Desde un balcón teñido de rojo, una mujer observa el mundo con la certeza de quien ya lo domina.
No necesita tronos ni coronas. Su reino se construye con secretos, lealtades quebradas y pactos sin retorno.
Quien cruza su camino no sale ileso. Porque esta no es una historia de amor, sino de tentación, herencia y cicatrices que arden en silencio.
En un imperio tejido de sombras, el amor es una debilidad.
La venganza, un motor.
Y el poder… siempre cobra su precio.
NovelToon tiene autorización de Alicia Cardinali para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPITULO 13:"La grieta en la cortaza"
Ainelys, debo demostrarle que puede confiar.
Le demostrará su astucia al anticiparse al juego de su abuela, sabiendo que todo está siendo grabado.
En su habitación, ella aún sigue pensando:
—Voy a dar el primer paso brillante que no solo me proteja; también fortalezca mí alianza secreta con Iker y logre algo más valioso: que él empiece a confiar en verdad.
No por instinto, sino por admiración estratégica.
Más allá de las lentes. Alguien observa.
La biblioteca estaba en penumbras.
La única luz provenía de una lámpara antigua sobre la mesa. Iker no podía dormir y con la excusa de seguir leyendo los informes de “protocolo histórico”.
Si alguien preguntaba. Pero no leía. Pensaba. Dudaba.
Hasta que escuchó la puerta abrirse.
Ainelys entró con paso calmo. Ni una sola palabra.
Solo se sentó frente a él, desplegando un libro cualquiera. Simulaban leer, como en una coreografía silenciosa.
Y entonces, ella habló. Pero no lo miró.
Y no dijo su nombre. Dijo algo mucho más peligroso. —“A mi abuela siempre le gustaron los espectáculos bien armados.”
Él apenas giró los ojos hacia ella. No la interrumpió.
—"Siempre creyó que cuando uno cree que decide en realidad, está obedeciendo". Pasó la página lentamente, como si leyera algo muy interesante y con suavidad.
— a veces, quien interpreta el guion, cambia el final sin que el autor lo sepa.
Iker frunció apenas el ceño. Sintió la carga oculta.
Ella sabía que había cámaras.
Y entonces lo entendió cuando ella se levantó con el libro en la mano, fingiendo una búsqueda casual en los estantes del fondo. Dejó caer un pequeño sobre, entre dos libros.
Una trampa. Pero no para ellos. Para ella.
Él, sin decir nada, esperó. Unos segundos después se retiró a su habitación. Una hora después, sale de su habitación, fue al hueco del estante. El sobre seguía ahí. Lo abrió.
Y solo encontré una frase escrita en tinta roja:
—“Ahora, ella también está observando lo que no quiere ver. Y debajo, una diminuta cámara rota. De las mismas que usaba su abuela.
Así era su forma de mostrar que estaba del lado de él: —“Sé que nos vigila. Y ya estoy jugando por delante.”
Iker, por primera vez, se siente en deuda con ella.
No solo lo protegió, le mostró que su juego no estaba a la altura del de ella. Es la primera vez que confiaba, no porque la necesite, sino porque la respeta.
Ella observa en silencio, no detiene la jugada porque necesita ver hasta qué punto su nieta e Iker están dispuestos a actuar, enfrentarse y protegerse mutuamente.
Ella quiere más que una alianza ocasional: busca una dupla capaz de sobrevivir en su mundo. Y eso solo se revela bajo presión real.
En su habitación, mientras todos descansan, 3:18 a.m.
Ella entra a la habitación oculta en su habitación y observa pensativa: —Lo que no detengo, me revela.
Se sienta frente a una pantalla dividida en varias cámaras. Una muestra, la biblioteca vacía.
Otra, la terraza bajo la luna. Y una tercera, enfocada en el pasillo del ala norte.
Silencio es total. El reloj antiguo marca la hora con un leve golpe.
Ella, con su taza de té verde en la mano, repasa en su mente el movimiento que la nieta hizo horas antes.
La cámara rota. El sobre escondido. El mensaje, dirigido más a ella que a Iker.
Una sonrisa apenas perceptible se dibuja en su rostro.
—“Interesante…” —Susurra, mientras pasa la imagen a una cámara especial: la del espejo del salón de armas.
Donde después del baile. Él se retiró.
Allí, Iker está practicando con un cuchillo de entrenamiento. Está solo. O cree que lo está.
Su concentración es tensa. Precisa. No entrena para lucirse. Entrena como quien se prepara para una guerra.
—“Se protege, pero aún no defiende a nadie.” —piensa ella.
Cambia la vista a otra cámara.
