Esta es la historia de Elena y Aarón.
Ambos ya enfrentan una dura situación, en donde una hija y su amor serán los motivos por los que ellos pelearan.
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¿Por qué?
Al llegar al hotel, salgo del auto y me tomo mi momento para respirar. Joder, todo esto me está destrozando.
Limpio mis lágrimas y respiro. Ya hice lo más difícil que era hablar con Aarón, ya le dejé clara las cosas así que esperemos que no me dé mucha lidia.
- ¿Elena? ~volteo y me sobresalto~
Es Harry, el amigo de mi hermano y de Aarón. Poso mis manos en mis mejillas y sonrió para él, siempre me cayó bien.
- ¿Pero que haces aquí? ~Harry me abraza en un saludo~ ¿Estás bien?
- Sí... Lo estoy ~le sonrío~ Yo... Esté es el hotel de... Mi esposo ~señalo el edificio frente a nosotros~
- Ah... Claro ~dice mirándolo~
- ¿Y tú?, ¿qué haces aquí? La última vez que hablé con Ben, me dijo que habías conseguido una casa en Londres con tu novia.
- Ah sí, he venido solo por unos días que tengo libre de trabajo, de hecho, estoy con Morgan, pero él se quedó atrás comprando unas cosas ~dice con una sonrisa~ Estamos aquí por los cumpleaños de...
Se corta incómodo y yo entiendo porqué... En 6 días cumple años Aarón.
- Tranquilo, lo entiendo ~le sonrío con lástima~
- Luces muy bien, siempre has lucido bien.
- Y tú igual ~suspiro~
Nos quedamos en silencio unos segundos hasta que lo veo mirar hacia atrás y luego me mira algo pensativo.
- He hablado mucho con Ben... Creo en ustedes ~joder, voy a llorar de nuevo~ Morgan también, es solo que no nos metemos mucho en esto porque es un tema sensible para Aarón ~se rasca el cuello con incomodidad~ Ese hombre es muy necio y no permite que toquemos el tema, pero sabemos que ustedes la están pasando mal ~sin decir nada, me tomo el atrevimiento de abrazarlo. Él me corresponde sin problemas~ Espero que las cosas se arreglen pronto ~me susurra~
- Créeme, también lo espero.
Después de unos segundos, nos despedimos y yo entro al hotel entregándole las llaves de mi auto a uno de los botones para que se haga cargo.
No entiendo como todas estás personas son capaces de creer en Benedict y en mí, menos Aarón.
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
Aarón.
- Lo sabía, sabía que en algún momento iba a aparecer... Te lo dije ~dice Kristen~
Estoy en silencio en mi despacho, ella ha estado hablando sentado en la silla frente a mí. Francamente, no he escuchado casi nada de lo que ha dicho, desde que me subí al auto cuando Elena se fue, no he dejado de pensar en sus palabras.
Incluso en su mirada llena de molestia y dolor cuando Ella le dijo "mami" a Kristen, incluso yo me sentí incómodo. Incómodo hasta cuando... Le respondí el beso.
El dolor en sus palabras, sus lágrimas, hasta creo que estuvo a nada de decirme... No, no puedo dejarme llevar, si me amará, no me habría dejado, pero... No dejo de pensar en sus palabras, ¿lo que ha sufrido?, pero si en las noticias y en todos lados no dejan de hablar sobre lo perfecto que se ven ella y el cretino de su esposo.
No parece, no se le ve que sufra, a demás, ¿por qué recién ahora?, ¿por qué parece que el mundo aún no puede saber de la existencia de nuestra hija?, ¿por qué aún le importa seguir el juego de su padre?
Es incoherente que venga a pelear cuando todavía le hace caso a su padre sobre mantener a Ella alejada de ellos y de su maldito entorno. Mi hija no tiene porqué estar recibiendo el menosprecio de nadie y mucho menos de las personas que se supone llevan su misma sangre.
