Ya No Soy Una Extra

Liam llega hasta donde las chicas estaban hablando. Hace una reverencia en modo de saludo a Sophia y la chica le devuelve el gesto con una sonrisa en su rostro.

- Este es mi hermanastro Liam Grant- le dice Isabella- Liam, te presento a Sophia Long.

- Mucho gusto señorita Long- Liam le toma la mano que Sophia le había extendido y la besa.

Igualmente es un gusto conocerlo, Lord Grant- Liam le devuelve la sonrisa.

- Perdóneme que las tenga que interrumpir, pero necesitamos marcharnos- Isabella asiente.

- Hasta luego, Sophia.

- Hasta luego, Isabella, nos veremos en unos días- Isabella le había tendido la mano, y la azabache se la había apretado con sus dos manos de forma cariñosa.- Espero verlo pronto, Lord Grant- se despide con una reverencia y él hace lo mismo.

Isabella iba muy callada en el viaje de regreso, Liam la miraba con curiosidad. Un mechón de cabello se le suelta y le cae a la cara, él se lo coloca detrás de la oreja con ternura, ésto toma por sorpresa a Isabella.

- Estás muy seria, Isa ¿qué te pasa?- Isabella se le había quedado mirando a los ojos, estaban muy cerca, se aparta un poco y niega.

- Es sólo cansancio. Éste tipo de eventos me agotan mental y físicamente...- hace una pausa- aunque fue interesante conocer al emperador, incluso a Sophia- ésto último lo había dicho más para sí, pensara en voz alta.

- Yo no diría que interesante, ese primer encuentro fue peligroso gracias a tu comportamiento, espero que el emperador no se lo tome a mal o crea que fue una ofensa.

Isabella se ríe al recordar que ella realmente había ofendido al emperador, pero no de la forma que Liam pensaba. Sabía que el albino no tomaría ninguna represalia contra ella, pues si lo hubiese querido, desde su primer encuentro en la armería, ya hubiese hecho algo en su contra.

- Calma, Liam, no va a pasar nada.

- Eso espero- dice serio el chico.

Al rato llegan a la mansión, Liam la ayuda a bajar y se despiden con un: ¡Buenas noches! Isabella va hasta su habitación y se pone algo más cómodo; en parte Liam tenía razón, no podía subestimar al emperador, ni a los otros estudiantes que competían, y para eso necesitaba seguir practicando.

Hace aparecer el grimorio y busca la página por dónde se había quedado. No podía perder el tiempo, aunque tuviera el poder mágico, necesitaba hacerse más fuerte. Una sombra se mueve a su espalda, Isabella no se percata hasta que tiene a Luna mirándola con una ceja levantada. La morena garraspea para llamar su atención y la chica se gira asustada, no era la primera vez que Luna le hacía algo así.

- ¡Luna! Quisiera saber ¿cómo lo haces? siempre me tomas desprevenida- Luna se burla de Isabella y le aprieta un cachete.

- Ya te he dicho que algún día lo sabrás. Vine a verte, me imaginaba que no te quedarías tranquila.

- Lo siento Luna, pero ahora más que nunca necesito entrenar. Digamos que se me ha creado otro objetivo más ¿crees que podamos empezar ahora el entrenamiento?- Luna se cruza de brazos.

- No te voy a negar la ayuda, pero es tarde, si entrenamos a esta hora ¿mañana podrás levantarte para nuestras lecciones regulares?

- Confía en mi, Luna, necesito mejorar mi condición física antes de iniciar en la academia.

- En ese caso empezamos ahora, tenemos tres meses para eso.

- Gracias Luna- le sonríe como pocas veces hacía Isabella.

Luna le pide algo para escribir, la chica le entrega un papel en blanco y un lapicero; la morena comienza a anotar algo y se lo devuelve a Isabella. La pelirroja lo lee con detenimiento y mira de regreso a Luna.

- No pensabas que te entrenaría sin tener antes un plan y un horario. Necesitas descansar algunos días, y si todo marcha bien, puede que terminemos antes de los tres meses.

Isabella asiente, en su pasado ya había tenido entrenamientos así y sabía que podía sacar una ventaja por ese hecho, ya ella dominaba la teoría, solo necesitaba practicar con ese cuerpo para ejercitarlo.

Luna le pide que haga aparecer dos dagas de madera, ella lo hace sin problemas, era un hechizo fácil, le explica una técnica y le enseña cómo sostener mejor el arma. Isabella simulaba ignorancia, todo lo que Luna le decía, ya ella lo sabía. Después debhacerla recitar lo que había aprendido, le entrega la daga y se coloca frente a ella.

