El Mafioso Se Robó A La Novia

—bien ahora Lucas estará ocupado por un tiempo—dijo Selena riéndose,

La explosión resonó en la distancia mientras Dante y su equipo observaban cómo la mansión de Lucas quedaba reducida a escombros, Selena bajó el detonador con una sonrisa satisfecha,

Dante, sin embargo, no compartía su satisfacción del todo, Sabía que Lucas no se detendría, Destruir su base de operaciones solo lo haría más peligroso, más impredecible,

—Bien hecho, Selena—respondió Dante, ajustándose los guantes mientras dirigía su mirada al horizonte— Pero esto está lejos de terminar,

Mientras tanto, los vehículos que transportaban a Caesar, Mireya, Iván y Elisa se alejaban del lugar. Dentro del auto, Mireya descansaba con la cabeza apoyada en el hombro de Caesar. Aunque estaba débil, su semblante reflejaba un alivio que no había sentido en mucho tiempo.

—Gracias…—susurró Mireya, apenas audiblemente,

Caesar bajó la mirada hacia ella, apretando con fuerza la mano que tenía entre las suyas,

—Estamos aquí para ti, Mireya. No volverás a ese infierno—le aseguró con firmeza.

En el otro vehículo, Iván observaba a Elisa mientras ella miraba por la ventana. La tensión del momento aún estaba presente en su cuerpo, pero poco a poco comenzaba a relajarse.

—¿Estás bien?—preguntó Iván, rompiendo el silencio,

Elisa se giró hacia él, sorprendida por la suavidad en su voz.

—Sí, solo… todavía no puedo creer que me hayas sacado de ahí—dijo incrédula,

La mayoría de los trabajadores de Lucas solo se van en cajones, Lucas nunca deja ir a alguien porque si, sin como esclavos en vez de trabajadores, ella sufrió en carne propia lo que Mireya sufrió pero peor, sin piedad,

Iván esbozó una leve sonrisa mientras ajustaba la chaqueta sobre sus hombros,

—No podía dejarte, Arriesgaste demasiado por nosotros No iba a permitir que te quedaras atrás—respondió Iván,

Elisa le devolvió la mirada, sintiendo un calor inesperado en su pecho. Nadie había hecho algo así por ella antes,

El refugio temporal

Horas después, los vehículos llegaron a un refugio temporal ubicado en un área remota. Era un lugar discreto, oculto entre la vegetación, con acceso limitado para evitar ser rastreados. Dante y su equipo ya estaban allí, revisando el perímetro y asegurándose de que no hubieran sido seguidos.

Caesar ayudó a Mireya a bajar del vehículo, mientras Iván hacía lo mismo con Elisa,

—Selena, asegúrate de que nuestras comunicaciones estén encriptadas, No quiero que Lucas pueda rastrearnos—ordenó Dante mientras caminaba hacia Caesar,

Selena asintió, sacando su equipo para comenzar a trabajar,

—¿Cómo está Mireya?—preguntó Dante, mirando a Caesar con preocupación,

—Está estable, pero necesita descansar—respondió Caesar, guiando a Mireya hacia una de las habitaciones del refugio,

Dante observó cómo se alejaban antes de girarse hacia Iván y Elisa,

—Tú también, Elisa, Necesitas descansar, Has pasado por mucho—dijo con un tono más suave del que usualmente usaba,

Elisa asintió tímidamente, agradecida por la consideración, Iván, sin embargo, permaneció junto a ella, asegurándose de que estuviera cómoda antes de retirarse,

La conversación entre Iván y Dante

Más tarde, mientras todos se acomodaban, Iván encontró a Dante revisando mapas y documentos en una mesa improvisada,

—¿Qué pasa?—preguntó Iván, acercándose,

Dante levantó la vista y dejó escapar un suspiro,

—Lucas no se va a detener, Iván. Ahora que destruimos su mansión, buscará venganza. Y no me gusta dejar cabos sueltos,

Iván cruzó los brazos, entendiendo perfectamente lo que implicaba esa afirmación.

—¿Qué propones?— pregunto,

—Selena está rastreando sus movimientos, Necesitamos saber dónde se está reorganizando. Pero hasta entonces, nuestra prioridad es proteger a Mireya… y a Elisa,

Iván frunció el ceño al escuchar el nombre de Elisa.

—¿Crees que Lucas irá tras ella?—pregunto,

—Sin duda, Sabe que nos ayudó, y Lucas no perdona las traiciones, Por eso necesito que la mantengas cerca y vigilada,

Iván asintió, aceptando la responsabilidad sin dudarlo,

Un momento inesperado

Esa noche, mientras todos intentaban descansar, Iván encontró a Elisa sentada en una de las sillas del refugio, mirando al cielo estrellado.

—¿No puedes dormir?—preguntó, acercándose a ella.

Elisa negó con la cabeza, sin apartar la vista del cielo.

—Hay demasiadas cosas en mi mente. Todo esto… es demasiado para procesar,

Iván se sentó a su lado, manteniendo una distancia respetuosa pero lo suficientemente cerca como para que ella supiera que no estaba sola,

—Entiendo cómo te sientes. Pero lo importante es que estás a salvo ahora, Y no estás sola—dijo,

Elisa giró la cabeza hacia él, sus ojos reflejando una mezcla de gratitud y confusión.

—¿Por qué haces esto, Iván? ¿Por qué te importa tanto lo que me pase?—pregunto,

Iván se quedó en silencio por un momento, buscando las palabras correctas,

—Porque eres diferente, Elisa. Eres valiente, incluso cuando tienes miedo. Y… porque no quiero que te pase nada,

Elisa sintió cómo su corazón se aceleraba al escuchar esas palabras. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que alguien realmente se preocupaba por ella.

—Gracias—dijo en voz baja, una leve sonrisa apareciendo en su rostro,

El plan en marcha

Al día siguiente, Selena reunió al equipo para compartir la información que había conseguido.

—Lucas está movilizándose hacia una de sus propiedades secundarias, Parece que está reuniendo recursos y hombres para contraatacar—explicó, mostrando un mapa en la pantalla de su computadora,

Dante observó el mapa con atención antes de girarse hacia su equipo.

—Bien. Tenemos una ventana de tiempo antes de que esté listo para moverse. Necesitamos adelantarnos y desbaratar sus planes antes de que tome represalias.

Caesar asintió, su mirada fija en el mapa.

—¿Qué propones?—pegunto,

—Primero, aseguraremos este refugio. Luego, lanzaremos un ataque sorpresa para desestabilizarlo aún más. Pero debemos ser cautelosos, Lucas estará más peligroso que nunca—respondió Dante,

Iván, escuchando la conversación, pensó en Elisa. Sabía que no podía dejarla desprotegida, especialmente ahora que el peligro estaba más cerca que nunca.

Mientras el equipo comenzaba a prepararse para su próxima jugada, Iván decidió que haría todo lo posible para mantener a Elisa a salvo, incluso si eso significaba arriesgarlo todo,

por otro lado Caesar no puede evitar sentirse preocupado por Mireya, el trauma que le quedó estar secuestrada es inmensa, tanto que Caesar le preocupa demasiado,