REINA VIUDA

ALONDRA.

Desperté y como pude logre bajarme de la cama, sentía mucho dolor en mi intimidad, Marcos seguía roncando a mi lado, hacia tanto ruido que no pude dormí mucho, espero que pase mucho tiempo antes de que me vuelva a llamar a sus habitaciones. Me coloco mi camisón y una bata del rey, no quiero que mis guardias vean las marcas en mi cuerpo, con ayuda del capitán llego a mis habitaciones fue toda una tortura caminar hasta aquí.

-       Que le paso su majestad, dijo Mariana al verme.

-       Nada importante, prepáreme la bañera y una pomada me duele todo.

-       Enseguida.

Las dos se movieron muy rápido y pude tomar mi baño caliente, saque las yerbas que me dio nana Cecil, me coloque una pomada y me acosté no tenía energía para trabajar.

Una semana después.

Estaba dando un paseo por el palacio cuando una dama se me acerco, vestía elegante, pero no demasiado, le dije a los guardias que le permitieran acercarse, pensé que alguna de las damas me había enviado un mensaje después de todo estamos organizando el baile de máscaras.

-       Puedo hablarle en privado majestad, dijo haciendo una reverencia.

-       Quién eres.

-       Soy la dama de compañía de la duquesa Sabina.

-       No recuerdo haberla visto en la fiesta de té y tengo muy buena memoria.

-       Ese día estaba en un encargo de la duquesa, pero le aseguro que le conviene escucharme.

-       Muy bien, sígueme a mi oficina, podemos hablar sin problemas.

-       En ese lugar no, luego le digo porque, si no es problema para usted puede seguirme por allá hay una parte donde no hay guardias ni sirvientes y podemos hablar sin ser escuchadas, dijo señalando el jardín privado del rey.

Hice un asentimiento y le pedí a Mariana que me esperara aquí, parece algo importante y ya me intriga saber lo que tiene para decir, caminamos hasta el jardín y nos sentamos en un banco que estaba al lado de los rosales, como ella dijo no había guardias.

-       Estamos solas tienes 10 minutos.

-       No puedo demorar o notaran mi ausencia, lo primero que tiene que saber es que estoy de su lado y si me deja la puedo proteger del rey.

-       Porque tengo que protegerme del rey, se más clara, no entiendo.

-       Vera, conozco todos los secretos del rey, llevo años recogiendo información y créame cuando le digo que su vida corre peligro, por el momento le sugiero que no se embaracé o la mataran de inmediato.

-       Digamos que le creo, que gana usted al protegerme digo mirándola a los ojos.

-       Yo necesito una aliada y usted información, las dos ganaremos el rey me debe algo y jure hacerlo pagar a si me cueste la vida.

-       Entonces que debo saber.

-       Lo principal es que todo lo que diga en sus habitaciones y oficina es escuchado por otros, tenga cuidado jamás hable de mi en esos lugares, cuídese del archiduque el es su mayor enemigo, no confié en ninguna de las damas de sociedad varias son amantes del archiduque incluyendo a la Duquesa Sabina, por ahora debo irme, pero en una semana estaré de regreso nos veremos aquí mismo.

La mujer se fue y aun no sé su nombre, tenia mis sospechas de lo que dijo, pero tomare en cuenta sus recomendaciones ya había tomado mediadas para no quedar embarazada, tendré que tomar medias al respecto y esperar la próxima reunión al parecer por el momento es mi mejor opción.

LA DAMA MISTERIOSA.