Bienvenidas a esta nueva historia!
La vida de Katrina Harper directora del hospital y especialista en oncología.
Una mujer dedicada, para todos ella tenía una vida perfecta, el matrimonio soñado, un esposo esculpido por los dioses y un hijo prodigio.
pero ¿cual es la verdadera historia de Katrina?
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bajas probabilidades
En el hospital de alta complejidad de Katrina Harper, las enfermeras y doctores habían pasado caminando por el pasillo, cada uno de ellos cumplían con su rol, las puertas se abrieron los guardias de seguridad y Alessandro entró corriendo detrás de una camilla con su nana. — ¡Ayúdenme! — los ojos de Alessandro estaban empañados de lágrimas, una corrió por su mejilla.
— ¡Traigan la camilla! — La doctora Rouss una de las enfermeras corrió con la camilla, hasta a Eloísa, se la llevaron por el pasillo.
Alessandro los siguió pero apenas llegaron a la puerta de emergencia, la doctora se detuvo y sujetando su mano lo miró con tristeza — lamentable hasta aquí señor, déjeme hacer mi trabajo.
Alessandro asintió quedándose frente a la puerta , se sentía totalmente abrumado,observó a la doctora que entró detrás de los demás.
En los pasillos corrió el rumor de que el hombre guapo, qué es paciente de la doctora Harper estaba en emergencia, mientras que Solansh y Katrina estaban hablando sobre el tratamiento de Anthony.
— Bueno ahora necesito que te cuides, esto que está por venir son los momentos difíciles, pero tenemos oportunidad.
Katrina limpiaba sus lágrimas ligeramente, — ¿Qué pecado estamos pagando? No entiendo porque, dime ¿qué tiempo tenemos?
La amarga sensación venía en su garganta, todo tenía que ser tan difícil como para pasar por esto. — Lo sé, es difícil… — Solansh apoyó la mano en el hombro de su amiga— Sí llegas a las 31 semanas de embarazo, podemos intervenir con una cesárea, puede vivir tu bebé y Anthony se puede salvar, pero necesito que te cuides y alimentes como corresponde.
Katrina se derrumbaba por dentro, pero siempre había un rayito de esperanza, — Lo haremos, prometo cuidarme.
La mirada de Solansh tenía un brillo, — Se que lo harás, es momento que tus hora de trabajo sean reducidas, descanso y cuidado hasta la fecha, ahora vamos que se nos hace tarde para que la obstetra te vea.
Ambas salieron del consultorio, las enfermeras estaban cuchicheando. — ¡No! ¿Estás segura?
— Sí, estoy segura es el paciente de la doctora…
— de ser así hay que avisar…
— Lo que note fue que traía a una mujer con muchos golpes, me dio pena porque estaba muy angustiado.
Solansh y Katrina se detuvieron — ¿Qué demonios están diciendo?
— doctora Solansh lo siento es…
— El paciente de la doctora está en emergencia.
Katrina trago saliva, — ¿por qué le pasó?
— No a él no le pasó nada ,es a una mujer de mediana edad.
— ¡Eloísa!
— ¿La nana?
Ambas salieron en dirección del elevador, la mirada de Katrina llena de preocupación, Solansh no estaba al tanto de lo que pasaba con Eleanor. — Solansh, ¡creo que esto es culpa de Eleanor!
Solansh la miró sin entender, presionando el botón del elevador. — ¿De qué estás hablando Katrina?
TIN… El elevador llegó ambas entraron en el, Katrina soltó un suspiro cargado de angustia, no podía decir, tenía que velar por la seguridad de Anthony y de ella misma, no tenían idea a que se estaban enfrentando, Solansh rodó los ojos hacia atrás — ¿Ya me vas a decir, o no?
Katrina apretó sus puños, cerró sus ojos y respiró profundo. — No es nada, creo que estoy exagerando.
TIN… Las puertas del elevador se abrieron, ambas salieron a pasos agigantados, al llegar a la sala de emergencia se encontraron con Alessandro, sentado con la cabeza entre sus manos.
Solansh se acercó apoyando la mano en el hombro — ¡Alessandro!
Él se puso de pié sus prendas estaban llenas de sangre, — Dios Solansh, Kat…— su cabello desordenado, aún así se veía guapo.
— ¡Qué pasó!
— Dinos porque traes así tu ropa, hoy te vi y te veías bien.
