Obligada A Casarme

La pareja de ancianos acompañó a Lourdes hasta al lado derecho de Fernando. Podía notarse que eran personas muy influyentes.

El hombre era un Juez muy reconocido, mientras que su esposa era una mujer muy influyente, tenía varias organizaciones de beneficencia, las cuales apoyaban a mujeres maltratadas y que han sido echadas a la calle por sus esposos.

Beatriz, como su esposo Pedro, conocían a Fernando desde que era un bebé, su abuelo, Carlos, y su esposo Pedro, ingresaron al ejército siendo muy jóvenes, siendo considerados como los mejores Sargentos de su época.

______ Fernando, mis felicitaciones. Su prometida es una mujer hermosa, se ve que será muy feliz. ____ Dijo la esposa del Juez.

______ Señora Beatriz, no hay mujer que se pueda compare con su belleza. ______ Respondió Fernando besando la mano de la anciana.

_____ Usted siempre tan caballeroso, Joven Escobedo. Al igual que era su abuelo. _____ Contestó Beatriz con una sonrisa coqueta en sus labios.

_____ Basta, mujer. Vas a ocasionar que me ponga celos. _____ Bromeó un poco Pedro.

Mientras los ancianos hablaban con Fernando, Perla le hizo un gesto con la mirada a su madre.

_____ Me disculpan, debo hablar con mi hija a solas. _____ Dijo Lourdes.

Perla junto a su madre salieron del salón. Al estar lo suficiente alejadas, el rostro de Perla cambió completamente.

______ ¿Qué pasa, Perla? _____ Preguntó Lourdes en voz baja.

_____ Estoy furiosa. Me imaginaba otro tipo de escena cuando Fernando me viera entrar al salón. ______ Respondió Perla apretando los dientes.

______ ¿No entiendo? Sabías que era un hombre frío, y qué solamente se está cansado contigo porque eres un pago para él. ______ Le explicó Lourdes a su hija.

________ Lo sé. Mira lo hermosa que me he arreglado esta noche.

______ Esperaba que Fernando, al verme cayera a mis pies, me besara con mucha pasión, y que al ver a los invitados llegar me tomara de la cintura y me acercara a su cuerpo. _________ Dijo Perla a punto de explotar de coraje.

Lourdes puso sus manos en los hombros de Perla. Era mejor que se vaya a acostumbrando a la actitud fría de Fernando, o su vida a su lado se va a convertir en una tortura.

______ Entiende, de una vez, Perla. Al casarte con Fernando Escobedo, tu vida llena de lujuria se va a detener... Olvídate de que te trate bien, ¡No te ama! Eso debe entrarte en la cabeza.

Perla estaba demasiado acostumbrada a ser el centro de atención de todos, y sentir esa frialdad por parte de Fernando, la hizo enojar.

_______ ¡Entiendo que no me ama! Pero esperaba un beso, una acaricia, o algo que no se viera tan fría nuestra supuesta relación.

______ Olvídate de las escenas románticas, de los besos de pasión, de las noches de lujuria desenfrenada.

_____ Debes poner los pies sobre la tierra. Lo que importa aquí es el dinero de Fernando Escobedo, y mientras haya mucho de por medio, tú tienes que tragarte toda tu dignidad.

_______ Los rechazos de Fernando, los podemos recompensar con viajes por el mundo, bolsos de marcas importantes, y joyas... Sobre todo Joyas.

_____ Hay unos diamantes que me han encantado, y los quiero para mis cumpleaños. _______ Dijo Lourdes, saboreando todo lo que va a gastar siendo la suegra de Fernando.

______ Me has convencido, mamá. ______ Perla agarró a besos a su madre.

¿Por qué, esperar que Fernando la ame, si siendo su esposa puede obtener todo lo que quiera?

Perla junto a su madre volvieron al salón, mirando a Fernando hablar alegremente con los dos ancianos.

Perla se acercó al hombre colocando su mano en el brazo de Fernando, también se atrevió a recargar su cabeza sobre el hombro del hombre.

Mientras tanto, Francesco entró a la habitación de Nathalie sin llamar a la puerta, entre sus manos llevaba una enorme caja de color verde.

La chica se encontraba limpiando la sangre de sus labios, en el momento en que vio a Francesco detrás de ella con la ayuda del trozo de espejo.

________ ¡Maldita sea! ¡Me quieres matar de un susto!

Nathalie se levantó de un solo, saltó de su cama. Señaló a Francesco con su dedo tembloroso.

______ Baja ese dedo, niña. Debes aprender buenos modales. Ahora que eres la esposa del señor Escobedo.

Francesco dejó la caja sobre la cama de Nathalie.

______ Ven. Acércate a mí. _____ Le ordenó Francesco a Nathalie.

La chica dejó el espejo sobre la mesa de noche, y se acercó a Francesco con confianza.

A comparación de unas horas atrás, Nathalie ya no le tenía tanto miedo al chico. Francesco tomó un libro que la chica tenía sobre la cama.

______ ¿Te gusta leer?

_______ Bueno. Esté libro nos va a servir mucho.

Francesco lo puso sobre la cabeza de Nathalie con toda la intención de enseñarla a caminar en poco tiempo.

_______ ¡¿Para qué es esto?! ______ Nathalie molesta preguntó.

Francesco levantó la cabeza de Nathalie, enderezó la espalda de la chica, y la obligó a sumir el abdomen.

______ Camina hacia allá, sin dejar caer el libro, y sin bajar la cabeza. Tenemos solo un par de horas para transformarte de cenicienta a la princesa del cuento.

Aquellas palabras de Francesco, causaron carcajadas en Nathalie. La chica dejó caer el libro al piso en su primer intento.

________ ¡¿Has terminado?! ______ Levantó la voz Francesco.

Nathalie dejó de reír y se colocó de nuevo el libro encima de su cabeza. Mientras caminaba, recordaba a Perla hacerlo con elegancia y sensualidad.

Nathalie trató de imitar los pasos de Perla por mucho tiempo hasta que lo logró. Satisfecho con todo lo que la chica ha logrado en poco tiempo, Francesco permitió que Nathalie descansará un poco.

_____ ¡Esto es muy difícil! Mis pies me duelen horrores. ______ Se quejó Nathalie.

_____ Deja de chillar, niña. Esto solo ea el comienzo. Antes de que todo comience debo transformarte lo más que pueda.

______ Anda ponte esos zapatos. _____ Le ordenó Francesco, señalando un par de zapatillas de tacón alto.

Al verlos, Nathalie quería salir corriendo de la habitación. Era imposible que diera un paso con esos zapatos. Nunca en toda su vida había usado zapatos de tacón tan alto.