La nieta está en su cuarto. Frente al tocador. No se mira a sí misma. Mira una foto antigua. Una de su madre y su padre (su hijo).
La deja sobre la mesa, luego guarda algo en el dobladillo del vestido.
Una pistola pequeña, negra. No decorativa. No simbólica. Real.
Su abuela baja la taza. Apaga la pantalla. Y se recuesta hacia atrás.
No va a intervenir. Porque necesita que se prueben el uno al otro, que aprendan a protegerse sin que nadie los salve, que elijan un bando, incluso sabiendo que pueden perderlo todo.
Solo así sabrá si pueden heredar lo más peligroso de su legado: el poder de decidir sobre la vida, la lealtad y el miedo.
Narrador:
Ella estaba logrando su objetivo: que ellos empezaran a pensar que están tomando el control. Pero en realidad, ella sigue midiendo su voluntad, no su fuerza.
Planea enfrentarlos pronto con un enemigo común, para ver si se cuidan entre ellos o se sacrifican el uno al otro.
Con esa decisión, se retiró a preparar sus cosas.
Había tomado una decisión y después ellos mismos serían quienes decidieran cómo seguir.
Ese día sería clave; los haría pensar y deberían tomar decisiones: dejarlos solos una semana entera.
Pero, como siempre, nada es gratuito...
Al llegar el amanecer velado por la niebla.
La mansión despierta lentamente, pero ya nada es como antes.
Ainelys abre los ojos con un presentimiento.
No fue una pesadilla, fue la noche en que él le confesó que estaba allí por razones mucho más oscuras.
Que no confiaba en nadie. Excepto, quizás, en ella.
Mientras baja por las escaleras, Iker ya la espera en el comedor. La tensión es distinta, más cargada.
El silencio no es incómodo, sino expectante.
La abuela no aparece. Ni el desayuno está servido.
Sobre la mesa hay una carta, escrita a mano con esa caligrafía elegante, recta y firme:
—"Durante siete días, la casa les pertenecerá.
No hay instrucciones ni tareas específicas.
Solo una oportunidad: para reconocerse y saber si son dignos de algo más que su reflejo."
Iker alza la mirada. —¿Esto es parte del juego?
Ella no responde.
En su interior, lo sabe: no es un juego, es una evaluación silenciosa. Ella los está observando.
Tal vez no con cámaras ahora, sino esperando que se delaten entre sí. O que se unan.
—DÍA 1 DE 7
La biblioteca huele a madera vieja, a tinta y secretos.
El mismo lugar donde la noche anterior cruzaron palabras que no debieron.
Pero ahora es distinta.
Una luz tenue cae sobre un sillón donde alguien dejó un libro abierto. Como si los invitaran a retomarlo.
Ainelys se acerca primero.
El libro no está ahí por azar.
Es un tratado sobre estrategias de guerra silenciosa.
En la primera página, una dedicatoria escrita con tinta azul:—“Quien comprenda los símbolos, no caerá por las palabras. Quien sepa fingir, dominará la verdad.”
Iker observa desde la puerta.
—Ella lo sabe. Todo.
—Sí —responde sin girarse—. Y aun así, nos deja solos. ¿Por qué?
—Para que nos destruyamos o nos salvemos. No sé qué es lo que en verdad quiere ver más.
Ella cierra el libro. —Una semana puede ser una trampa o una tregua. Elige, Iker.
Iker empezará a notar que no todo lo que sabe de su misión es cierto.
Ella le demuestra que puede jugar al juego, de su abuela y ganarle desde adentro...
Los dos se miran; saben que esto es algo que los puede hacer dudar o unirlos para siempre.
Narrador:
La abuela los deja solos, pero cada rincón de la casa les hablará de sus propias contradicciones: libros con mensajes, habitaciones con objetos que solo uno de los dos reconocerá, espejos que reproducen fragmentos de su pasado.
No hay cámaras visibles. Pero hay memoria.
Durante esa semana: Su confianza se pondrá a prueba.
Alguien, entrará en el juego y deberán saber si es aliado o amigo.
Pero ya no estarán como al principio. Algo en ellos habrá cambiado.
Para bien o para mal, la traición.
Continuará...
Gracias 😊 querida escritora @Λlι Cαя∂ιηαlι✨ ♥️ por actualizar 😌 sigamos apoyando con me gusta publicidad comentarios y regalos ☺️🌻
Gracias 😊 querida escritora @Λlι Cαя∂ιηαlι✨ ♥️ por actualizar 😌 sigamos apoyando con me gusta publicidad comentarios y regalos 🙂❤️