Lazos De Amor, Sangre, Poder Y Dinero

Eliana ahora va rumbo a ver a su padre en el despacho presidencial, se acerca a la sede del poder ejecutivo por la puerta del principal, ante la mirada de los periodistas, sabe que puede ver a su padre cuando llegue a la mansión, pero el mensaje que le quiere dar tiene que ser ahí sentado, en el lugar del hombre más poderoso de todo el país. Respira profundamente, porque sabe que Jonathan Safra es un ser peligroso y que la imagen de político respetable es solo eso, una imagen publicitaria muy bien trabajada, aunque los verdaderos periodistas son cuestionados cuando sacan la cara oculta del máximo gobernante.

La ventaja de ser la hija del presidente es que nadie puede negarte el pase, salvo la máxima autoridad. Jonathan sabe que juega con el papel de padre soltero, y quiera o no, ella es la única de sus hijos que está en el ojo público, así que no tiene más opción que recibirla.

Jonathan Safra es un hombre de cincuenta y siete años, a quien siempre le ha fascinado el poder y el dinero; consiguió como una joven y hermosa londinense, proveniente de una familia de abolengo para conseguir un mayor renombre. Una joven que no estaba acostumbrada a una vida envuelta en el chantaje, al blanqueo de dinero, al asesinato; vivía asustada al lado de un hombre a quien nunca pudo amar, solo tener miedo.

...Jonathan Safra...

Ha llegado a ser presidente del país, debido a la extorsión y a la amenaza; el mismo método que utilizó para ser legislador anteriormente.

- "Hasta que decidiste verte como una mujer y no como una payasa", dijo Jonathan cuando se quedó sola con su hija.

- "Es una pena que parezcas un hombre decente, cuando realmente eres un criminal; así que no hablemos de apariencia porque aprendí del mejor a jugar mis cartas, PADRE", manifestó Eliana con una sonrisa dibujada.

- "¿Qué es lo que has venido a decirme, Eliana?", cuestionó Jonathan.

- "Mi hermano Mark se va a casar en unas semanas, y sé muy bien que te has mantenido al margen de su vida; sé muy bien que cuando eso suceda su esposa podría convertirse en el punto débil con quien lo pretendas atacar, porque así eres tú, te advierto que si intentas afectarlo tus asquerosos negocios en Puerto Barsallo serán noticias en el país y en el extranjero", expresó Eliana entregándole una USB.

- "Soy tu padre como te atreves", dijo Jonathan con aquel gesto adusto que pone cuando quiere romperle hasta el último de los huesos a alguien.

- "Tú eres mi padre y te atreviste a causar el accidente que arrebató la vida de Lucas y de mi hijo. Solo regresé a tu lado, para tener las armas que necesitaba, para estudiar, para aprender lo que tenía que saber para que nunca más me vuelvas a lastimar, para que supieses que si tocas a alguien que quiero, te voy a aniquilar sin contemplación alguna. Y por cierto, porque te creo capaz de todo, si me muero hay instrucciones precisas para que todo lo que me hiciste llegue a los oídos de Edward, me pregunto que si ahora no quiere saber de ti, qué ocurriría si descubre de lo que fuiste capaz con tu propia hija, creo que cualquier esperanza con él habrá desaparecido", explicó Eliana mirando fijamente a Jonathan.

El siniestro hombre piensa que si fuera realmente su hija estaría muy orgulloso de ella, porque tiene todo el temple y personalidad que se necesita para enfrentar a los enemigos. Todo lo que esperaba de su hijo mayor, Eliana lo había logrado hasta con creces, pero lo cierto es que ahora se había convertido en un peligro muy grande para él, y debe encontrar pronto la manera de detenerla, con el agregado de que su hijo mayor no se entere de lo ocurrido.

- "Mark ha sabido hacer su vida muy lejos de mí, si se mantiene así no tengo ningún interés en participar en la suya, ni de manera positiva o negativa, es lo único que te voy a decir", manifestó Jonathan tratando de darle una respuesta a la fiera de ojos azules que tiene enfrente.

- "Por ahora me basta eso, espero que sepas mantener tu palabra, PADRE", dijo Eliana, poniéndose de pie para retirarse.

Eliana no volteó a ver al hombre que destruyó su vida, ahora solo podía pensar en mantener el poder que necesita para hacerle enfrente, toma su móvil y hace una llamada a su asistente personal.

- "Hola Gisella, necesito una reunión con Elena Belmonte, haz el milagro y consígueme una cita para esta semana. Adiós", ordenó Eliana, sin dar pie a que le respondan, su asistente tendría que trabajar de inmediato para obtener lo que había pedido.

Eliana tenía el dinero, pero necesitaba a alguien que pudiera garantizar la protección de sus hermanos, si a ella le llegara a pasar algo, y tal vez la mujer de negocios más importante del país era la única socia que podía conseguir para garantizarle eso.