Apariencia de Ángel tenía ella, una mujer que se vio obligada a casarse con un hombre que no conocía , mejor dicho que no conoce durante los tres primeros años de dicho matrimonio , acostumbrada a su soledad en aquella mansión un día de la nada se ve obligada a actuar como toda una señora ante su regreso . El era tan frío con una apariencia de demonio que nadie podía llegar a pensar que en su vida existiera lugar para la familia o el amor pero todo cambia cuando se ve en la obligación de cumplir su papel dentro de aquel matrimonio y la conoce a ella .
¿ Podrá existir entre ellos más que una unión por obligación ?
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capitulo 16
—Y yo te he dicho que ya era suficiente, Anna. ¿Por qué eres tan terca?
—No soy terca, Axel. Solo quiero disfrutar. ¡Soy joven, somos jóvenes! —exclamé, pero él no parecía interesado en mis palabras.
—Es mejor que te duermas ya...
—¡No quiero! —grité, poniéndome de pie, pero di un traspié y, justo a tiempo, Axel me atrapó en sus brazos.
Axel:
Dios, qué mujer tan terca es Anna. Estaba borracha y aún quería seguir tomando. Cuando se iba a caer, logré agarrarla. Anna se apoyó en mí, y nuestras miradas se encontraron. Por un momento, me perdí en esos ojos azules que brillaban con una mezcla de desafío y vulnerabilidad.
—Ten cuidado, Anna. Te harás daño —dije, mientras la ayudaba a recuperar el equilibrio.
No me respondió. Se alejó de mí y comenzó a quitarse los zapatos. Decidí darme una ducha para despejarme, pero cuando volví, la encontré luchando por desabrochar la cremallera de su vestido. Sin pensarlo, me acerqué a ella y la ayudé. Gruñó un poco, pero luego cedió.
Cuando Anna empezó a bajar el vestido por su espalda, dejó al descubierto una piel blanca que a simple vista se veía suave y cremosa. Sin poder evitarlo, le acaricié los hombros desnudos y sentí cómo su cuerpo reaccionó a mi toque.
Anna se dio vuelta, quedando frente a mí.
—¿Qué haces? —su tono era suave y entrecortado.
—No lo sé, Anna —fui sincero; la verdad es que no sabía por qué la había tocado.
—Yo tampoco sé lo que haré... —no comprendí a qué se refería, pero luego sentí sus labios sobre los míos y me perdí en ellos.
Me besó lentamente, pero luego intensificó el ritmo, abriéndome paso al interior de su boca y dejando que mi lengua explorara cada rincón. La sostuve por la nuca para mantenerla en su lugar, y Anna se aferraba a mis brazos con una necesidad palpable. Nuestros pies comenzaron a retroceder, hasta que topamos con la cama. La dejé caer suavemente, y mi cuerpo se posó sobre el suyo. Sin dejar de besarnos, Anna empezó a deslizar sus manos por debajo de mi bata de baño, pero cuando fui consciente de que estaba tomada, la detuve.
—Anna... No, no podemos —dije, acariciando su rostro con ternura.
—¿Por qué no, Axel? —preguntó, sentándose en la cama con una mirada que desafiaba mi resistencia.
—Porque estás tomada, Anna. Y no quiero aprovecharme de ti —aunque el bulto entre mis piernas aumentaba, sabía que no podía seguir. Ella estaba en un estado en el que, si hacíamos algo, al día siguiente se arrepentiría.
—¿Y eso qué, Axel? ¡Estamos casados!
—Aunque estemos casados, no me aprovecharía de ti.
—¿Y si ahora soy yo quien te pide que te comportes como mi esposo y me cumplas? —dijo, mirándome fijamente con una mezcla de desafío y deseo.
—Estás tomada, Anna. Es mejor que te duermas... —dije, saliendo de la habitación y dejándola allí. Si seguía junto a Anna, quizás no me hubiera detenido.
Salí de la habitación y fui a la cocina por un vaso de agua. Cuando llegué, Eddi estaba allí.
—¡Buenas noches, señor! ¿Se le ofrece algo? —preguntó con cortesía.
—No, ya puedes retirarte.
—Señor, disculpe que no le haya avisado que su esposa salió. Ella me aseguró que no tardaría —se apresuró a decir.
—Es un asunto del que hablaremos en otro momento. Ahora sí puedes retirarte.
—De acuerdo, señor. Gracias.
Se fue, dejándome solo en la cocina, y mi mente viajó de inmediato a la hermosa dama de ojos azules que estaba en la habitación.
Anna:
No puedo creer que Axel me haya rechazado. Solo quería jugar un poco, y he de admitir que me ha dejado muy picada. La excitación se apoderó de mi cuerpo al sentir su firme cuerpo sobre el mío, pero quizás ha sido lo mejor. Creo que si hubiéramos llegado a algo más, mañana no podría mirarlo a la cara.
Cuando salí de la ducha, Axel aún no había regresado. Me metí en la cama y no supe más de nada.
La luz del día se coló por las grandes ventanas. Me desperté y estaba sola en la cama. Miré hacia el lado de Axel y vi que la cama estaba tendida, lo que me indicaba que no había dormido aquí. Me quedé en la cama un rato más, mientras recuerdos de la noche anterior se apoderaban de mi mente. Finalmente, me puse de pie y me paré junto al gran ventanal.
—¡Señora Anna, buen día! —escuché que me saludaban. Era Eddi, quien entraba con una bandeja de comida.
—¡Buen día! —me acerqué a él para saludarlo.
—¿Cómo ha pasado la noche? —preguntó mientras me acercaba una taza de café.
—Muy bien... ¿y Axel? —pregunté, y él no disimuló una pequeña sonrisa.
—Ha salido, señora, pero no dejó dicho a dónde ha ido. Solo dijo que se preparara para la fiesta. Más tarde vendrán las estilistas, señora.
—¿Qué estilistas? No es necesario.
—Es una orden del señor.
—¡Maldición! —exclamé.
Eddi se fue de la habitación. En el transcurso de la tarde llegaron tres chicas: la maquillista, la manicurista y la que me haría el peinado. Después de ducharme, empezaron todas a trabajar en mí.
Axel:
Después de quedarme solo en la cocina, recibí una llamada de mi padre. Mis hermanos se habían metido en otro problema, esta vez con los Troya. Salí de la casa y la noche se me fue en ello.
—Hijo, los esperamos más tarde —dijo mi padre, acompañándome a la puerta.
—Sí, padre. Más tarde conocerán a mi esposa.
—Claro, hijo. Estamos muy ansiosos de conocer a la futura madre de mis nietos —casi me atraganté cuando escuché eso.
—¿Qué carajos dices, padre? —pregunté, sorprendido.
—Necesitarás un heredero, hijo.
—No, padre, aún no es el mejor momento...
—Como quieras —dijo mi padre, dándome una palmada en el hombro mientras se alejaba.
El título de la historia debería ser,
"Alcohólica por inmadura".
Tener todo a manos llenas, no siempre es bueno. 🤔😒🤨🇨🇴