Amor Entre Enemigos

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***Flor Rojas ***

Me tomo mi tiempo detallando al hombre que tengo enfrente y aún no me creo que sea real.

Se acerca más a mi, la mirada lujuriosa que tiene me pone más nerviosa, el tamaño de su miembro también me pone nerviosa, ¿me dolerá? Con ese tamaño no lo dudo creo que voy a terminar en el hospital apenas este hombre me penetre.

Queda encima de mi abriendo mis piernas, besa mis pechos baja hasta mi abdomen llega a la parte baja de mi vientre y..... ¡Dios mío! Pasea su lengua por mi clistori y hecho la cabeza para atrás apretando las sábanas, sigue lamiendo y mordiendo con hambre, vehemencia y... me pierdo en el gran placer que me da su lengua, pasa sus manos por mis pechos apretándolos baja acariciando mi abdomen mientras sigue disfrutando de mi coñ*, haciendo que llegue mi orgasmo, corriéndome en su boca el debora mis fluidos, sube repartiendo besos por mi cuerpo hasta que llega a mi boca.

Eres deliciosa — me dice.

Se pone en posición para penetrarme pero lo detengo.

No vas a usar condon — le pregunto.

No, olvide comprarlos — me dice, restándole importancia — mañana te tomas una pastilla de emergencia

Asiento y él procede con lo que estaba haciendo pasando su miembro erecto por mi coñ* abriendo mis pliegues, va entrando despacio siento el dolor pero sus labios y sus manos hacen que me olvide de eso, escucho los gruñidos varoniles que hacen que me exite más de lo que estoy.

Nena, estás tan apretada — dice en medio de jadeos

Siento que entra cada vez más y el dolor se vuelve más intenso, no a entrado completamente pasa su atención a mis pechos toma una y se lo mete a la boca haciendo que me olvide del dolor y es cuando siento que lanza la primera embestida haciéndome gemir más fuerte.

El dolor desapareció ahora lo que hay es puro placer cuando empieza con las embestidas que recibo gustosa, es mi primera vez debería ser cariñoso delicado pero es todo lo contrario y lo peor de todo es que me gusta, la habitación se llena de jadeos y gemidos que suelto con cada una de sus embestidas ya veo que con este hombre nada es delicado ni cariñoso es todo lo contrario, y no se que disfruto más si sus caricias, sus besos, o sus embestidas todo lo hace al mismo tiempo que no me consentro en una sola cosa.

La noche se resume en eso el follandome a cada nada terminando volviendo a empezar hasta las cinco de la mañana que me quedo dormida y pierdo la noción del tiempo.

Mi teléfono no para de sonar, abro los ojos somnolienta tomo mi teléfono que está en la mesita de noche y veo más de diez llamadas perdidas de Fabiana, miro a mi alrededor y él no está su lado está frío lo que significa que o no durmió aquí o se levantó temprano, creo que prefiero la segunda opción me siento en la orilla de la cama todo el cuerpo me duele, agarro el teléfono devolviéndole la llamada a Fabiana.

Flor, donde estas — dice apenas contesta — ¿que haces? ¿Estás bien? ¿No te paso nada malo verdad?

Oye cálmate — digo — estoy bien que te pasa

Nada solo me preocupe — dice — son las dos de la tarde y tú no dabas señales de vida.

¡Las dos! — digo mirando la pantalla del teléfono — Estaba durmiendo por eso no te contesté

Apenas te vas levantando — dice sorprendida — Wuao entonces la noche estuvo fenomenal, bueno adiós te espero en casa para que me cuentes todo.

Adiós — digo y cuelga

Las dos de la tarde, ¿tanto dormí? ¿Tan cansada quede? Mi mente empieza a traer los recuerdos de anoche y no puedo evitar sonrojarme, me levanto y mis piernas fallan por un momento pero hago el esfuerzo para mantenerme de pie y entrar al baño ( imbecil )por poco y me deja liciada me miro al espejo de cuerpo completo que hay en la pared y.... Maldito, idiota lo maldigo una y otra vez al ver mi cuerpo en el espejo, tengo las palmas de sus manos marcadas en mis nalgas, mis caderas están rojas con las marcas de sus dedos por la fuerza que hacia, mis pechos están rojos y con las marcas de los chupones que me hizo, ese que se cree vampiro para dejar mi cuerpo así estoy toda marcada, donde mi hermano me vea esas marcas me mata.

Me meto en la ducha, salgo y me paro en el lavado para cepillar mis dientes, busco haber si hay cepillos nuevos y.... habro un cajón y encuentro una bolsa llena de condones (maldito una y otra vez) me dijo que olvido comprarlos, cierro el cajón y abro otro encontrando lo que busco cepillo mis dientes salgo del baño buscando mi ropa y.... ¡Dios mío! Este hijo de puta es un verdadero dolor de cabeza, encuentro mi vestido roto y mi braga ni esta, (paciencia) me voy al clóset y me pongo una de sus camisas sin nada abajo.

Salgo de la habitación yendo a la sala y tampoco está, perfecto me follo y se largó cobarde, abren la puerta entrado su guardaespaldas.

Buenas tardes señorita — me dice, entregándome una bolsa — el señor me encargo de traerle esto.

Reviso la bolsa y es una muda de ropa con unos lijeros

Gracias — le digo yéndome a la habitación.

Me cambio y salgo de nuevo, el hombre me espera y me dice que me llevará a casa tomo mi teléfono y salgo del departamento dejando que me lleve.