EL TRATO DE NUESTROS PADRES

Selina, poco a poco sin darse cuenta se fue enamorando del hombre. Este nunca le había revelado su nombre y tampoco su rostro. pues pasaron como dos meses más o menos en que ella estuvo bajo el techo del joven heredero. ¿pero cómo fue que ella desistió de su misión?. pues fácil y sencillo. él nunca le prometió nada que no le pudiera cumplir. individualmente de las cosas materiales. él la mimaba, la adoraba y siempre le dedicaba cariño y amor. cosa que selina siempre había anhelado, que alguien la quisiera de verdad. y aunque ella no conocía la identidad bajo esa máscara, aún así, se sentía segura a su lado. ya que el poco tiempo que estuvo junto a él, Y, dormían compartiendo la misma cama, él nunca la obligó a hacer nada que ella no quisiera. su compañía y su calor le ayudaba a tranquilizarse, poco a poco las pesadillas del pasado fueron desapareciendo. él era especial para ella. porque era la única persona que se preocupaba realmente por su bienestar. él velaba porque estuviese bien. que nada le sucedíera y aunque estaba temerosa de que, él en algún momento descubriera su verdadera identidad. ella prefería ser egoísta. por primera vez en su vida se había enamorado y quería vivir esa hermosa experiencia, aunque, estuviera basada sobre una mentira. todo iba perfecto. Selina se había acostumbrado tanto al ver al hombre siempre con esa máscara puesta. Y sin saber su nombre, la única palabra referente a él era, amo y cariño. de la única manera en que ella lo llamaba era cariño. mientras que los demás, le decían amo.

en una noche estrellada. una mesa tendida de blanco. vajilla de porcelana, copas que hacían compañía a una botella de vino tinto. velas que iluminaban los hermosos pétalos de rosas que habían esparcidos por la mesa y por el suelo marmolado. y sin faltar la hermosa luna de testigo, que brillaba, dando una iluminación tan hermosa, que dejaba Ala vista el paisaje más hermoso que se podría solo ver en los cuentos de hadas. sí, ahí era donde Dabuc le pediría matrimonio a nuestra bella Selina. esa noche fue cuando Celina por primera vez vio el rostro de dabuc. ahí fue cuando descubrió que el hombre que la había tomado en brazos esa noche en las afueras el club. era el mismo con el que ella había estado viviendo en estos dos meses. en esa noche tan especial mientras cenaba junto a él, ella estaba tomando en su mente la decisión de abandonar su misión. ella no lo traicionaría delatándolo y entregandolo con los de la DEA. ella era feliz por primera vez en su vida y, ya era hora de que ella también fuera egoísta, si ser egoísta era ser mala, entonces estaba dispuesta hacer mala, contal de estar al lado del hombre que la ha hecho tan feliz.

esa noche ella no solo se entregó a la idea de ser feliz, sino que también se entregó en cuerpo y alma al hombre que amaba. al día siguiente selina presumía de un hermoso anillo dorado y cubierto con diamantes, la hermosa joya rodeaba entre su dedo, como muestra de compromiso. ella, ya no tenía ningún temor por lo que sucedíera en el presente. pues en esa noche tan especial ella decidió abrir su corazón. y, contar ese secreto que tanto la afligía con temor de ser descubierto. a la reacción que él daría al enterarse. sin embargo él a escuchar todo lo que ella replicaba con melancolía y seriedad al mismo tiempo, simplemente dejó salir una sonrisa genuina, qué decía. lo sé. Lo supe hace mucho. esa noche se abrieron los secretos. dejando paso a la confianza. para preparar una vida feliz en el futuro.

narrativa de selina. últimas palabras para este capítulo.

hoy me caso. hoy es el día de mi boda, el día más feliz de mi vida. donde comienza una nueva etapa, y estoy decidida a dejar el pasado atrás. me miré al espejo. tenía puesto un vestido hermoso, era un vestido lujoso, salpicado con diamantes y confeccionado con la seda más fina. un vestido del en sueños de cualquier mujer, digno de una princesa, no más bien digno de una reina.

siempre me imaginé con este día. En el que vestiría un hermoso vestido de novia y me casaría con el hombre que amo. pero al igual que en mi imaginación, me casaría sin ser acompañada por mis padres. ninguno de ellos me llevaría al altar y me entregaría al hombre con el que me casaría. sin embargo llegaría sola a la iglesia sin compañía como si no fuera nadie en este mundo. lágrimas de melancolía, salieron de mis ojos, rodando por mis mejillas. arruinando mi maquillaje. miré mi celular que estaba sobre el mueble. lo tomé en manos y me dispuse a marcar... pero aún estaba dudosa de a quién llamar primero. ¿ llamar a mi padre o a mi madre?. deje salir un suspiro melancólico y opté por llamar primero a mi padre. bien dicen que las peores noticias hay que darlas primero y después las buenas. aunque, en mi caso ninguna de las dos sería mejor que la otra. marqué a mi padre. el celular estaba ocupado, así que me dispuse a dejar un mensaje.

