No Me Culpes A Mí

•Ana Lucía.

Tres días después...

Estoy desayunando en el comedor del jardín en compañía de mi amiga Eva quién me cuenta la noche de locos que tuvo con mi hermano mayor el día anterior; Eva y Alan tienen como un tipo de relación abierta, no son novios ni nada por estilo, pero se comen a cada nada, no tienen a nadie más, pero no formalizan ellos tampoco, yo los veo enamorados, pero ellos dicen que es solo química y nada más.

______ Tu hermano es un salvaje, cada día me encanta más ese hombre. __ dice con los ojitos brillantes.

______ No me cuentes más por favor tus relatos le hacen daño a mi abstinencia. __ le pegó en el hombro cuando quiere seguir hablando de sus actividades nocturnas y pervertidas.

______ Deberías conseguirte un tinieblo. __ me dice la muy picara.

______ Estás loca, Eva, yo no sería capaz de algo así.

______ No seas mojigata Ana Lucía, una canita al año no hace daño, además no sabes si en estos momentos tu marido se esté follando a alguna por ahí y tú aquí guardándole fidelidad como tonta.

No fuera Eva sino fuera tan directa y cruda para decir las cosas.

______ Quizás tengas razón, pero yo no puedo ser igual a él, yo jamás me he acostado con otro hombre que no haya sido él.

______ Nunca digas nunca, ni de esta agua no beberé porque no sabemos que traerá el destino más adelante.

Seguimos hablando de todo un poco, es sábado y no hay trabajo, terminamos el desayuno y cuando voy entrando al vestíbulo me encuentro con Martha que me trae el teléfono.

_______ Señora, una llamada para usted. __ me informa.

______ ¿Quién es? _ le pregunto.

______ No me dijo el nombre, pero es una mujer y se nota ansiosa. __ me responde Martha.

Tomo el teléfono y contesto la llamada intrigada por saber quién es.

______ Hola. __ digo

______ Buenos días señora Ana Lucía, usted no me conoce, pero necesito contarle algo importante, es sobre su esposo, algo muy importante que de seguro le va interesar.

______ ¿Como te llamas, quién eres? __ indago.

_______ Quién soy y mi nombre no importan ahora, lo que importa es lo que le diré, anoté está dirección y nos veremos allí en media hora, le aseguro que ahí le contaré todo lo que quiera.

La voz de la mujer se escucha desesperada, me da la dirección y se la dicto a Eva para que ella la anote, es cerca al central park.

______ ¿Quién era? __ pregunta mi amiga con el ceño fruncido.

______ Una mujer, me dijo que tenía algo importante que contarme de Gonzalo, se oía desesperada. ¿Crees que sea verdad?

______ No lo sé, pero es mejor averiguar, así que toma tu cartera y vamos no te dejaré ir sola.

Le hago caso a Eva, tomo mi cartera y le pido a Tomás que me lleve al lugar de la dirección que me dio la mujer, un torugo se forma en mi garganta, una opresión en mi pecho como presintiendo que algo va a pasar.

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• Gonzalo.

Maldigo la hora en la que acepté esa estúpida despedida de soltero, fue la peor decisión que pude tomar en mi vida.

Tres noches antes de mi boda con Ani, fui a un bar con mi amigo Bruno, nos embriagamos y me deje convencer por el para divertirnos con chicas, varias mujeres bailaban y se desnudan solo para los dos, fue un momento en donde me olvidé de todo, era la primera vez desde que inicié mi relación con Ani que hacía algo así, Bruno siempre ha sido una mala influencia, pero es mi amigo, lo aprecio.

Terminamos la fiesta en su apartamento con seis mujeres bailando y desfilando para nosotros, estaba tranquilo sería la primera y la última vez que hacía algo así, amo a Ani y la quiero conmigo para siempre, pero esa despedida de soltero está dañando todo entre los dos.

Siento que me estoy muriendo de adentro hacia afuera con lo que guarda mi mente y mi corazón, dañe mi vida por nada, también estoy dañando a Ani con mi indiferencia y mi falta de afecto, la amo como nunca he amado a ninguna otra mujer, pero mi error no me permite tocarla, no le haría tal daño, ella no se lo merece.

Llego al lugar donde vive la culpable de todo mi sufrimiento, abro la puerta despacio y escucho su voz, frunzo el ceño cuando de su boca sale el nombre de mi esposa y luego el mío, me quedo quieto al lado de la puerta dejando que termine de hablar, captando cada palabra y cuando cuelga se percata de mi presencia.

Sus ojos se llenan de miedo y comienza a llorar, tiene la cara amoratada.

______ ¡No me golpees más, por favor, te lo suplico! __ su llanto se intensifica. ______ Déjame ir y te prometo que me iré lejos donde no vuelvas a saber de mi, no le diré a nadie, te lo juro, pero por favor ya no me hagas más daño.

Su llanto no causa más que rabia en mi, me quito el saco del traje que uso mientras camino lentamente hacia ella y la veo temblar.

______ ¿Con quién hablabas? ¿Qué planeas perra desgraciada? __ me arreglo las mangas de la camisa dejándolas enrolladas en mis codos, me aflojó la corbata y la tomo del cabello cuando estoy frente a ella.

______ Yo solo quiero que dejes de lastimarme, ya te he dicho mil veces que yo no tengo la culpa de nada, yo no fui la que...

La callo con un estrellón contra la pared.

_______ Di fuiste tú y ya que no me puedo f0llar a mi mujer por tu culpa, te voy a f0llar a ti, por perra, por engañosa, por traicionera, por enferma, crees que por llamar a mi mujer te vas a librar de mí y no es así.

La llevo a la habitación y le hago de todo para que aprenda a respetar y no volver a mentir, cuando termino me meto a la ducha y la dejo tirada en la cama, pero cuando salgo la encuentro tratando de escapar y la ira se adueña de mi, es como si miles de demonios se adueñaran de mi ser, voy por ella, grita, pero sus gritos me llenan de más rabia y la golpeó tanto que cuando me doy cuenta ya está muerta la muy maldita.

Reparo el entorno y doy varias vueltas dentro del lugar, me paso las manos por el cabello y por la cara, me lleno de nervios sin saber qué hacer y no único que se me ocurre es llamar a Bruno.

Marco su número y al tercer pitido responde.

______ ¿Aló? __ su voz suena adormilada.

______ Te necesito, ven rápido. __ le doy la dirección y cuelgo.

Me visto y no dejo de pensar en lo perfecta que era mi vida antes de la maldita despedida de soltero.

Cuarenta y cinco minutos después llega Bruno.

_______ ¿Qué diablos hiciste Gonzalo? __ dice reparando a la persona que yace inerte en el piso.

______ No preguntes y mejor ayudame a desaparecer su cadáver.