AMARÉ A MI ESPOSO VILLANO

El jardín del palacio de la emperatriz estaba adornado hermosamente para la fiesta de té.

Mara y Dalia habían elegido todo de forma perfecta dándole vida al palacio casi abandonado de la emperatriz. Ahora mismo se encontraban en la entrada del jardín con algunas doncellas que serían las encargadas de ubicar a las invitadas.

De carruajes lujosos y ostentosos se bajaban las mujeres de alta sociedad que tenían un sin fin de joyas y vestidos muy proporcionados, en su lugar Mara y Dalia estaban vestidas con vestidos un tanto modernos, pero no menos glamurosos y unas hermosas coronas regalo de Cedric, para que todas las demás mujeres sepan su lugar.

Su emoción fue grande al ver el carruaje del Ducado Sandoval, la invitada principal había llegado.

Luego de recibirla la condujeron a un lado de Mara y la princesa se encontraba del otro lado solo las personas con gran estatus o una relación cercana con la emperatriz se podían sentar ahí.

Fueron muchas las miradas de envidia hacia la duquesa, pero al ver la mirada sería de Mara rápidamente cambiaron su expresión.

Mara dio el saludo inicial y dio comienzo a la fiesta, y comenzó con su objetivo principal.

Inicio agradeciéndole a la duquesa por venir, después hablaron de negocios y obras de caridad y como resultado la duquesa aceptó más encuentros con ambas, por lo cuál estaban muy felices Miranda era agradable y sincera, era perfecta para el archiduque.

Luego de la fiesta que duró hasta el atardecer todas las señoras se retiraron y Mara estaba muy contenta, ya que además de conseguir más visitas de Miranda consiguió el apoyo de las señoras mayores, para obras a favor del pueblo.

Se dirigió a su habitación a darse un baño y mientras se relajaba comenzó a sentir unos besos en el cuello que al principio la asustaron, pero sabía de quién eran por lo que seguía con los ojos cerrados disfrutando de esa atención.

Luego de un rato pararon los besos y abrió los ojos encontrando a su bello esposo quitándose la ropa dispuesto a entrar le hizo un lugar y se sentó detrás de ella, para darle masajes y hablar de lo que pasó en la fiesta.

Ya estaban acostados en la cama luego de ese baño placentero Mara estaba muy agotada ya con casi 3 meses sentía extrañamente pesado su vientre que a pesar del tiempo que tenía de embarazo estaba un poco abultado.

Luego de dormir cómodamente abrazados al siguiente día se encontraban desayunando con la familia de Mara y con Dalia, ahí notaron algo interesante Leonardo no le quitaba los ojos de encima a la princesa y esta se encontraba avergonzada y evitaba la mirada del joven.

Mara sonrió parece que alguien más necesitará un empujón y ella encantada de que su familia sea feliz.

En el pasado no tuvieron parejas por ayudarla y ella no supo apreciarlo esta vez si podían ser felices los iba a ayudar a conquistar a esas maravillosas mujeres que habían escogido.

Y ya iba a dar el primer paso con Miranda la había invitado hoy al palacio y organizó una reunión con su padre y "casualmente" se van a encontrar.

Y con la princesa iba a averiguar que sentía porque con lo que vio sabe que le puede corresponder las intenciones a su hermano, pero prefiere estar segura.

A pesar de que tenía sus trabajos como emperatriz estaba convencida en adelantar sus responsabilidades, para tener el suficiente tiempo para lograr algo más con sus parejitas.