estaba ocurriendo.

— Bastian, tú sabes que es verdad. Tienes que aceptarlo — Le dijo Ryan, mientras que Ed lo sostenía para separarlo de Bastian.

Bastian era sostenido por Alex, así estos dos lograron separar a esas bestias descontroladas.

Ni Alex ni Ed sabían que era lo que estaba ocurriendo, como sabían que esos dos eran mejores amigos era nosmal que se conocieran más, pero algo les decía que este problema era algo grave.

Los amigos se dirigieron a sus cuartos sin dirigirse la palabra. Ed con Alex esperaron para asegurarse que no se mataran durante la primera hora de la noche, pero como ya era muy tarde el sueño les ganó y se dirigieron a sus cuartos. Esperando que no aparezca un cuerpo inerte en la mañana.