¿Eres de aquellos (as) que está en contra o a favor de la amante?
¿Puede tener un hombre justificación?
¿Puede una mujer ser inocente mientras destruye un hogar?
Valentina Alvarez deseaba ser un pulpo y tener manos en cada tentáculo para tapar sus pechos, su rostro y lo que el ruso estaba a punto de asaltar. Gavril Volkova deseaba jugar un poco con la mujer, pero no pudo contenerse, entonces quitó la única prenda que faltaba, sé posicionó entre las piernas de la chica diciendo "Te dolerá, pero te acostumbrarás"
NovelToon tiene autorización de Yance para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Te Esperaré Aquí
"No me digas que prefieres la almohada" Dijo Gavril aun riendo.
Valentina se ruborizó, Gavril no esperó que respondiera y atrapó los labios de la mujer en un beso, Valentina llevaba una pequeña bata que la hacía ver adorable, entonces el ruso le propuso lo siguiente "Quiero que lo hagamos, pero tu encima de mi" Susurró en su oído.
Valentina quiso levantarse, pero el hombre hizo presión para que se quedara quieta, sigilosamente metió una de sus manos debajo de la pijama de la chica y rompió la delgada tela de la braga, haciendo que la Colombiana se exaltara.
"No te asustes" Dijo Gavril otra vez en su oído y utilizando esa misma mano para abrir paso en la intimidad de Valentina.
El ruso con su dedo hizo algunos movimientos estimulando la zona que inmediatamente respondió al tacto volviéndose húmeda. Gavril sacó la mano olfateando y lamiendo sus dedos.
Valentina detuvo la acción "No hagas eso, me avergüenzas"
"Deseo que pronto dejes de avergonzarte y puedas disfrutar de todo lo pienso hacer, si te tranquiliza hueles y sabes muy bien. Ahora coloca una pierna de cada lado e introducirás mi falo en tu interior a tu ritmo" Ordenó Gavril.
Valentina observó el rostro del hombre notando que hablaba en serio, con mucha vergüenza obedeció e intento meter el miembro sin ayuda.
"Eres atrevida Val, quizás cuando tengas experiencia puedas lograrlo, pero ahora debes tomarlo con tu mano para una mayor efectividad" Dijo Gavril acariciando los pechos de la mujer por encima de su pijama.
La pelinegra tomó el miembro con nervios y lo puso en la entrada, el ruso hizo un movimiento y de una sola estocada estuvo dentro, ocasionando en Valentina un salto y un grito a la vez.
"¡Ah bruto!"
"¿Te gusta Val? Confiesa" Dijo Gavril haciendo movimiento con su pelvis mientras agarraba las nalgas por encima de la tela.
"Sí... Me gusta" Confesó Valentina dejándose llevar.
"Muévete ahora, como si cabalgaras" Ordenó Gavril dejándola tomar el control.
Valentina no sabía que hacer, pero cuando el hombre dejó de moverse ella sintió la necesidad de querer más y más e hizo lo que el ruso le pidió.
Valentina intensificó los movimientos y Gavril disfruto de su baile que poco a poco tomó sentido haciéndolo vibrar de placer. Para Valentina era una posición nueva, placentera y única, las sensaciones la atraparon sin poder detenerse llevándola a un grandioso org*smo.
Gravril al escuchar su fuerte gemir, cambio de posición estando ahora encima de ella "Es mi turno" Mientras la besaba, sus estocadas incrementaban haciéndolo disfrutar del tan anhelado clímax.
Gavril fue por pañitos húmedos, limpió a la mujer que estaba casi profunda, quitó como pudo las sábanas y se metió con ella en la cama.
En esos momentos mientras conciliaba el sueño, pensó en su esposa, no recordaba la última vez que había disfrutado con ella tener sexo. Elena había priorizado otras cosas sin consultarlo con él, cada vez se sentía más lejos y Valentina se había encargado de darle color a su negra vida, haciéndolo sentir vivo otra vez.
Elena por su parte estaba adolorida, tres hombres habían abusado de ella sin poder detenerlos, la mujer se había dado una ducha completa de una hora para borrar el asco que sentía, nunca imaginó que su suegra se atreviera a ordenar tal atrocidad ¿Cómo le decía a Gavril? Ella sentía que lo perdía y si su esposo se enteraba lo más probable sería que la abandonara. Era su culpa ella le había abierto la puerta al demonio.
Al día siguiente Gavril se levantó primero, cuando estuvo listo fue a despertar a la mujer que dormía como bebé "Val, es hora de despertar"
"Mmmmh, no quiero, dejáme dormir otro poquito pues" Dijo Valentina aun con los ojos cerrados, haciendo reír a Gavril que adoraba ese lindo acento.
Gavril quitó las sábanas, la pequeña batola de Valentina estaba en su cintura mostrando el duro y grande trasero, al hombre le provocó morderlo y sin pensarlo lo hizo succionando un poco.
