Salvaré A La Pequeña Extra

Por otro lado, cuando Sofía vió el mensaje se sorprendió un poco cuando leyó que Sergio era acechado por espíritus malignos. Pero luego recordó que lo vio entrar a la habitación de la hija de Karen, por lo que creyó que ese mensaje era solo una excusa tonta para no estar con ellas. Luego de los cinco minutos dichos por Sergio en el mensaje este llegó a la habitación de Laura.

SERGIO: Hola Sofi, ya estoy aquí.

SOFIA: Hola Sergio, si gracias por traerme la ropa.

SERGIO: De nada, ¿cómo ha seguido nuestra bebé? Ya los médicos la revisaron hoy?

SOFIA: si ya la revisaron y todo está bien con ella.

SERGIO: Que bueno si sigue así, pronto estará con nosotros en casa.

SOFIA:  Si….. este.. yo (Sofía dudaba si preguntarle o no)

SERGIO: Sí dime Sofi. 

SOFÍA: Quería saber a qué te referías en el mensaje cuando me dijiste que te estaban acechando espíritus. 

SERGIO: Jjajajajaja eso, lo que pasa es que cuando venía para acá me encontré en el pasillo a Karen y me insistió en que viera a su hija. Y cuando entré a la habitación ya no me querían dejar salir. ¿Por qué ?

SOFIA: (pensé que no me diría que estaba con ellas.) ahh, no por nada solo que me pareció un poco raro el mensaje.

Por otro lado, cuando Karen llegó con el café no encontró a Sergio por ningún lado.

KAREN: Mía dónde está Sergio?

MIA: Él ya se fue mami.

KAREN: Asshhh, esto no está bien. Necesito que Sergio se divorcie de Sofía y le quite su apellido a esa mocosa.

A Mia le dieron el alta al tercer día de haber sido hospitalizada dado que sus heridas no eran graves. En cambio Laura tuvo que estar en el hospital por siete días y hoy le daban el alta. Sergio ya no sabía que pasaría, solo sabía que debía cuidar esa familia a donde lo habían enviado.

SERGIO: Bueno princesa a seguir las recomendaciones del doctor para que te recuperes por completo.

LAURA:  si papi, haré todo lo que el doctor me diga y prometo portarme bien para que ya no te vayas por tanto tiempo de la casa. (Esto lo dijo con sus ojitos llenos de lágrimas)

SERGIO:  (mi pequeña extra, es demasiado tierna. Cómo ese hijo de su madre dejó a esta ternura morir, por estar pendiente de ese gremlin de Mía.)  Mi lucero, no te preocupes, ya no me iré de la casa por tanto tiempo. No llores mi pequeña estrella, te vas a ver fea.

LAURA:  No, ya no voy a llorar, no quiero ser fea.

SERGIO:  Tu no eres fea mi bebé, eres la princesa más hermosa que he visto en el mundo. Pero si sigues llorando si te pondrás fea.

Mientras ellos tenían su momento padre e hija Sofía solo los veía interactuar, esa sola interacción entre ellos le llenaba su corazón de regocijo. puesto que hacía mucho tiempo que Sergio no le dedicaba tiempo a su hija.