¿Alguna vez haz amado contra todo pronóstico, sin importar; el tiempo, las adversidades, los enemigos, las imposiciones, el dolor y la distancia?
En un hermoso bosque, rodeado de árboles centenarios y el dulce sonido del viento, el agua y las aves, nace un amor que desafiará el destino. Luciana y Alejandro, dos adolescentes, se juran amor eterno y se prometen estar juntos siempre.
Pero su amor se verá amenazado por la intriga, la ambición y la maldad. La distancia social y las expectativas familiares parecen insuperables obstáculos. Sin embargo, Luciana y Alejandro están decididos a luchar por su amor.
¿Podrán superar los obstáculos y mantener viva su llama de amor? ¿O sucumbirán a las presiones del mundo que los rodea? Únete a Luciana y Alejandro en su emocionante viaje de amor, pasión y superación.
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Viento.
Alejandro.
🍁🍁🍁
Una semana después...
El viento ondea su precioso pelo y su risa resuena en el lugar mientras ella disfruta cabalgar encima de la yegua que anda de forma rápida y elegante, Viento, esa es su yegua favorita, tuvieron una fuerte conexión desde su nacimiento, Viento es de color marrón con algunas manchas blancas en la cara y en la barriga, su dueña le colocó ese nombre y ella lo aceptó de inmediato, Luciana dice que ese nombre significa libertad y velocidad y a mi parecer combinan muy bien .
Hemos aprovechado que sus padres no estaban en la hacienda para salir un rato a escondidas, cuando ella llegó de la escuela se escapó conmigo al bosque para ir a echar las monedas en nuestra nueva alcancía, ya es cinco de mayo y el primero no pudimos ir. Luego de eso nos dirigimos a las pesebreras en busca de su yegua, ella quería cabalgar un rato y yo la acompañé gustoso, me encanta verla hacer lo que le gusta, verla sonreír es maravilloso para mí.
_ Tómame un par de fotografías, por favor. _ se detiene frente a mi para entregarme su nuevo celular.
Ella posa sobre su yegua y sonríe hacia la cámara con elegancia, las fotografías quedan perfectas, ella es perfecta.
_ Listo, quedaron hermosas. _ le digo. _ ya deberíamos volver pronto llegarán tus padres.
_ Tienes razón. _ noto que quiere bajar de la yegua y rápidamente guardo el celular en uno de mis bolsillos para ir en su ayuda.
La ayudo a bajar con cuidado y al estar en suelo nuestros rostros quedan muy cerca, inclino más mi cabeza hacia la suya y dejo un beso de pico en sus labios.
_ Te quiero mucho, mi cielo. _ susurra solo para los dos, le gusta decirme cielo por el color de mis ojos.
_ Yo te quiero mucho más, mariposa. _ dejo un beso más en su nariz y otro en su frente.
El sonido de su celular nos saca de nuestro ensueño y lo saco de mi bolsillo para entregárselo, ella lo toma, abre la llamada y pone el altavoz porque es un número desconocido.
_ Hola.
_ Hola, preciosa Luciana ¿Cómo estás? _ ella rueda los ojos y yo suspiro al escuchar la voz de Marcos.
_ ¿Quién te dio mi número? _ pregunta Luciana, pero yo no necesito que él responda para saber quién lo hizo.
_ Tu madre. _ responde Marcos y Luciana niega. _ quería disculparme si te causé algún problema por lo del otro día, te juro que no quise quejarme solo me preocupé por ti al ver que te marqué y se iba a buzón por eso llame a tu madre para preguntar por ti.
_ Tus disculpas llegan tarde, por tu culpa me castigaron cuatro días encerrada en mi habitación, no sé si eres ciego o te haces, pero te seré sincera, me caes bien, pero no quiero tener nada contigo. _ ella es clara y precisa. _ y no se te ocurra volver a llamar a mi madre para ponerle querellas.
