Marcel Dávila había pasado la noche con un desconocido al haber sido drogada por su madrastra. Como resultado de esa noche, ella quedó embarazada y, por sugerencia de la malvada mujer de su padre, ella se vio obligada a casarse con un hombre cruel, muriendo en manos de este.
Pero el guardián de las almas decidió darla una nueva oportunidad a Marcel, regresándola al pasado, justo cuando ella descubría su embarazo y para cambiar su destino, ahora ella debe de encontrar al padre de su hijo, sin imaginar que se trata de Anubis Salvatore, duque del imperio de Azulea, un poderoso y temido hombre lobo. ¿Qué pasará cuando Marcel lo encuentre? ¿Anubis aceptará a su hijo?
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Parto
Antes tales palabras, el hombre quien se llama Ethan, se quedó viéndole como si él tuviera tres cabezas, y su boca estaba totalmente abierta.
— Alfa, sé que usted ha estado enfermo desde hace meses, pero no por eso tiene que delirar de esa forma, pues fiebre no ha tenido — dice Ethan con burla.
— Tú no tienes que ver con eso, no es tu asunto, tú solo has tu trabajo, y déjame a mí hacer lo mío — dice este para luego dejar salir un gruñido furioso, mismo que hizo que el pobre sintiera mucho miedo.
— Oye gruñón, no es para que te enojes así, no tienes que gruñir como un chucho, somos amigos, y por supuesto que haré lo que me has dicho, aparte de que es mi trabajo, lo hago porque te debo hasta mi vida, no se me olvida la vez que me salvaste — dice este con una mirada brillante, ya que Anubis lo encontró herido debido a que lo habían asaltado, cuando en unas de sus tantas idas a fiestas, alguien le tendió una trampa, y resultó que lo drogaron.
— Bien, no tienes que volver a hablar sobre aquel asunto nunca más. Ya todo está dicho, así que ya sabes, la seguridad del reino Azulea está en tus manos, no me mande ni una de tus tontas cartas, ya que no la responderé — dice este para luego empezar a trabajar en unos documentos que tiene sobre la mesa.
Dicho aquello, Ethan sale de la oficina y se empieza a movilizar, puesto que tiene mucho trabajo que hacer, y lo tendrá aún más por tiempo indefinido.
15 días pasaron rápidamente, y con el Anubis Salvatore el único alfa del imperio Azulea, estaba con sus hombres en el ducado, y en horas de la mañana se preparaba para cruzar un portal mágico que lo lleve directamente cerca del palacio imperial de Galatea, ya que así se ahorra tiempo en cruzar a las fronteras de ambos imperios, sin saber que aquello tan importante para él estaba justamente en las fronteras, y por estar de desesperado, no la podrá ver.
Ese día, los malestares de siempre se sintieron en sus cuerpos, pero esta vez no lanzó por la boca hasta el café de la mañana, pues su loco primo, quien es también su doctor, le trajo una poción mágica, y aparte de eso, él se ofreció a ir con él al imperio, alegando que en el nacimiento del bebé todo puede pasar.
Pero Anubis sabe que él lo que va hasta ese imperio, es para estar de metiche, pues, cuando habla de chismear, a ese doctor no se le pasa una, tanto, que parece una vieja chismosa.
* *
Cuando estuvo todo listo, él se preparó para entrar por el portal, pues en el palacio, el emperador de Galatea le tenía todo bien preparado, ya que él unos días antes le mandó una carta para que se sepa de su llegada.
Sin dudar y lleno de emociones, él pasó el portal mágico y tras él unos 10 mil hombres lobos, los cuales iban subidos en caballos y bien armados.
El último en pasar fue el doctor, pues este se despedía de su esposa e hijos, los cuales le desean un feliz viaje.
Cuando todos estaban del otro lado, el portal se cerró y todos se empezaron a movilizar, ya que en ese imagino la noche se empezaba a ver.
Media hora más tarde, todos llegaron al palacio de Galatea y fuera de este estaba el emperador de ese imperio, dando él mismo en persona dicho recibimiento.
Luego de recibir a Anubis y a su gente, el emperador ordenó que todos los soldados sean llevados a los cuarteles de los caballeros imperiales de Galatea, y los demás fueron asignados en habitaciones especiales en el palacio de visita, y ordenó que se le sirviera la cena.
Mientras estos se acomodan en el palacio de Galatea, en las fronteras del imperio de Azulea con Galatea, estaba una joven llorando con desesperación mientras siente los terribles dolores de parto.
Esa no era otra más que nuestras Marcel, quien ese día luego de ayudar a Nuria con la recuperación de sus poderes, se ocupó de algunos asuntos en la mansión, pero cuando llegó la noche, al momento de irse a su habitación, ella sintió como algo bajaba en su entrepierna, como si se había hecho pis en la ropa.
Asustada, ella salió apurada de ahí, con la intención de ir por Nuria y su Nana, pero no llegó lejos, ya que los dolores se parto, le empezaron a dar en gran proporción.
Ella no sabe qué pasa, puesto que apenas tiene 6 meses y 15 días de gestación, y según su Nana, las mujeres duran 9 meses para dar a luz.
Tal cosa le asustó, porque según el doctor que la ha atendido, ella sabe que cuando un bebé nace de ese tiempo, se puede morir, y también recordó como en su vida pasada su bebé nació muerto, cosa que la tienen aún más asustada.
—¡¡¡Ayuda!!!— grita con todas sus fuerzas y la Nana y Nuria quienes estaban hablando en la sala de estar, luego de tomar un té, se dieron un susto tremendo al escuchar el grito de Marcel y salieron corriendo en su dirección.
Cuando llegaron en dónde estaba ella, la encontraron en el suelo sudando mucho, y con las piernas mojadas.
Nuria fue la primera en reaccionar, ya que ella sabe que un hijo entre lobos y humanos, apenas llega a los 7 meses, pues el embarazo crece más rápido debido a eso.
Unas cuantas doncellas llegaron a ver y se quedaron aturdidas y estaban como piedra al ver a la joven de esas forma, pero la voz de Nuria le sacó de su aturdimiento.
— Traigan aguas tibia, paños limpios, y tijeras nuevas, la joven amada de esta casa está por dar a luz — dice está y la doncella salen corriendo a hacer lo que dijo Nuria
En poco tiempo, estás regresaron con todo, y se lo entregaron a Nuria, y ella le pidió que la ayudaran a llevar a Marcel a la habitación, quien no dejaba de gritar por el dolor.
Cuando estuvo allí, Nuria con ayuda de la Nana, le quitó la ropa, y entre las dos la acomodaron (o más o menos), ya que por los dolores que siente Marcel, esa palabra no estaba en su diccionario.
Suerte que logró despertar su poder, lo va a necesitar