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Aria De Vida

Aria De Vida

Status: En proceso
Genre:Acción / Superpoder / Sci-Fi
Popularitas:407
Nilai: 5
nombre de autor: Koh

Ella siempre fue un experimento y nunca había visto el mundo exterior. Cuando al fin la dejaron salir, experimentó de primera mano la complejidad de los humanos y sobre todo, la vida en sí misma, salpicada de melodias alegres y tragicas.

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Capítulo 14

Sombras entre la vegetación del bosque se deslizaban, alejándose de la casa de madera, aprovechando que la noche los acobijaba para evitar miradas indiscretas. Y Alice no pudo evitar mirar por última vez, la casa que había sido de alguna manera acogedora y que le había enseñado más o menos, lo que era una familia. Ahora, sin embargo, se embarcaba en un viaje en el que no sabría si regresaría viva, si podría hacer su trabajo, cual fuese, de manera eficiente.

Una última mirada y persiguió a los demás, adentrándose en el bosque, hacia un destino lejano, en donde les aguardaba un vehículo irastreable. Todos vestían trajes de combate negro y pasamontañas en sus rostros, enfundados de botas militares y algunas armas de láser.

Caminaron con paso apresurado, observando que nadie los siguiera, incluso habían lanzado pequeños drones camuflados y silenciosos para observar el camino por delante y la retaguardia. Ya en la madrugada, lograron salir en un camino accidentado, casi llegando al borde del bosque.

Ryan se mantuvo al frente con un rifle de asalto mientras observaba e indicaba con señas en sus manos, desplegarse alrededor para confirmar que todo estaba despejado. Alice, aunque no lo suficiente entrenada, caminó con paso firme con el arma en la mano, intentando sondear con su telequinesis alguna onda cerebral extra por los alrededores, pero lo único que sintió y le rebotó la señal era algún objeto detrás de una roca. Se asomó con cuidado solo para ver la nada. Extrañada, volvió a sondear con su poder y rebotó una señal, no era un ser vivo, parecía un objeto.

Rápidamente hizo una señal con un silbido, el canto de un pájaro que todos acordaron y los tres, aun vigilantes, se acercaron a ella.

-Hay algo aquí – murmuró y señaló detrás de la roca donde no se veía nada más que el vacío.

Ryan se acercó, estiró la mano y sintió la dureza del objeto. Deslizó su mano por el objeto invisible hasta llegar a un ligero botón que sobresalía a un costado. Lo apretó y un auto táctico blindado militar de color negro apareció ante la vista asombrada de Alice.

Los drones regresaron, Joe los guardó con cuidado en una maleta pequeña; Ryan abrió el auto e inspeccionó por todos lados, tratando de encontrar algo fuera de lo normal, mientras que Alexander y Alice seguían observando por el lugar. Cuando Ryan les dio la señal que todo estaba bien, todos entraron.

Ryan arrancó el auto y colocó el camuflaje de invisibilidad; el motor apenas era audible y se encaminaron hacia la carretera más próxima para poder llegar a la frontera con México. Alice había sugerido volar con ayuda de su habilidad, pero lo descartaron porque no querían ser detectados por los satélites, así que, aunque llevaría algunos días, tendrían que continuar el camino trazado.

El auto estaba silencioso, lleno de tensión ante lo que se avecinaba; parecía que los momentos que habían pasado en la cabaña, era solo un sueño. Alice miró por la ventana, viendo los costados de la carretera, la tierra roja y desierta, acompañada solo por algunos arbustos y cactus. El mismo paisaje, durante el viaje que duró un par de días, perduró en los ojos de Alice, sintiendo que hasta sus sentidos se llenaron solo de la arena desolada.

Pero antes de llegar al punto donde se embarcarían en su viaje en el territorio mexicano, Alice sintió una energía explosiva acercándose a gran velocidad, el auto emitió una advertencia de un proyectil hacia ellos.

Alice sintió su corazón acelerarse, y por primera vez la sensación de miedo se apoderó de su ser. Si ese proyectil los alcanzaba, aun cuando era un auto blindado, todos podrían morir. La muerte, en su diccionario, era solo una parte natural del fin de un ciclo de vida, no había nada contradictorio sobre algo normal. No obstante, Alice no quiso que ninguno de estos hombres muriera. Imaginar sus cuerpos inertes y sin vida ante sus ojos, la llenaban de una ansiedad jamás vivida.

Sin si quiera pensarlo a conciencia, un poder abrumador salió de su ser, envolviendo el auto en una capa invisible, recibiendo al instante el impacto. Y aunque el auto salió volando, nada se deformó, ni explotó. Todos estaban ilesos, pero no significaba que las cosas habían terminado.