Valentina al sentir la humedad en su piel empezó a abrir los ojos poco a poco, Gavril observó su despertar con una cautivadora sonrisa.
"Papacito" Susurró Valentina.
"¿Qué dijiste?" Preguntó Gavril y Valentina se exaltó, soñaba con el hombre, pero no era un sueño su lindo ruso estaba ahí.
Luego la mujer vio su desnudez y subió la sabana para cubrirse "¿Desde cuándo observas?"
"No solo observé, mordí, besé y succioné. ¿Qué dijiste? ¿Papacito?"
Valentina iba a verificar, pero el hombre tenía la mirada puesta en ella "Papacito es una manera de decir que un hombre es guapo"
Gavril sonrió "¿Y bizcocho?"
"Bizcocho es una manera de un hombre decirle a una mujer que es guapa, es una torta paisa muy deliciosa también, mi favorito es el de chocolate" Dijo Valentina mordiendo sus labios.
"Entonces eres mi bizcocho, espero ser el Papacito de tus sueños"
"Iré a darme una ducha, no recuerdo la hora en que me dormí" Dijo Valentina envuelta en una sábana.
"No tardes, te espero abajo" Dijo Gavril.
"Señor ¿Puedo acompañarlos?" Preguntó Daria.
"Si, no tengo problemas, pero de todas maneras pregúntale a Valentina"
Valentina bajó a desayunar, no llevaba ni una sola gota de maquillaje, se veía muy fresca a Gavril le pareció un ángel bastante dulce y demasiado joven para él.
En ese instante llegó Yulia, la mujer al ver al ruso sonrió, al parecer el hombre estaba enamorado más de lo que el mismo pensaba.
"¡Wow! Estás linda Yul ¿Me acompañarás?" Preguntó Valentina abrazándola.
"Sí, obvio por eso estoy aquí, tu niña tráeme algo de comer muero de hambre" Respondió Yulia dirigiéndose a Daria, mordiendo una manzana de la mesa.
"No, la empleada que está en la cocina lo hará, ella es mi compañera" Dijo Valentina y Gavril sonrió, guiñando un ojo, aunque era algo bastante normal le gustó que mostrará su autoridad.
Daria sonrió y fue avisar a la otra mujer que debía colocar un plato más en la mesa. Valentina al ver la picardía del hombre se puso de todos lo colores.
"¡Que linda pareja!" Suspiró Yulia.
La pareja volteó a mirar a Yulia juntamente, Gavril se sintió descubierto, una cosa era que él demostrará afecto a la niña cuando estaban solos y otra muy distinta era que los demás lo notarán.
"Las esperó en el auto" Dijo Gavril.
"Espera, Tina y yo hemos estado hablando de sexo ¿No te dijo?" Preguntó Yulia y en eso llegó Daria indicándole a Karmen donde iba el plato.
Gavril quedó curioso, negó y se sentó, Valentina golpeó a su amiga por debajo de la mesa, no sabía donde meter la cabeza.
Cuando Karmen se fue, Yulia continuó "Si y pronto te hará un oral"
Daria mordió sus labios para no reír y Gavril igual, el hombre se levantó sin decir nada mientras Valentina por la vergüenza tapó su rostro con una mano. Cuando el ruso no estuvo a la vista las tres chicas soltaron la risa.
Valentina pidió a Daria que la acompañara también, las mujeres se fueron con otro chófer y la Colombiana fue con Gavril y Vicktor.
En el auto iban en completo silencio, Gavril intentaba encontrar su mirada con la de la mujer, pero era imposible, el hombre se acercó al oído haciendo que la niña se erizara
por el contacto.
"No pienses tanto Val, más tarde practicarás" Dijo Gavril depositando un beso húmedo en el lóbulo de la oreja.
El corazón de Valentina dio un vuelco y volteó hacia el ruso quedando sus labios tan cerca, entonces la mujer preguntó "¿Puedo besarte?"
"Adelante" Dijo el castaño sonriendo.
El beso se intensificó, Gavril tenía enormes ganas de enseñarle tantas cosas, hasta que fueron interrumpidos.
"Llegamos señor" Carraspeó Vicktor.
Los labios de Valentina quedarón hinchados al separarse. Gavril cambió su semblante, ahora se veía enojado o ansioso tal vez "Ve con tus amigas, no podré estar en el chequeo"
"Pero... Dijiste que... Me acompañarías" Susurró Valentina con ojos cristalinos, pero el hombre no la volteó a mirar.
"Te esperaré aquí, no ocurrirá nada malo, Valentina y por favor no llores" Dijo Gavril.
Valentina sin chistar salió del vehículo y aunque no lloró delante de ruso sus lágrimas no dieron tregua y se escaparon al salir.