Entre la oscuridad y el eco de la sangre derramada, dos almas se cruzaron:
Elara Veyren, que deseaba liberarse del dolor, y Nyssa, que ansiaba una nueva vida.
El destino unió sus caminos.
Cuando Elara murió, Nyssa fue arrastrada hacia la luz, encadenada a ese cuerpo que dejaba de latir.
Cuando abrió los ojos, no estaba en el campo de batalla.
Estaba en la iglesia, vestida de novia… el día de la boda de Elara.
Pero ya no era la tímida joven.
Ahora, detrás de aquellos ojos grises, habitaba la mirada letal de La Furia Silente.
“Bien…
Me dan un matrimonio forzado, un esposo frío, una familia que la vendió…
No saben lo que acaban de desatar.”
Su sonrisa, apenas torcida y peligrosa, fue la primera señal de que la historia había cambiado para siempre.
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Un gran trato
La cena fue silenciosa al principio. Solo el sonido de los cubiertos y el murmullo del fuego llenaban la habitación. Elara no lo miraba directamente, la simple presencia de él bastaba para tensar el aire.
– He oído que estás rindiendo con Tu grupo— rompiendo el silencio.
– Sí, después de varios lamentos y dolor, estamos con más rendimiento, eso es bueno para subir de rango.
Darius asintió, girando la copa entre los dedos.
– Treytan habló bien de los avances. Dice que tu precisión es impecable, hasta Gabriel descubrió su resistencia.
Elara lo miró de reojo, con una leve sonrisa cínica. – ¿Treytan te lo dijo, o solo lo repitió para provocarte?
Él alzó una ceja, esbozando una mueca. – Tal vez ambas.
Ella soltó una risa corta, apenas un respiro, y el hielo entre ambos pareció ceder un poco. Terminaron la cena hablando del proyecto, de cálculos. Por primera vez , no hubo reproches ni silencios pesados, solo la conversación amistosa.
Cuando la noche cayó, Elara se dirigió al dormitorio, pero notó la puerta de la oficina de Darius que estaba entreabierta, y la luz cálida del quinqué se filtraba en la penumbra.
Curiosa, se acercó despacio y lo encontró de pie, inclinado sobre un escritorio lleno de papeles.
– ¿Ocupado? – preguntó desde el umbral.
Darius levantó la cabeza, sorprendido. – Solo estoy revisando unos registros… un trueque de suministros. Nada importante.
Elara entró despacio, cruzándose de brazos. – ¿Trueque? ¿Con quién?
《 El trueque.. Si la caída de algunos soldados, acá comienza el conflicto de la guerra 》
– Con los del Paso de los Cruces. – respondió él. – Dicen que pueden entregar la aleación que necesitamos a menor costo.
Ella se acercó, mirando por encima del hombro de Darius. Tomó uno de los documentos y lo leyó rápido, su expresión cambiando al instante.
– Esto no está bien.
– ¿Qué cosa?
Elara giró el papel hacia él, señalando las cifras.
– Mira los precios. Están reducidos un veinte por ciento respecto al mercado, pero no hay registro de quién hace el transporte. Ningún cargamento atraviesa el paso sin dejar constancia en el puerto.
– Podría ser un trato directo, – sugirió él. – A veces se saltan los registros menores.
– No cuando se trata de aleaciones de alta densidad. – replicó ella con firmeza. – Y mira esto: el punto de entrega está marcado al norte del límite de Ravel… territorio neutral, sin vigilancia. Eso es una trampa.
Él frunció el ceño, tomando el papel para mirarlo con más atención. – ¿Por qué dices eso?
– Porque si es un intercambio legítimo, no lo harían tan lejos del control de Treytan. Y menos con un cargamento de metal militar. – explicó ella, con tono analítico. – Si aceptas este acuerdo, te harán salir del perímetro con tus hombres, y en ese punto, cualquiera podría interceptarlos.
Darius se quedó en silencio unos segundos, repasando los números, las coordenadas, los sellos. Su semblante se endureció. Elara tenía el recuerdo de cómo Darius volvía con sangre ,solo ese día herido por la encrucijada y perdida de los materiales.《 Puede que sea un tarado pero no le dejaré perder esto, después de todo es un gran Comandante.. Y me ayudara con las armas 》.
– Maldición… tienes razón. El Paso de los Cruces nunca ha negociado con nosotros directamente. . ¿Cómo no lo vi? – Miró los registros.