Rayan comandó que todos activaran el traje de combate en su modo defensivo, no serían nada contra proyectiles grandes, pero evitarían morir por el impacto de las balas láser y otras municiones.

Un casco se materializo al instante en que se activaron los escudos del traje, tenían antiparras, que proyectaban toda la información del entorno, y dónde estaban los enemigos apostados, ayudando con la puntería. Salieron del auto, resguardándose detrás de éste.

Alice estaba perdida de lo que tenía qué hacer. Habían practicado cómo moverse como escuadrón, pero estaba paralizada por el desconcierto del ataque. Podía inferir que habían sido traicionados, o desde el inicio esta era la trampa que tanto temía Chang.

Chang.

La imagen de ese hombre apareció en su mente, sintiendo por primera vez la necesidad de verlo, de saber que estaba bien.

-¡Alice! ¡ALICE!

Alice se sobresaltó ante el grito de Ryan. Lo miró aturdida, sus lentes indicaban sus propios signos alterados, pero el de Ryan se mantenían lo más estable, haciéndola relajar.

-¡Mantén la formación! ¡No te paralices o solo morirás! ¡Recuerda el entrenamiento!

Alice solo asintió. Sacudió su cabeza, inhalo y exhaló un par de veces para sentir su corazón furioso, guardar calma gradualmente, aunque el sonido de disparos y explosiones cerca, hacían mella en su concentración.

Las manos le temblaban, tenía la respiración acelerada, y la boca seca, haciéndole perder la concentración. Pero una mano la sacó de su nerviosismo.

-¡Tranquila! – era Alexander – ¡No es igual al entrenamiento, pero recuerda las simulaciones que tuviste en el centro Vitae!

-¡No es lo mismo! – Alice sintió su voz temblar. Nunca había llorado pero ahora quería hacerlo – ¡Tengo miedo!

-¡Lo sé! ¡Todos tenemos miedo! ¡Pero no me quedaré a morir aquí! ¡¿Lo harás tú?!

Alice negó efusivamente.

No.

No quería morir, ni se dejaría morir. Porque quería regresar para ver a Chang. Esperaba en lo profundo de su ser que él siguiera vivo, porque si Chang había dejado éste mundo, no perdonaría a nadie involucrado en su muerte.

A pesar de aun sentir miedo, se levantó y uso sus habilidades para agarrar a los enemigos y aplastarlos. No habría clemencia, ellos habían venido para matarlos, darles misericordia sería su condena.

Podía sentir sus ondas cerebrales estrujarse ante la sensación de aplastar huesos con su telequinesis; se mordió los labios para evitar gritar, y continuó expandiendo su poder, matando a sus enemigos por primera vez. Entonces los disparos empezaron a cesar. Después de comprobar que los enemigos se alejaban, Alice cayó de rodillas jadeando pesadamente.

Ryan se acercó.

-¡No hay tiempo que perder! ¡Necesitamos irnos!

Alice solo pudo apoyarse en el auto volcado para levantarse. Sabía que no podían escapar caminando, así que levantó el auto con su poder, enderezándolo. Se subieron y emprendieron el viaje hacia el otro lado, alejándose de la carretera. Alice se desplomó en el asiento, sintiendo el dolor punzante en su cabeza.

Pero no quería decir nada, no quería que la noquearan porque no sabía si los perseguirían.

Intentó ajustar su respiración mientras el dolor atacaba cada nervio de su cabeza y de su cuerpo. Apretó los dientes y los puños, pero Alexander notó su anomalía.

-Coronel, Alice está teniendo el ataque.

-Maldita sea – maldijo Ryan mientras aceleraba hasta un barranco que daba a un río – ¡Ya estamos cerca del río Bravo! ¡Saltaremos!

-¡Nos hundiremos! – gritó Alexander exaltado.

-¡El auto puede resistir! ¡Tiene una función de balsa!

Alice los escuchó a pesar del dolor, no quería que fuesen más un blanco. Necesitaban pasar del río y continuar para perderse en el bosque del otro lado.

Antes de poder llegar al río, Alice uso el resto de su energía para hacer volar el auto y pasar por encima del río. Todos estaban sorprendidos pero nadie pudo decir nada, sabían que ella lo estaba haciendo para darse una oportunidad de escapar lo más rápido posible, aunque eso podría significar mayor daño a su cuerpo.

Justo cuando ella se quedó sin energía y perdió el conocimiento, el vehículo llegó hasta el otro lado. Ryan no perdió ni un segundo y pisó el acelerador al tope, dejando marcas de llantas detrás de ellos.

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YueYue
Brillante
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