En Sus Brazos

Ya han pasado varios días desde aquella noche con Sebastián, tengo que admitir que esa ha sido la mejor noche de mi vida desde nuestra separación... ¡Bueno! He tratado de evitar estar a solas con Sebastián por todos los medios posibles pues su mirada, su manera de hablarme y de actuar es diferente desde ese día, ahora viene todos los días más temprano de lo normal a buscar a Miguel para llevarlo al colegio, lo ayuda a terminar de arreglar su uniforme y lonchera, luego me lo pasa dejando a la panadería y los 3 días de la semana que Miguel práctica el Básquet... Ah! No le había comentado que por ese deporte fue que se terminó decidiendo nuestro hijo; bueno! Sebastián se queda esperando toda esa hora en la panadería según él para no perder el tiempo en ir y venir. En estos últimos días lo he visto revisar durante ese tiempo con recelo varios documentos, mucho más que de costumbre, es algo extraño, pero eso debe ser un caso muy importante...

- Abbi! Mi amor... --respira con pesadez y me mira directamente a los ojos, esa mirada tan penetrante que me da un poco de miedo, pero al mismo tiempo confianza y tranquilidad-- Sólo será un momento, necesito hablar algo muy importante contigo.

- Estamos hablando Sebastián --digo mientras veo a los lados pues siento que todos nos están mirando, trato de mantener algo de distancia entre ambos--

- Abbi no seas así! --me mira con esos ojitos llenos de ternura que me vuelve loca, pero no quiero volver a caer en sus brazos... Pero a la vez si quiero, es que no puedo negar que yo a ese hombre aun lo amo con todo mi corazón; este traicionero corazón que cada vez que lo veo o lo escucho siento que va a salir corriendo a sus brazos-- Abbi! Mi amor, esto es muy importante...--se quedó callado por unos cortos segundos-- Además --respiro profundamente-- Abbi paso por ti más tarde... --se levantó, beso mi mejilla, saludo de lejos a Alice y se fue, dejándome algo confundida y sin una respuesta--

- Sebastián! Sebastián espera... --lo alcance antes de subir al auto--

- Sí, dime! --guardo su portafolio y se quedó parado en la puerta del auto--

- Más tarde no puedo --fue lo primero que se me ocurrió decirle, mientras pienso que inventar para no volver a estar a solas con él--

- Por qué? Si lo dices por Miguel, yo no tengo ningún problema en llevar a nuestro hijo con nosotros, solo quiero hablar contigo en otro lugar.

- Esto no está bien Sebastián --me mira directo a los ojos, me hace poner nerviosa y me siento como cuando éramos jóvenes y recién éramos novios-- Este tú y yo así no va a funcionar... --titubeo un poco al hablar--

- Cuál tú y yo, Abbi? Nosotros siempre hemos funcionado --me toma de las manos-- Desde el principio nos hemos complementado de la forma más perfecta, tú eres el amor de mi vida y nadie es más importante que ustedes que son mi familia.

- Sebastián, nosotros ya estamos divorciados desde hace...

- Y que con eso? Nos podemos volver a casar --me dió un tierno beso en los labios-- Paso por ustedes más tarde --subió al auto y se fue--

Definitivamente, Sebastián se está volviendo loco y a mí me esta arrastrando en esa locura, todas las noches aparece con una flor diferente, el otro día me envió un arreglo a la panadería, me ha invitado a salir y yo me siento como una adolescente enamorada...

- Ahora que voy a hacer? --digo emitiendo un gran suspiro y con todas mis emociones encontradas, por un lado mi corazón está bombeando como loco más de lo normal, mi mente no deja de pensar en Sebastián en si y no, pero no puedo negar que Lisbeth existe aunque Sebastián dice no tener nada con ella y de cierto modo le creo, pero no al 100%--

- Sebastián es un excelente partido, amiga! --me dice con su gran y pícara sonrisa--

- Alice! No ayudas mucho... --me recuesto en la cómoda silla--

- Abbi! Por Dios, ya ustedes son bastante adultos ¡Bueno! Y con un hijo en común... Tal vez sería bueno que se apuraran y le busquen un hermano o hermana a Miguel. --dice Alice con su notable emoción--

- Alice?

- Qué? No he dicho nada malo, míralo desde este punto de vista, conoces el 90% del hombre porque nunca terminamos de conocer a las personas... Fueron amigos, novios, esposos y ahora amantes... --casi se me sale el corazón por el pecho al escuchar la última palabra--

- Alice? Nosotros no somos amantes,

- No?...¡Bueno! Entonces están en la etapa de enamoramiento nuevamente...

- No Alice, sabes perfectamente que fue una sola vez desde que nos divorciamos.

- No veo por qué no le das otra oportunidad?

- Sabes que Lisbeth...

- Vamos otra vez con Lisbeth --suspira y se levanta-- Sebastián te dijo que no tiene nada con ella y yo lo confirme con nuestros amigos, ella es la que lo busca por todos lados, aparece en todas las reuniones a las que no la invitan; que flojera ya parece el arroz blanco. --solte la risa--

- Alice, tienes unas cosas...

- Es verdad amiga --se sentó a mi lado y me abrazo-- Mira Abbi, muchas veces dejamos que otros sean felices con nuestra propia tristeza... Sebastián nunca a dejado de amarte, está arrepentido de lo que te hizo...

No he podido dejar de pensar lo que me dijo Sebastián aquella noche... "Abbi, sabes que tú eres la dueña de mi corazón, que más tengo que hacer para que me perdones?...Si tú no hubieras solicitado el divorcio y si no hubieses insistido tanto sabes perfectamente que yo no lo habría firmado... Mi amor yo hago por ti todo lo que me pidas, pero está vez no te haré caso, escúchame muy bien Abbi no me voy a alejar de ustedes, te voy a reconquistar porque sin ti mi vida no es igual. Te amo inmensamente".

Será que le doy esa oportunidad, mejor dicho nos damos esa oportunidad, porque la verdad es que si extraño inmensamente todo de ese hombre... Su compañía, las conversaciones en las noches antes de dormir y los planes juntos...

Una noche Miguel se empeño en que su papá se quedará a jugar al vídeo juego con él y yo la verdad soy malísima con los controles, los ví tan distraídos que me dispuse a preparar la cena, después de comer Miguel le pidió a su papá que se quedara a dormir con él, lo deje porque tenian unos días que no compartían. Un poco más tarde fui a darle la vuelta a mi príncipe, los ví dormir tan tiernos, apague la luz y me fui a la cocina por un té...

- Abbi! Te sientes bien? --me sobresalté de la impresión y me moje con el té, me empecé a secar con un pañito de la cocina--

- Sebastián me asustaste! --pero su reacción fue besarme, yo le correspondí... Pues lo necesitaba como nunca... Y así pasamos unos días después, lo hacíamos dónde podíamos pues parecíamos unos adolescentes disfrutando de nuestras fugas y escondidas para disfrutar el uno del otro--

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...🌻❤️🇻🇪😉...