— hola, papá. solo llamaba para decirte que no cumpliré la misión. en realidad yo.... Yo... me casaré con él joven amo del Estado Z. — las lágrimas automáticamente siguieron saliendo sin frenar. — lamento si te decepcioné, pero es la primera vez que me siento feliz con alguien. papá yo también tengo derecho a enamorarme. mi decisión está tomada así que perdóname....

no fue una respuesta que alguien le daría a su padre cuando lo decepciona. pero no sabía qué decir, fue lo único que se me vino a la mente mis labios lo manifestaron. aunque estaba agradecida que mi padre no haya contestado la llamada. de lo contrario. él escupiría miles de maldiciones sobre mí, y eso me haría más lamentable. marqué el número de mi madre hacía mucho tiempo que no le marcaba.. pero esta vez no sería para rogarle. esta vez sería para despreciarla... y como siempre mi madre nunca contestaba mis llamadas. ni siquiera un hola, ni un adiós.. por ende pensé que esta vez sería igual. pero había cambiado mi número no era el mismo de antes. tan pronto como empezó a sonar una voz familiar resonó en la bocina de mi celular. era ella, era mi madre. ¿su voz aún la recordaba?. extrañaba el sonido de esas palabras. pero ahora era demasiado tarde.

— hola. Viviana hija, otra vez olvidaste el celular en casa. ahora el celular de quién estás usando?.

ella había mencionado un nombre. no sabía de quién se trataba. pero esa palabra "hija". me sorprendió. recuerdo perfectamente que mamá no tenía posibilidades de quedar embarazada nuevamente ¿quién era Viviana?. y más importante ¿por qué mamá le decía hija?. preguntas que surcaron mi mente.

— hola, samira. — dije mientras trataba con todas mis fuerzas de mantener mi voz neutra.

— espera, tu voz. tu voz me recuerda a alguien. — digo quedando en pausa por unos minutos.

— ja,ja. ¿en serio recuerdas mi voz ? — hablé con amargura. — ¿cuánto tiempo ha pasado?. ¿ samira, por qué nunca contestaste mis mensajes. ni mis llamadas?.

— ¿Selina?!. !Selina eres tú¡.

la voz de la mujer estaba llena de impresión o ¿era hipocresía?.

— si,soy yo...

— ha pasado tanto tiempo. cómo estás Selina?

— no creo que te importe cómo estoy actualmente. — hablé en ironía. — si te hubiera importado. no me habrías abandonado. pero parece que no perdiste el tiempo, samira. por lo visto me has reemplazado.

— Selina, perdóname. pero no tenía opción. tu padre me hacía vivir un infierno, ya no podía soportar más esa vida. — con la voz melancólica.

— ¿ya no podías soportar el infierno el que estabas viviendo?. — hablé sin poder contenerme más. y mi voz se quebró en llanto. — ¿y qué hay de mí?. me dejaste sola en ese infierno, sin protección cuando tan solo era una niña que no podía defenderse. antes yo creía, que las madres daban todo por sus hijos. pero tú samira. tú decides sacrificar a tus hijos para salvarte a ti misma. en mi opinión, a esa clase de mujeres no se les puede llamar madre.

— no tienes derecho a culparme. qué importa lo pasado. ahora tengo una familia. una nueva familia en donde ni tú ni tu padre estáran presentes.

— jajaja. — deje salir una carcajada llena de amargura. — una nueva familia, felicidades samira. y esa tal Viviana, es realmente tu hija?.

— ella, ella es mi hijastra.

— ah mira qué bien. abandonas a tu hija para criar hijos ajenos... qué gran ejemplo eres samira. — inhale y exhale profundo. para estabilizar mi voz. — pero bien, bien por ti. solo quería llamarte para decirte que te odio por haberme abandonado. te odio por hacerme sufrir todo este tiempo. te odio por haber sido una mala madre. Y te odio porque siempre te admiré, y te miré como un ejemplo a seguir... pero hoy me decepcioné por completo, solo me falta decirte que hoy me caso. por lo tanto me despido de ti para siempre. que seas feliz con tu nueva familia, no volveré a molestarte nunca más porque para mí a partir de hoy tú ya estás muerta samira.

sin darle tiempo de responder corté la llamada. dejé el celular sobre el mueble, me recargué sobre el tocador, estaba a pocos minutos de casarme y quise desahogar toda mi tristeza antes de llegar al altar. pero sí lo hacía mi apariencia terminaría arruinada . mis ojos estarían hinchados por haber llorado tanto, así que, inhale y exhale hasta tranquilizarme. llamé a una de las empleadas para que me ayudara a arreglar mi maquillaje nuevamente y así al fin dirigirme a la iglesia acompañada por Nani.

FIN........