ROMPIENDO LAS REGLAS

•Mía: Estefan me toca y hace que mi piel se erice. Lo miro como pidiéndole más. Él entiende por qué mete su mano en mi entrepierna y empieza a acariciarme. Suelto unos pequeños gemidos. Uuum, me hace venir en cuestión de segundos. Respiro agitadamente. Tan bien quiero hacerlo sentir bien, así que me bajo y abro su cremallera. Él me queda mirando sorprendido. Me sonrojo, pero continúo. Empiezo a hacerle sexo oral y él se excita mucho. Ya que siento como su pene crece más en mi boca, siento que esto me puede desgarrar la garganta, pero no me importa y sigo. Él se emociona y me dice...

• Estefan: hago venir a Mía solo con tocarla. Veo que baja a mi entrepierna y abre mi cremallera. Abro mis ojos sorprendido, a ella no le importa. Por ello, empieza a tocarme y hacerme sexo oral. Se nota que nunca ha hecho esto, pero aprende muy rápido. Me excito con su toque, me dan muchas ganas de llegar. Le digo me vengo , intento sacarla de su boca, pero no me deja. Llego en su boca, la miro y ella traga todo lo que sale de mí. La tiro a la cama, ya que todavía no estoy muy satisfecho y empezamos a hacerlo.

• Mía: Trago todo lo que sale de Estefan. Él se sorprende; pensé que ya habíamos terminado, ya que él está ocupado. Pero de un momento a otro me toma y me tira a la cama, y empieza a embestirme. Hacerlo con él es tan perfecto y excitante. Así lo hacemos 3 veces más. Termino tan cansada que duermo en su habitación. Siento voces que vienen de la sala. Me espanto, llamo a Estefan. Él se levanta y me pregunta qué pasa.

• Estefan: siento que me están tocando. Abro los ojos le preguntó que pasa, y ella me dice que escucha voces en la sala, que vaya y mire. No sé por qué, pero sentí que Mía no debería estar en mi habitación. Le dije que me esperara en su habitación, ella asintió. Salí y lo primero que veo es a David y Sara, que habían regresado. No puedo creer que casi nos descubren. Voy y saludo: 'Hola, cómo les fue, qué bueno que están aquí.'

• David: Hola Estéfan, ¿qué haces despierto a esta hora? Nos fue súper bien, por eso pudimos regresar antes. ¿Dónde está Mía? ¿Cómo se ha portado mi pequeña?

•Estefan: Qué bueno, me alegra que todo haya salido muy bien. Mía está en su habitación durmiendo. Todo ha ido muy bien por aquí. Bueno, yo los dejo para que terminen de hacer sus cosas. Nos vemos mañana y conversamos. Subo rápidamente a la habitación de Mía, toco y entro y le digo: 'Mía, tu padre está aquí. Voy a mi habitación y mañana hablamos'. Me despido dándole un beso y salgo.

• Mia:Estoy esperando ansiosa a Estefan. Él entra y me mira, me dice: tu padre ha regresado. Abro los ojos de par en par, no puedo creer que mi papá esté aquí. Él dijo que se demoraría unos días más. Estefan me dice que es mejor irse a su habitación y que hablemos mañana. Yo asiento y me recuesto, no puedo pegar un ojo en toda la noche. Amanece, me baño y cambio, salgo a desayunar y allí estaba mi padre y Sara. Les doy los buenos días.

•David: ¡Hola mi pequeña! Ven y dame un abrazo. Te extrañé mucho. Espero que te hayas portado muy bien.

• Mía: Buen día, papá. Qué bueno que estén aquí. Claro que me porté muy bien. Bueno, papá, solo alcanzo a tomarme el jugo. Tengo que irme ya. ¿Dónde está Estefan?

•David: Dale, hija, no te entretengo más. Vete antes de que se te haga tarde. ¿Por qué preguntas por Estefan? ¿Acaso te estás yendo con él? Porque eso me parece bien. Él está afuera, creo que te está esperando, hija. Estuvimos hablando y creo que Estefan se va a mudar, ya compró un apartamento.

• Mía: Bueno papá, ya voy. Espera, Estefan se va de la casa, y eso, no sabía que ya había pensado en mudarse, pero está bien que tenga su espacio propio. Me despido y voy hacia donde está Estefan. Estoy enfadada, no puedo creer que no me haya dicho nada de esto. Lo miro y no le digo nada. Entro al coche y cierro la puerta fuerte.

• Estefan: Veo que viene Mía, quiero saludarla bien, pero ella ni me dirige la palabra, pasa de largo y entra al coche. Entro, arranco. Mía, ¿te pasa algo? ¿Peleaste con tu padre?

•Mía: ¿Cuándo tenías pensado decirme que te vas a mudar? ¿O no pensabas en decirme nada?

• Estefan: Wow, wow, espera. Trata de calmarte. Hoy te iba a contar que ya me iba a mudar. No creo que ahora que estamos juntos sea prudente vivir en el mismo techo que tu padre. Esto será lo mejor para todos. Eso no quiere decir que te vaya a dejar, eso no pasará. Tú eres mía y aunque quisiera, no podría dejarte. Sé que para tu padre, al enterarse de esto, no le gustará para nada que su amigo de 30 años esté con su hija que acaba de cumplir los 18, pero ni por el té voy a dejar. Así que no estés molesta. Además, así tendremos más espacio para estar solos. Otra cosa que quiero decirte es que ya hablé y no creo que me quede más tiempo en tu escuela. Ya es hora de que retome mis actividades en la empresa. Mi padre me necesita allí.

• Mía: espera, también vas a dejar de dar clases. Entonces, ¿cuándo pasaremos tiempo juntos? Vas a estar muy ocupado. Sé que mi padre es tu amigo y no quieres hacerle daño, pero tarde o temprano se va a enterar de lo nuestro. Seguro se molestará por un tiempo, pero tiene que entender que ya no soy una niña. Y respecto a cuándo piensas dejar la escuela, me gustaría conocer tu apartamento, ¿te parece bien?

• Estefan, claro que puedes. Cuando quieras ir, serás bienvenida. Sé que no será fácil vernos de ahora en adelante,pero siempre sacaré tiempo para vernos. Así que no te preocupes por estas cosas. Ven para acá y dame un beso. Hoy hablaré en la escuela y apenas me digan cuándo puedo irme, tú serás la primera en saberlo.