Estefani es una joven muy hermosa, inteligente con un carácter fuerte y un poco rebelde.
Que se convertirá en la obsecion de Víctor Rymer
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Jaula de oro
Víctor
Desde que Diana cumplió 15 años le hemos hecho una fiesta en su cumpleaños, siempre queríamos demostrarle que ella era todo para nosotros. La verdad ella ha sido un Ángel, algo que no merecíamos. Yo sabía que mi carácter no era el mejor, que soy arrogante, frío, a veces solía ser despiadado con mis enemigos, pero todo esto es por que quiero lo mejor para mi familia, he respetado todos los acuerdos que hemos hecho como hermanos.
El día que Stefan me dejo el liderazgo, fue muy claro conmigo – Víctor desde que eras muy pequeño me di cuenta de tu dote para ser líder, tienes una inteligencia muy grande y has sabido manejar los problemas de la familia, se que con tu inteligencia y mi capacidad de negociaciones podemos llegar a ser muy importantes. Pero no por el hecho que te deje a cargo de la familia quiere decir que puedas hacer lo que quieras, cuando te equivoques te lo haremos saber y si tus decisiones no son las correctas no las apoyaremos. Escúchame bien Víctor tu tienes que ser el mejor en esto, tienes que ser un grande.
Y desde ese día he tratado de hacer lo mejor, no lo voy a negar he sentido miedo de fallarle a mis hermanos. Pero también me he sentido feliz cuando me doy cuanta que lo estoy haciendo bien.
Diana, para mi había sido mi motivo de vida, la razón para continuar, pero con la llegada de Estefany cambio todo, es cierto Diana seguía siendo muy importante para mí, pero Estefany se había convertido en alguien muy especial. Creo que por fin comprendía lo que me decía Stefan- un día llegara alguien que haga que la pongas primero incluso primero que tu.
Y era cierto Estefany se había convertido en alguien importante, lo que me daba lástima es que ella no pensara igual que yo, y es que por mas que trate de acercarme a ella. Ella me rechazaba, se portaba grosera y eso me fastidiaba. Ya no sabía como hacerle para que ella me viera de diferente manera. Se que la manera en que la había llevado no fue la correcta, pero no me quedo de otra. La situación con su padre me obligó a actuar de esa manera. Y también el hecho de verla con ese niño me enojaba.
Divagando en mis pensamientos Estefan me habló.
- Víctor, con un demonio, ¿por que siempre te pierdes en tus pensamientos?, pareces tonto.
- ¿Que quieres?.
- Ya se tardaron las chicas.
- Hay si como si te preocupara, ya te vi con todas esas mujeres.
- Y que quieres que haga si ellas me buscan. Tu también deberías divertirte, desde que llego Estefany no te has acostado con ninguna mujer.
Vi cómo Diana corría hacia nosotros, preocupada y desesperada.
- Víctor- ¿dónde está Estefany?
- Diana- nose, salió del baño corriendo
- Stefan- ¿que paso?
- Diana- estábamos discutiendo, quería saber si ya había encontrado a sus padres, por descuido dije el nombre de sus papás, y justo en ese momento Andrea entró y le dijo que la policía lo estaba buscando a su papá y que tus tenías que entregárselo. Creo que ya se dio cuenta que tienes a William.
- Víctor- Stefan dile a Dante que no entra ni sale nadie, vamos al cuarto de seguridad, que busquen a Andrea.
- Stefan-si,
Stefan saco un radio de su pantalón, y empezó a movilizar a nuestra gente. Diana empezó a disculparse con las personas en cuanto se empezaron a cerrar las puertas.
Subió al escenario.
- Señores sentimos mucho el mal entendido, es que se perdió algo muy preciado, poco a poco Irán saliendo, pero primero tenemos que revisar las cámaras, lamentamos mucho lo sucedido.
Se empezaron a escuchar los murmullos entre los invitados.
- Persona1- no será que Víctor nos tendió una trampa y por eso nos esta encerrando.
- Diana- cálmense alguien se llevó a la novia de Víctor, solo queremos ver quién fue, en cuanto sea revisadas las cámaras los dejaremos ir.
- Persona- espero que sea cierto por que sino esta ofensa la va a pagar Víctor.
- Diana- señores me están ofendiendo, todos ustedes me conocen saben que nosotros no hacemos nada sin ninguna razón, a si que por favor cooperen, los seguirán atendiendo como hasta ahora. Buenas noches y permiso.
Mientras eso pasaba Stefan y yo empezamos a revisar las cámaras. En ellas se vio como Andrea salía del baño con una sonrisa de burla, después vi a Estefany salir corriendo hacia el salón, Andrea estaba a un lado del pasillo y cuando salió Diana, la detuvo y empezó a discutir con ella.