– Están tratando con alguien por fuera… o hay una filtración dentro del consejo de jefes.. Es un pes gordo, pasando control de registros si me lo preguntas ...
Él se recostó en el asiento, pensativo.
– Si es así, significa que alguien está usando un nombre para mover suministros falsos.
– Y si no lo detienes a tiempo, te harán responsable. Perderás la carga y tus hombres– concluyó ella. – Necesitas investigar quién envió esta propuesta y desde dónde, pero en privado.
Darius la miró en silencio unos segundos.
– ¿ Cómo te diste cuenta? Yo que tengo más experiencia me siento insultado.
– Es cuestión de no confiar en quienes sonríen demasiado, y mirar un poco mas profundo.. Si necesita ayuda no tengo problemas.
Darius soltó un suspiro, apoyando el codo sobre el escritorio. – Entonces mañana hablaré con Treytan. Si el Paso de los Cruces nos está engañando, quiero saber quién lo permitió desde acá.
Elara asintió, volviendo hacia la puerta.
– Hazlo antes de que alguien más te haga responsable, puede que a alguien no le agrades Comandante ¿Se te ocurre alguien?
– No.. Pero varios en mente que pueden ganar si me caigo.
– Puedo ayudarte.. Soy muy buena buscando información, será un pago por tu ayuda de las armas.
Darius sonrió ladino – Bien.. Pero si surge algo peligroso me avisas. Y más si no sabemos quién es.
– Claro– Sé estaba yendo cuando recordó del Jefe del ministro – Yo empezaría por El señor Peterson..
Darius la miró al instante, ese nombre no era bueno escucharlo, el jefe de ministro el segundo al poder, muy avaricioso y uno de los dolores de cabeza en la militancia.
– ¿Cómo lo conoces.. ?
– ¿Olvidas la clase de padre que tengo?- levantó la ceja, Darius sé toco la barbilla caminando a ella.
Apoyó su antebrazo en el esquinero de la puerta – Ese hombre es un peligro.. Si sabes algo debes decirme.
– Es por eso que te lo digo. Víctor puede ser un mal padre pero es inteligente en manipulación, y el ministro es otro– Lo miro– Piensa.. ¿Si nos divorciamos? Que pasaría.
– Caería la ayuda hacia tu padre ...
– No solo eso, El trato que mi padre te dio decía una clausura ¿ no ? De vienes.
Darius suspiro cayendo – ¿ lo sabias ?
– Claro que sí.. Ese día de la boda le pedí el divorcio, y el casi le da un infarto.Esos vienes están ligados a él ministro. Debes fijarte en eso.
El la miró incrédulo《 ella le pidió el divorcio..Y esos dos intentan dejarlo en la ruina 》 pensó con molestia y dolor.
– ¿Y por qué aceptaste seguir?
– Primero pensé en sacarte todo – sonríe , Darius negó molesto – Pero ahora .. Que razonaste un poco, podemos hacer algo más. ¿No crees? Si bien no deseas que sea tu esposa, ahora no te conviene dejarme.
– No hables por mi... Entiendo tu sinceridad. Me sorprende que me digas esto ¿ Porque me ayudas? pensé que me odiabas..
Elara lo tenía muy cerca, sonrió molesta de nuevo sintiendo ese cosquilleo 《 Ahgg tonta Elara, ya cálmate es solo un hombre 》
– Solo tómalo como una ayuda.. Pero me deberás uno cuando lo necesite.
Darius la miró fijamente, sus ojos no se apartaron ni un momento sentía su olor a perfume de uvas que lo hizo erizar
– Bien, entonces te debo las Gracias. Mañana iré a ver esas tierras, no me robaran ¿ no te preocupa tu padre?
– De nada Comandante, No a menos q a ti si, Selene seg...– Sé giró pero él la tomó del brazo
– No me interesa.. Y deja de decirme así.. Si hacemos esto lo haremos bien– La acercó a él, Elara apretó los dientes mirando sus ojos.
– Bien.. Pero dime Ela.. Más creíble, Claro .
El sonrió soltándola muy lentamente sin dejar de mirarse "buenas noches.. Darius. " dijo en un susurro Elara
– Buenas noches.. Ela.
《 Ahgg.. Porque hice eso, malinterpretará todo 》 pensó entrando a la habitación.
Cuando se fue, Darius quedó mirando los documentos, sintiendo un peso en el pecho.
《Tengo que fijarme bien las cosas.. Si no fuera por ella, perderia todo..Enserió es demasiado para mi.》 Suspiro sintiendo la gravedad del asunto
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