TODO CAMBIO

NOTA DEL AUTOR

NOVELA EN EDICION A PARTI DE 29/03/2024

NARRADOR

Sofía es una joven de 22 años, estudiante de arquitectura en la universidad nacional autómata de México

Sofía tiene ojos color caramelo, cabello negro y lacio muy largo, tiene un cuerpo muy deseable, sin ser muy exagerado, le encanta la música y los deportes tanto físico como los de alto riesgo, es la menor de 4 hermanas.

La mayor de todas es Samanta tiene 30 años, es de cabello ondulado de baja estatura, ojos negros y un cuerpo voluptuoso, esta casada con Eduardo desde hace 5 años y tiene una hija de tres años llamada mía.

Ellos viven en Londres, ya que Eduardo tiene sus negocios allá y tras casarse se fueron a vivir allá.

La segunda hermana es Lucia, tiene 27 años, es de cabello ondulado, ojos negros y de estatura pequeña, un cuerpo voluptuoso

Está recién casada con Steven Arango, un empresario Colombiano, por lo cual cuando su luna de miel termine se irán a vivir a Colombia.

La tercera hermana es Camila, tiene 25 años, es igual a sus hermanas Lucía y samanta, de cabello ondulado, ojos negros y de baja estatura.

Se graduó como neurocirujano y vive un departamento cerca de su trabajo, al igual que Sofía se concentró en sus estudios y en su carrera, por lo que el amor pasó a segundo plano.

Por lo que cuando tiene un poco de tiempo libre sale a tomar algo con su hermana menor Sofía, a la cual quiere de más.

Como se habrán dado cuenta, Sofía no se parece físicamente a sus hermanas, la razón por la cual Sofía, cuando era pequeña, sentía que no era parte de esa familia.

Ella sentía que no se parecía en nada a sus hermanas ni a sus padres Aron y Sara Martínez, dos empresarios muy importantes de la industria automotriz.

Aunque al crecer Sofía dejó a un lado ese sentimiento, ya que sus padres empezaron a decirle que se parecía mucho a su bisabuela, lo cual era siento, pero eso era pura casualidad, aunque como Sofía adoraba a sus padres y a sus hermanas, dejo de pensar en lo que sintió de niña.

SOFÍA

Al escuchar que suena mi alarma me dirijo directo al baño a hacer mis necesidades, me doy una larga ducha para terminar de despertar regreso a mi habitación para arreglarme para ir a la universidad.

Al ver mi armario me decido por unos pantalones negros, unas botas del mismo color y una camisa blanca con una chámara de cuero muy linda, apenas y me maquillo.

Ya que no me gusta mucho el maquillaje, me dejo el cabello suelto y salgo de la habitación, bajo las escaleras y me encuentro a mis padres desayunando.

Al llegar a ellos le doy un beso de buenos días, a cada uno y desayuno rápidamente con ellos como cada mañana desde que tengo memoria.

Salgo de mi casa y entro en mi auto para ir a casa de mi mejor amiga isabela Castillo, para ir juntas a la universidad como todos los días espero unos minutos fuera de la casa de mi amiga, y al ver que no sale supongo que se quedó dormida como muchas otras veces.

Por lo que bajo del coche y entró a su casa, se preguntaran como entro si no es mi casa, pues conozco a isabela desde que teníamos 5 años y como sus padres viajan mucho y ella por lo general siempre se queda dormida, ella me entregó una copia de sus llaves desde que entramos en la universidad.

Al entrar voy directamente a su cuarto, la encuentro durmiendo abrazada a la almohada.

Comienzo a despertarla jalando sus píes, pero ella como toda perezosa empieza a decir 5 minutos más, por favor, pero en cuanto le digo la hora, corre como él corre caminos, ya que si llegamos tarde a clases nos perderemos la primera clase.

Y no se apresura por la clase, sino por el profesor que nos da la primera clase, el profesor Matías Navarro.

Sí, mi amiga Isabela está enamorada de él desde que empezó a darnos clases el año pasado, eso fue amor a primera vista y como no si es un hombre supersexy y guapo.

20 minutos después llegamos a la universidad, Al bajar del coche empezamos a correr como locas al salón de clases, al llegar respiramos con alivio porque el profe Matías no ha llegado.

Viene tarde él también, pero justo detrás de nosotras entra el profe, y en ese instante todos dejamos de existir para Isabela, y solo existe el profe, como siempre que lo ve.

NARRA ISABELA

Cuando entro el profe Matías suelte un suspiro, me quedé embobada como siempre. Es que el profe es tan guapo y sexy con esos ojos verde, más ese cuerpo escultural de infarto bien cuidado, unos labios carnosos que provoca morderlo alto, rubio, UFF un papacito en todos los sentidos.

Al terminar la clase salgo con Sofía rumbo a la cafetería, y esta no para de molestarme con lo del profe.

—¿Por qué en vez de quedarte babeando por él? ¿No le dices que te encanta?, total que puedes perder en unos meses, dejaremos de ser sus estudiantes —Comenta Sofía como si fuera algo muy normal

—Y si a él no le pasa lo mismo —respondí apenada

—No seas tonta, tú eres una joven muy hermosa, mírate esos hermosos ojos azules, ese cuerpo tan bonito que tienes y ese cabello castaño, ¿cómo no se fijaría en ti? —señala Sofía y yo le sonrió

—Porque de seguro que a él le gustan las mujeres con más experiencia que yo, y con más senos que yo y de su edad seguramente, y además es mayor que yo Sofía —respondí haciéndole un pequeño puchero

—No seas tonta, no creo que el profesor sea de los que le gustan, ese tipo de mujeres, yo creo que tú le gustas —Sofía con una gran sonrisa trata de darme ánimos

—¿Tú piensas eso amiga? —Indague con muchas esperanzas

NARRADOR

Llega un grupo de amigos hasta las chicas antes de que Sofía puede responder, por lo que ella asiente para su amiga y esta sonríe.

El grupo de chicos las invitan el próximo viernes a la inauguración de un bar karaoke, ellas al principio no querían ir, pero cuando se enteraron de que el profe Matías iba a estar allá, al igual que varios profesores, decidieron ir sin mencionar que a Sofía le encanta la música y cantar.

Aunque a su padre no le gusta que ella cante, ya que dice que es una pérdida de tiempo.

Al salir de la universidad, Sofía se dirige a su casa, y como entra en silencio, escucha a su mamá hablar por teléfono.

—¿No sé por qué aparecen después de tantos años? —cuestiona Sara al teléfono, mientras Sofía se queda inmóvil para no interrumpirla

—No puedes revelar ese secreto—vuelve a hablar la mamá de Sofía tras un momento de silencio.

—Está bien, te daré lo que me pidas, ¿dónde nos vemos? —accede la mamá de Sofía, Sara, mientras ella no entiende lo que pasa y queda un pequeño silencio

—Nos vemos allá —responde Sara antes de colgar el teléfono.