Las puertas se abrieron Solansh y Katrina giran sobre sus pies y allí estaba Rouss Dawson, la mujer que aparentaba ser dulce, sensible, pero no era más que una egocéntrica, estaba allí porque era buena en lo que hacía a pedido del señor Harper se siguió quedando, aunque era imbancable.
— Bueno señor?
Ella se limitó a saludar a su jefa y compañera de trabajo, era de carácter prepotente, Solansh rodó los ojos hacia atrás, Katrina sujeto la mano de Solansh, para que está no arme una discusión.
— Alessandro Vannicelli…
La doctora Rouss sonrió coqueta, — mm, ya veo… — Ella llevo el cabello hacía atrás de su oreja, miró detenidamente la carpeta — Bueno señor Alessandro la paciente está en cuidados intensivos, lamentablemente hay costillas fracturadas, debido a los golpes internos, francamente la intervención duró poco, la edad de la paciente es una clave para la recuperación, lamento informarle que las probabilidades son muy bajas.
Alessandro se sintió culpable, la frustración y desesperación por ver a Eloísa bien, se estaba derrumbando. — Gracias doctora, agradezco mucho su sinceridad.
Rouss sonrió asintiendo, — estoy a su disposición, me puede encontrar en el consultorio 4 ,si tiene alguna duda, me busca, — se dio media vuelta hizo reverencia a Solansh y Katrina, estás estaban sorprendidas por el acto de Rouss. — Con permiso, directora ,Solansh que tengan un excelente día.
La mujer volvió a entrar en la enorme puerta de quirófano, Katrina soltó un suspiro y miró su reloj, — Debo irme, los veo más tarde.
Solansh se dio un golpecito en la frente — Lo olvide por completo, ve enseguida te alcanzo.
— Quédate con Alessandro te necesita, yo puedo con esto,— dijo Katrina sonriendo acarició su vientre.
La historia de Rouss Dawson…
En una pequeña ciudad de Italia. En el hospital se erguía como un faro de esperanza para muchos. Rouss, una doctora dedicada, pasaba largas horas cuidando a sus pacientes, siempre con una sonrisa en el rostro. Había aprendido a encontrar belleza incluso en los momentos más difíciles, pero en su corazón, había un vacío que anhelaba ser llenado.
Un día, un nuevo médico ingresó al hospital. Su nombre era Orlando, un cirujano joven y talentoso. Desde su primera cirugía, supo que Rouss era diferente de todas las demás. Su pasión por la especialidad, su atención al detalle y su inquebrantable espíritu de optimismo dejaron una profunda impresión en él.
Con el tiempo, los dos se hicieron amigos. Compartían risas en los descansos, se apoyaban mutuamente durante largos turnos y se pasaban notas llenas de entusiasmo. La química entre ellos era inquebrantable, pero ambos temían arriesgar su amistad.
Hasta que un día menos esperado Orlando rompió ese miedo — Debo confesarte algo — dijo él, con una mezcla de nerviosismo y determinación. — Desde que llegué aquí, has iluminado mis días. Me gustaría conocerte fuera del hospital, de verdad.
Rouss sonrió, sintiendo una mezcla de sorpresa y alegría. — Yo también lo he sentido. Pero, ¿será que esto puede funcionar? La vida en el hospital nos consume mucho tiempo.
— No lo sé — dijo Orlando, — pero creo que valdría la pena intentarlo.
A medida que las horas avanzaban y las luces regresaron, su conexión se fortaleció. Desde ese día, comenzaron a salir juntos, disfrutando de cenas tranquilas después del trabajo y paseos por el parque. Aprendieron a apoyarse mutuamente, especialmente durante los momentos difíciles que ambos enfrentaban en sus trabajos. Pero un día todo lo que ellos crearon con amor se desvaneció, tras un grave accidente automovilístico, pero en el noticiero, los títulos hablaban de la esposa e hijo, del cirujano, y que habrían perdido la vida en la tragedia, desde ese momento todo se torno oscuro, Rouss terminó convirtiéndose en una mujer diferente.
¿Cuál será el papel de la doctora?
¿Qué nos espera en el siguiente capítulo?
Hola mis niñas, les dejo un mini capítulo , aún estoy muy adolorida intentaré subir pequeños capítulos, así no forzar mi cuerpo, agradezco infinitamente su apoyo y comprensión.
Les dejo foto de mi cirugía! 12 centímetros, la tos me hace doler mucho, llevo dos noches sin poder descansar ya que me dio un resfriado 😥