- Diana- ya regresé
- Stefan- ¿porque estaban discutiendo?
- Diana- empezó a parlotear, en verdad esa mujer me enferma ni parece ser la directora de inteligencia de la policía.
- Dante- señor ya trajimos a la señorita Andrea.
- Andrea- Víctor sabía que, si querías verme, pero no entiendo por qué me trajeron aquí, y por que tus hermanos están aquí. (me acerqué a ella y le di una cachetada), que diablos te pasa.
- Víctor- que diablos le dijiste a Estefany
- Andrea-nada solo que su padre es William y que tu habías cumplido tu promesa y me lo entregaría.
- Diana- pero también le dijiste que solo fue utilizada por nosotros, para que nosotros encontráramos a ese bastardo.
- Andrea- y no es cierto, yo sabía que tu no podías fijarte en una niña como ella, tendría que haber una razón, para que estuviera contigo.
Demonios, la situación se había complicado por la maldita boca de Andrea.
- Víctor- eres una idiota (me acerqué a ella la tome del brazo), es cierto que ella es mi novia, y reza por que aparezca porque si no tu maldito puesto en la policía se quedará vacío.
- Andrea- yo no lo hice con esa intención, yo también quiero capturar a William, el comandante de la corporación me esta exigiendo su cabeza.
- Víctor- a mi que me importa tu maldita corporación. Por tu culpa se fue la mujer que amo.
- Andrea- eres un enfermo, como puedes amar a la hija del hombre que quieres matar. (justo cuando le iba a dar otra cachetada Stefan me interrumpió)
- Stefan- Víctor ella salió de la hacienda.
- Víctor- Dante llévatela y no la dejes ir.
- Dante- si señor.
Volví mi atención a las cámaras. En verdad es muy lista, como se las ingenió para cambiarse de ropa y salir como sin nada.
- Stefan- alguien la ayudo, por que ve como entra a la cocina con el vestido, y ve como sale de ella con ropa diferente.
Analizaba las pantallas, tenía razón había alguien que la ayudó.
- Víctor – Dante trae a todos los del personal de la cocina.
- Dante- si señor.
- Diana- tranquilízate Víctor.
- Víctor- Diana me preocupa que vaya con la policía y abra su boca.
- Diana- eso no es lo que te preocupa, se sinceró la que te preocupa es ella. Tienes miedo de no encontrarla.
- Víctor- me preocupa que vaya a la policía,
- Estefan- tenemos comprada a la policía de esta ciudad y las de otras, sabes bien que eso no es lo que te preocupa, tranquilo la vamos a encontrar.
Maldita sea el tiempo pasaba y la desesperación empezó a ganar.
- Dante- señor aquí están.
- Víctor- ¿quien de ustedes ayudo a mi novia a salir de aquí?.
- Cocinera- es que ella dijo que estaba mal que no quería estar aquí, y la vimos muy mal, que me sentí mal por ella, y le di mi ropa. (me acerqué a ella y con toda mi fuerza le pegué)
- Diana- Víctor que te pasa, no es su culpa, Estefany supo manipularla. Déjalos ir ellos no tienen la culpa. Y ya te disté cuenta que los invitados se tienen que ir.
- Víctor- por favor encárgate de eso, discúlpate, Dante acompáñala no la dejes sola, lleva a todos los hombres que puedas, no quiero que esté sola cuando hable con ellos.
- Dante- si señor
- Stefan- Víctor mira en las cámaras de afuera de la hacienda se ve que fue rumbo a la ciudad, si nos damos prisa la podemos alcanzar.
- Víctor- entonces ya vámonos, que Dante se quede protegiendo a Diana, y tú acompáñame.
Tomamos un coche, Stefan no me dejo manejar, sabía que con la desesperación que tenía iba a manejar de manera imprudente y terminaría provocando un accidente.
- Stefan- tranquilízate, que ya me estás poniendo nervioso.
- Maneja, y déjame.
- Realmente la amas.
- No, únicamente quiero acostarme con ella.
- Víctor tu sabes que no.
- Tu que sabes.
- Víctor soy tu hermano, y eres igual a mi, solo que tu no lo quieres aceptar.
- Aceptar que,
- Víctor mira allá va.
Estefany
Salí corriendo de la hacienda, tenía miedo, pero sabía que si lograba llegar a la ciudad sería más fácil, pero por más que trataba de correr las energías se me agotaban, demonios en ese momento entendí la importancia de hacer ejercicio.
