La Asistente Del Villano

Al llegar al jardín. El emperador ordenó que le trajera un poco de leche, ya que va con el dulce. El té no sería una buena opción para probar con los chocolates.

Sin embargo, ese olor tan peculiar a amargo del chocolate sale de la caja de regalo, a lo cuál, Karina dice en voz baja, pero aún asi, escucharon los presentes.

— huele a chocolate...

Evangelyn miraba anonadada hacia Karina, sin embargo, disimula para no llamar la atención.

— ¿Como lo sabías?— pregunta Massimo.— cuando Hadrian me dió de obsequio ese dulce, no pude darte por el hecho de que no te sentías bien.

— oh, lo escuché de un par de sirvientas, de que hay un dulce llamado chocolate que es muy popular. Por eso lo asocié a él rápidamente.

Ellos se lo creyeron, pero Eva no.

“ ¡Lo sabía! La emperatriz no es realmente la emperatriz, conozco ese tipo de excusas. Es un reencarnada igual que yo. Ahora... Me gustaría saber quién es que está en el cuerpo de su majestad"

Eva sonríe y le muestra la caja de chocolate a los emperadores.

— es correcto, su majestad. Son chocolates. Adelante, este es un obsequio de parte de Hadrian y mía.

Karina veía esos chocolates tan tentadores como cierta persona, se limita a tomar solo uno, era la emperatriz, debía demostrar pudor y gracia a la hora de comer, pero si no fuese por los modales ya se lo hubiera comido desde hace rato.

“ esto está riquísimo... Jamás había probado uno asi igual en mi otra vida... Me preguntó, si el chocolate no existía, como fue que Hadrian y Evangelyn lo crearon."

— realmente este chocolate es único en su clase.— comentó al emperatriz— ¿Como fue que lo lograron?

— es una historia que me gusta contar...— dijo Hadrian, emocionado del como empezó todo esto.— desde que le di los granos de cacao a Evangelyn por rendirme, ella usó sus conocimientos para crear algo tan asombrosos como este postres, desde entonces hemos abierto una tienda de repostería.

— ya veo...

“ Evangelyn descubrió como hacer el chocolate a partir de los granos de cacao... Esto me resulta muy curioso. Quisiera hablar con ella a solas."

Pensó la emperatriz.

En ese momento, el emperador habló.

— Hadrian, me gustaría que me acompañas un momento. Quiero hablar algo contigo un momento.

— está bien, padre. Discúlpenos.

Tanto Hadrian como Massimo se levantaron de la mesa, pidieron permiso y con moderación se fueron. Eva y Karina se quedaron solas. Ambas intentaron hablar pero sus palabras chocaron al mismo tiempo.

— disculpe, su majestad, no fue mi intención.

— no te preocupes veo que también tienes algo que decirme. Adelante...

— usted... Sabía antes del chocolate... Y no por el hecho de haberlo escuchado de los sirvientes.

— ¿A que se refiere?— ríe, un poco nerviosa.

— además que sus expresiones no fueron de asombro como los demás al probar este dulce, si le gustó y muchísimo, pero es como si ya conociera el sabor...

— a-ah... Bueno, yo.

— su majestad, usted y yo no somos tan diferentes... Después de todo, solo despertamos en un cuerpo sin pedirlo.

Karina no dejaba de verla anonadada.

— ¿Como...

— lo sé?... Yo también morir en mi primera vida y ahora estoy aquí, igual que usted.

— hablemos de esto en privado, estamos solas pero no sabemos quién pueda llegar.

Karina y Evangelyn se movieron de sitio a uno más cómodo y privado, en su habitación. Esto le interesaba mucho como a la vez le preocupaba.

— bien... Ahora podemos hablar.— dijo Karina.

— me gustaría preguntarle quién fue en su primera vida. Yo no fuí nadie importante, morí enferma sola y me llamaba Lisa.

— yo me llamaba Bárbara. Era jefa de oficina de una empresa de bancos, un trabajo al que nunca ame pero era eso o no pagar las cuentas, fuí soltera y tenía treinta años cuando morí, caí de un lugar alto y desperté aquí... Al despertar me encontré en el cuerpo de Karina, en la historia de la madre del villano, no se qué va la historia, ya que la había dejado en el primer capítulo. Supe que era ella por los recuerdos.

— Tu reencarnaste en una historia diferente a la mía, pero cruzamos la misma línea de tiempo... Además, ¿Como se te ocurre dejar la historia desde un principio?

— es que el personaje principal no me caía bien, era muy mala con su familia... Y resulta ser que ahora estoy en su cuerpo. Lo que me preocupa es que Massimo se entere de quien soy en realidad, una usurpadora de su esposa.

— no tuviste elección, al igual que a mí, nos tocó renacer en estos personajes que sí por que sí tenemos que cambiar de destino. Quiero ser tu aliada, ambas venimos del mismo lugar, tenemos el mismo propósito y no queremos hacerle daño a nadie...

— concuerdo contigo. Yo solo quiero arreglar este problema familiar que ni siquiera es mío, pero tomó responsabilidad al estar en este cuerpo. Además, Hadrian no merece más desprecio por parte de Karina, ni de su familia.

— está bien. Mantendré el secreto guardado, trataré de ayudarte si es que lo necesitas.

— igualmente, puedo ayudarte. Somos victima del destino por renacer en este mundo, pero haremos todo lo posible para seguir en él.

Y asi, ambas decidieron ayudarse mutuamente, pues comparten muchas cosas similares y una de ella es que las dos han reencarnado en una historia.

Al regresar al jardín, Massimo y Hadrian estaban en su espera.

— ya íbamos a buscarlas... Cuando regresamos ya no estaban. ¿Que ocurrió?— preguntó Massimo.

— solo fuimos hablar. Me agradó mucho la personalidad de Evangelyn.— comentó Karina.

— ya veo, me alegro mucho que ambas se llevarán bien.

Hadrian se acerca a Eva y tomándole la mano le comenta.

— mi padre quiere que nos quedemos esta noche. ¿Está bien?

— por supuesto, no tengo problema en que nos quedemos. Podemos continuar abriendo la tienda mañana.

Hadrian sonríe levemente, al parecer, le gustaba la idea de quedarse.

— bien. Madre te agradezco que hayas tratado bien a Eva.

— no me lo agradezca, ella es una chica dulce que realmente te merece.

En ese momento, llega Frey al lado de un hombre mayor y elegante. Era el secretario y el primer ministro.

— su majestad lamentó interrumpir su momento, el ministro insistió en hablar con usted.

— ¡Oh, Hadrian! Justo quería hablar contigo también.— dijo el ministro emocionado.

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