_ ¿Por qué eres así conmigo preciosa?, yo solo quiero ser tu amigo, mira que muy pocas tienen ese privilegio.
Me dan ganas que quitarle el celular a Luciana y decirle a Marcos que se meta su privilegio por dónde no le dé el sol, pero me abstengo para no causarle un problema mayor a Luciana.
_ Pues yo no quiero ser una de esas privilegiadas. _ ella cuelga la llamada.
_ Ese chico más que tu amigo quiere ser algo más. _ me atrevo a decir.
_ Pues que ni lo sueñe, no sé por qué mi madre le dio mi número sin mi autorización.
_ Porque te quiere emparentar con ese chico, su familia es rica y tienen una buena posición.
_ Eso a mí no me importa, yo solo tengo ojos para un precioso castaño de ojos azules con el cual me casaré en un futuro. _ le sonrio, pero me es inevitable no hacerle la pregunta que sale de mi boca.
_ ¿En verdad no te importa que no tenga dinero, que no venga de una familia adinerada?
Ella acuna mi rostro entre sus delicadas manos, se para en puntillas y deja un dulce beso en mis labios.
_ Te quiero tan cual eres y si me toca vender limones a tu lado para poder vivir, lo haré. _ me hace reír al imaginarla vendiendo limones.
_ Te juro, mariposa, que trabajaré muy duro y estudiaré mucho, sacaré a mi madre adelante, no dejaré que trabaje más y a ti, a ti te daré una vida digna.
_ Y yo estaré a tu lado para apoyarte, yo también estudiaré mucho y seré una excelente veterinaria.
Nos abrazamos fuerte y nos separamos cuando la yegua resopla dos veces seguidas.
_ ¡Niña Luciana! ¡Niña Luciana! _ llega hasta nosotros, Guadalupe, la hija de Pablo, una chica de catorce años.
_ ¿Qué pasa Guadalupe? _ le pregunta Luciana separándose de mi.
_ Han llegado los patrones. _ la voz de Guadalupe es rápida.
Luciana se pone nerviosa y yo igual, si su madre descubre que hemos estado juntos se enojará mucho.
_ Vete por el otro camino, Alejandro, yo me iré con la señorita. _ propone Guadalupe y agradezco su ayuda.
_ okay, gracias Guadalupe. _ Le sonrío. _ vayan con cuidado por favor.
Vuelvo a abrazar a Luciana antes de irme y le susurro algo al oído: _ Si hay problema o te castigan, deja un pañuelo rojo en tu ventana. _ ella asiente.
Nos despedimos y tomamos un camino distinto que nos lleve de regreso a la hacienda.
Al llegar me encuentro a mi madre en el patio, ella me mira con algo de molestia.
_ Estabas con ella. _ no pregunta, afirma.
_ Sí, ella estaba cabalgando y yo la acompañaba, no hacíamos nada malo. _ explico.
_ Aléjate de la señorita Luciana, hazme caso, no seas terco, hijo.
_ ¿Por qué debo alejarme, mamá?
_ Su madre no está de acuerdo con la amistad de ustedes dos, mi amor no quiero que sufras, ellos son ricos, nosotros somos pobres.
_ ¿Por qué siempre me dices lo mismo?
_ Porque te amo, eres mi mundo y no quiero verte sufrir. _ me dice con delicadeza.
_ Sufriré más si me alejan de ella, la quiero mamá.
Mi madre me envuelve en sus brazos con cariñoso que me hace arder la nariz.
_ Mi niño, has puesto los ojos en alguien demasiado alto, temo por ti y por ella también.
_ Yo saldré adelante mamá, estudiaré y trabajaré, yo seré alguien en la vida, me superaré, te daré lo que mereces y también le daré una vida digna a Luciana, te sentirás orgullosa de mi y demostraré a los señores de la Vega, que si soy digno de su hija.
_ Lo que yo merezco es que tú seas feliz...
_ Al lado de Luciana soy feliz.