- Aarón... ¿Qué vas a hacer?, ¿qué pasará... Con nosotros? ~se ve preocupada~
Le extiendo mi mano y ella la toma, hago que se levante y que rodee el escritorio para luego sentarla en mi regazo.
- Nosotros seguiremos como hasta ahora ~la beso suavemente~ Eso no debe ser una preocupación.
- ¿Y lo otro? ~me mira fijamente~ No sé que pasó con exactitud, pero lastimosamente, ella es la madre de Ella y parece que ha regresado por ella. ¿Y sí la niña la quiere como su madre?, no puedes prohibirselo.
- Lo sé... Sé que no se lo puedo prohibir, pero no es justo, ella solo aparece de pronto y cree que... Cree que... ~ni siquiera sé que decir~
Siento que Elena no solo ha vuelto por nuestra hija sino también por mí, y... No sé si no estoy siendo muy sincero con Kristen, aunque quiero hacer las cosas bien con ella, yo amo a Elena.
Estoy luchando contra mis sentimientos y mi razonamiento, estoy muy molesto con Elena y mi resentimiento con ella es latente, pero joder... No he dejado de sentir esto por ella en ningún momento. A lo largo de estos últimos años, he tratado de ocultarlo e ignorarlo, pero ahora que regreso... No sé si pueda seguir ignorando mis sentimientos.
- Solo espero que Ella no sufra por esa mujer ~dice y la miro~
- También espero eso ~acaricia mi cabello y yo cierro los ojos~
Siento que estoy demasiado lleno de tensión.
En un momento siento los labios de Kristen en mi cuello y sus manos colándose por mi camisa, acariciando mi abdomen y subiendo hasta mi pecho.
Las imágenes en la cama con Elena toman mi mente y aunque trato de apartarlas, no puedo. Me frustro.
Detengo sus manos cuando llegan a la pretina de mi pantalón, la levanto de mis piernas y luego me levanto yo.
- Lo siento, estoy cansado ~le doy un beso en la frente~ Mejor dormiré ~salgo del despacio~
Ni siquiera me preocupo por asegurarme si ella viene detrás de mí. Estoy cansado y no precisamente por todo el trabajo que he tenido.
Me meto a la ducha y mientras el agua cae mojando mi cabello y recorriendo mi cuerpo, cierro los ojos y siento unas manos rodear mi cintura; acariciar mi torso y dejar un beso en mi espalda, me giro para verla y es... Es ella.
Es realmente hermosa, su cuerpo, sus ojos... Todo.
- ¿Me has extrañado como yo a ti? ~susurra mientras rodea mi cuello con sus brazos~
- Sí... ~tomo su rostro entre mis manos y la beso~
Sus labios son perfectos, ansiaba este momento, tenerla así para mí. Tener su cuerpo entre mis brazos, ansiaba el momento en dónde tuviera la oportunidad de hacerle el amor nuevamente.
- Te amo ~me susurra~
- Y yo a...
Abro los ojos de golpe. Una ilusión. No es más que una puta ilusión. Miro a mi alrededor dándome cuenta de que todo este tiempo he estado solo en la ducha.
- Maldición... ~cierro los ojos nuevamente y paso mis manos por mi rostro~ ¿Qué has venido hacer conmigo, Elena?
No solo vino por nuestra hija, vino a desestabilizarme nuevamente, a poner de nuevo mi mundo de cabeza, a hacer que olvide por completo quien soy y a dónde voy, que quiero, que deseo y que necesito.
Mi mente y mi razón quieren seguir adelante, olvidarla de una vez por todas y nunca perdonarle lo que hizo; pero mi corazón y mi cuerpo la quieren a ella, la quieren de vuelta. Mi cuerpo y mis deseos más profundos y pecaminosos la necesitan.
¡¿Por qué, maldito necio?!, ¿por qué, si se supone que ya estabas bien?