Con una señal de la cabeza inician el enfrentamiento. Luna a una velocidad sorprendente va hasta ella y la ataca por la derecha, Isabella tenía buenos reflejos, por lo que esquiva por la izquierda el golpe y gira a ese lado para quedar a las espaldas de Luna. Mentalmente calcula las probabilidades del próximo movimiento de su maestra y decide atacar ella aprovechando que la morena había bajado la guardia del lado derecho.

Luna no se esperaba ese avance y logra defenderse en el último instante utilizando si arma contra la de Isabella, pero empleando su propio peso y fuerza, con un movimiento fluido, gira todo su cuerpo y eso provoca que la pelirroja se resbalara. Isabella cae hacia atrás soltando la daga.

- Eso estuvo muy bien, creo que en dos meses estarás lista- Luna la ayuda a levantarse.

Isabella estaba seria, tenía que aceptar que Luna era mejor que ella en ese momento. Como siempre Luna mira a la chica como si le estuviera leyendo la mente.

- Isabella, si continúas entrenando, algún día serás mejor que yo. Tú verdadero ser es más fuerte y poderoso que yo, solo debes aprender a usar ese don para tú beneficio- la mira conciliadoramente- tendrás que llevar de ambas manos el entrenamiento de combate y el de magia, pero tienes mucho talento- le dice ahora burlona- como si ya te supieras las técnicas.

- Vale, haré mi mayor esfuerzo, es que me sorprende lo buena que eres, como si tuvieras siglos de experiencia ¿cuántos años tienes?

Luna se ríe por la pregunta. Isabella se imaginaba que al venir de Nirile, debía ser alguien con bastante experiencia, no era fácil cruzar el mar, además de que los seres mágicos vivían muchos más años que los simples humanos y eran más longevos. La institutriz dudaba en decirle la verdad a la chica, pero le responde.

- Es lo único que te diré por ahora, pero tengo trescientos trece años.

La expresión de asombro de Isabella era graciosa; en su vida anterior conoció a varios seres que tenían mucho más años, pero no se imaginaba que Luna tuviera tanta experiencia. Ahora más que nunca Isabella sentía admiración por su institutriz, se preguntaba qué clase de aventuras y experiencias había vivido ya.

- Me sorprende mucho, eres increíble, Luna, espero algún día llegar a tener tú edad y tener tu energía.- Luna le toca con la yema del dedo la punta de la nariz de la chica.

- Claro que lo harás, te espera un futuro prometedor- señala el grimorio- ese libro además de que no lo puede entender nadie más que una bruja, también escoge si la bruja es apta para usar su poder, y ese pentagrama que te ha salido en la muñeca, es la prueba.

Isabella se asusta, ¿cómo era posible que Luna supiera lo del tatuaje que le había aparecido, si ella no se lo había enseñado a nadie? Ese mismo día lo había descubierto antes de ir al baile, de ahí su elección por los guantes, eran para cubrirlo, no sabía qué pudieran pensar de ella.

El dibujo era negro y resaltaba sobre su blanca piel, era un pentagrama, muy parecido al que salía en la portada del grimorio. Isabella miraba confundida su muñeca derecha, Luna llama su atención y trata de tranquilizarla.

- No te asustes, Isabella, el grimorio te ha escogido, por eso te puso la marca de su poder. A partir de ahora, si alguna bruja se apoderase del libro, no puede usarlo, solo tú, eres su elegida.- Isabella nunca había escuchado que tal cosa era posible, ni en su mundo anterior, ni ahora.

- Pero, ¿cómo es posible eso, Luna?

- Pequeña, cuando vayas al instituto, descubrirás un secreto de tú vida y tú familia, pero yo no estoy autorizada a decirte, lo siento. Cuando lo hagas, y ya conozcas la verdad, puedes venir a mí que yo te diré el resto. Pero por ahora no pienses mucho en eso, concentrémonos en seguir tu entrenamiento, ¿sí?

Isabella no le insiste más, no le haría más preguntas, pero ahora tenía muchas dudas respecto a ella y su extraña reencarnación. Luna le sonríe y le pide continuar, ahora era el momento de entrenar, después descubriría toda la verdad.

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Hola 👋 chic@s:

Como ya saben, me encanta crearles más dudas, yo sé que a ustedes les gusta también, sean sincer@s 😅🤭 Ya me imagino la curiosidad por saber qué secretos descubrirá Isabella en el instituto.

También les quise poner la edad de Luna, para los que leyeron la otra historia, saben que ella trabajaba para alguien importante 🤫 (para l@s que desean saber, pues deben leer el libro anterior) 😁

Espero que esta historia les esté gustando tanto como a mí. Isabella es alguien frío, pero recuerden cómo fue que murió y eso responderá el porqué ella es así. Díganme qué creen de Liam y de su nueva amiga Sophia, los leo en los comentario.

Mua mua 😚❤️