Si por lo menos alguien me hubiera ayudado, como puede ser la gente tan indiferente, como era posible que vieran a una mujer pidiendo ayuda y nadie parara su coche para ayudarme. Y aun así tenía que seguir corriendo para que ya estuviera a salvo, demonios no sentí la distancia cuando llegamos, y ahora sentía que la ciudad estaba hasta del otro lado del mundo.
Por fin podía ver las luces de la ciudad, sentí un gran alivio, solo unos kilómetros más, sentí que ya todo iba a estar bien y creí que al fin alguien me quería ayudar porque justo enfrente de mi se paró un coche, corrí y me pare enfrente de la ventana, poco a poco empezó a descender el cristal, justo cuando estaba a la mitad de la ventana pude ver a Víctor y lentamente voltio asia mi y sin pensarlo empecé a correr hacia el campo, me metí en medio de los cultivos de maíz que había, como la cosecha ya estaba muy avanzada me pude esconder en ella. Dios mío por que todo esto me estaba pasando a mí, que es lo que había hecho para que esto me pasara.
Corrí mientras escuchaba como Víctor gritaba mi nombre, sentía que me estaba siguiendo, sin pensarlo seguí corriendo, tenía mucho miedo, la única luz que había era la de la luna, era realmente hermosa, lástima que esa noche yo estuviera huyendo de mi verdugo. Vi la salida del cultivo de maíz, salí a un camino de terracería, no sabía hacia dónde iba, había perdido las luces de la ciudad. Estaba perdida, tenía frío y mucho miedo. Camine hasta que me detuve en un árbol, me recargue en el y me incliné hacia el suelo, mientras cesaba, estaba muy cansada, volví a componer mi postura para seguir caminando, levante mi mirada y enfrente de mi estaba Víctor.
- ¿Donde vas Estefany? (en ese momento medio una cachetada y me tomo de mi cabeza haciendo que lo viera) te dije que tu no te puedes ir si yo no quiero.
- Suéltame, me lastimas.
- He sido muy paciente contigo pero ya se acabo.
- Suéltame Víctor, le prometiste a Diana que ya no me golpearías.
- Y Tu le prometiste que no te irías.
- Ya Víctor ( empecé llorar, y eso me funciono por que me soltó)
- Vámonos, no se donde estamos, nos alejamos de la carretera y mi teléfono no tiene señal, no te alejes de mi estos caminos son muy peligrosos.
- No me quiero ir contigo, Víctor déjame ir por favor.
- Estefany me tranquilicé, no quiero volver a golpearte.
Le hice caso ya no volví a decirle nada, y empecé a caminar junto a él.
Ya no sabía si tenía más miedo a la oscuridad o al demonio de Víctor. Creo que hasta cierto punto ya no quería pelear con el, de todos modos sus hombres no tardaban de llegar y aunque tratara de escaparme me iban a encontrar. Después analizando la situación pensé que a lo mejor ahora si me dirían la verdad sobre mis padres.
Caminaba a un lado, me detuve y le pregunté.
- Víctor ¿que hora es?, no le hablaste a tus hombres
- La princesa ya se cansó.
- Si quieres vuelvo a correr y te dejo aquí.
- Vas a empezar otra vez
- Ya me vas a decir la hora o no.
- Son las 2:00 am (y como si eso hubiera sido un llamado la lluvia)
- Bendita mi suerte, ya empezó a llover y para el colmo estoy con alguien desagradable.
- Ya Estefany, ya estuvo bueno. Estoy tratando de calmarme, aún sigo enojado contigo no quiero golpearte otra vez.
- Ya me arte de ti, ya estoy harta de todo esto, mi vida se convirtió en un maldito infierno desde que te conocí, he estado encerrada en una maldita jaula de oro, he sido presa de tu maldita obsesión, lo único que quiero es encontrar a mis padres y alejarme de ti y tu maldito mundo.
Me tomo de mis brazos me miró directo al rostro.
- Cálmate, a mi tampoco me gusta esta situación, pero no me quedo de otra, y tampoco elegí enamorarme de ti, pero ya esta hecho, y nunca te vas a ir, ya te lo había dicho.
El maldito clima no ayudaba, parecía que el destino me estuviera jugando una broma.
Llorando y apunto de dejarme caer por el frío.
- Ya no puedo más, Víctor, ya no quiero esto.
- Cálmate, no me gusta el drama que estás haciendo, me quiero ir, esta lloviendo, nos estamos mojando, mis hombres no, nos encuentran. Tenemos que buscar donde refugiarnos.
Me miro y empezó a caminar, lo pensé pero tenía razón, tenía frío, la lluvia hizo que terminara muy mojada. Durante media hora seguimos caminando y encontramos una vieja casa abandonada.